La primera lección de Economia es que no hay de todo para todos,

Mientras que la primera lección de Política es ignorar la primera lección de Economía

Thomas Sowell, doctor en Historia Económica por la Universidad de Chicago.

Fue uno de los primeros negros en acceder a la Universidad (en su juventud ni siquiera sabía que existiera el cabello rubio, dado el nulo contacto que tuvo con la población blanca).

Se declaró marxista cuando tenía veinte años, combatió con los marines de Estados Unidos en la Guerra de Corea, y terminó siendo una referencia de los economistas liberales, con numerosas publicaciones científicas demostrando los beneficios del libre mercado.

 


Hubo una época en que me desmotivé del sector financiero, en el que ya llevaba bastantes años metido, y quise dar un giro laboral a mi vida. Estaba cansado de ponerme al servicio de jefes puteros y drogadictos, de buscar ventajas competitivas interpretando la ley al límite para dejar pagar millones de euros en impuestos; o de los engaños a clientes minoristas aprovechando la buena imagen que siempre tendrá un hombre trajeado a quien le respalda uno de los mejores bancos del país.

Pensé hacia dónde podía redirigirme, cuál era mi pasión para dedicarme plenamente a ella, como todos esos anuncios en los que te venden un curso de 3 meses y te dicen que ganarás 2.000€ al mes desde tu casa. Tampoco le tuve que dar muchas vueltas, porque me encanta contar historias – bien contadas, claro -, y llevaba años estudiando Marketing Online por mi cuenta, de la mano de Joan Boluda, Arturo García e Isra Bravo. Decidí buscarme la vida siendo especialista en escritura aplicada a las ventas, ya tenía una misión definida.

Entonces busqué productores pequeñitos de mi región, Cantabria, y también de las regiones limítrofes País Vasco y de Asturias. Algunos fabricaban sobaos, otros sidra, alguno destilaba orujo… Lo mejor vino cuando revisé sus páginas web porque la mayoría estaban en pañales, tenían muchísimo margen de mejora, y vi la oportunidad para meter la cabeza.

 

Como en estas empresas pequeñitas no me cogían el teléfono y tampoco respondían al e-mail, fui uno por uno a visitarles para hablar con el gerente. Le contaba que impulsando la parte online diversificarían fuentes de ingresos, mejorarían el margen (lo vendido en la estantería del supermercado les comía un 30% aproximadamente, y la facturación online es íntegra para el productor), y venderían en lugares que ahora no estaban vendiendo, porque un andaluz no se plantea hacerse 1.000 kilómetros para llevarse un paquete de sobaos a casa.

Además, mejorarían su imagen de marca porque contaríamos la intrahistoria de su familia y de sus productos. El usuario que visitara su web descubriría qué motivó a sus bisabuelos para comenzar la fábrica y las miserias que pasaron en los años de la posguerra, cuánto habían invertido en mejorar la maquinaria, la ilusión que les había supuesto recibir premios… Se lo ponía muy bonito, pero es que realmente creía en estas ventajas.

Conseguí entrar en un par de productores de Cantabria que confiaron en mi discurso, una fábrica de cervezas artesanas y una destilería de ginebras. Ambos se habían construido buena fama en la región – también son bastante conocidos en España – y querían jugar a ser empresarios. A ver hasta dónde podíamos llegar juntos.

 

Me puse manos a la obra, y ahí fue cuando se me vieron las costuras del traje, y quedó claro que se rompería en cualquier momento. Porque en el fondo todavía era aficionado al Márketing Online, tenía las bases muy claras, pero no podía considerarme un profesional. Y eso se notaba en cuanto me metía en harina.

No era capaz de definir una estrategia sólida de largo plazo, no dominaba las herramientas con las que enviar las campañas, ni tenía claro a través de qué medio contactar con el público objetivo. Al principio «engañé» a los propietarios, pero enseguida se dieron cuenta de que la tarea superaba mis capacidades.

Después de unas semanas trabajando, el dueño de una fábrica se cansó y me dijo que hasta aquí habíamos llegado. Yo trataba de convencerle para continuar por ese camino, pero ya no había vuelta atrás. Recuerdo que, al despedirse, me dijo:

«Tienes razón, sabemos que debemos invertir a largo plazo en Márketing Online. Las ventajas son evidentes. Pero no queremos que nos acompañes».

 

Como diría Mariano Rajoy: los imposibles pueden ser posibles, aunque lo más posible es que sea imposible

Mira, si pretendes trabajar en una nueva industria, en la que que no tienes experiencia previa, ni puedes demostrar ningún caso de éxito, y nadie puede recomendarte, es muy difícil triunfar. Quizás alguien confía en ti, pero lo más probable es que te manden a paseo a las primeras de cambio, como a mi me sucedió. Por muy listo que te creas, el fracaso en esa aventura estará casi asegurado.

Solo existe una mínima posibilidad de que te vaya bien, y es trabajar a muerte mientras continúas estudiando, teniendo como recompensa un porcentaje del beneficio que generarás en el futuro. Es decir, renunciarías a un sueldo fijo y tendrías una presión brutal por conseguir resultados extraordinarios. Algo que muy poca gente se puede permitir.

Lo más normal es empezar desde abajo, aprendiendo de alguien más experimentado que tú, y cobrando poco. Y desde esa posición escalar para dominar tu ámbito y así construirte un nombre y unos resultados que te avalen. No como yo, que pensaba cobrar un servicio caro siendo un don nadie, pasándome por el forro a otros profesionales que ya estaban asentados en el sector.

 

Bien, pues con el trading sucede exactamente lo mismo. Todos llegamos a este negocio buscando tiempo libre y más dinero con el que pegarnos la vidorra. Y son justo las dos cosas que ya deberías tener sobradamente para que te vaya medianamente bien en este negocio.

Te dicen que las estadísticas no mienten: el 90% de los traders palman todo lo que depositan en su cuenta. Y lo primero que se te viene a la cabeza es:

«Bah, pero es que el resto son muy malos. Aquí estoy yo para enseñarles cómo se hace. Déjame y verás…»

 

A pesar de que la realidad estadística es la que es, y que ni tú ni yo podemos cambiarla, no estoy escribiendo este post para ser un aguafiestas. ¿Te puedes forrar en bolsa? Claro que puedes, otros lo han hecho antes que tú, y otros lo harán en el futuro.

No es imposible, aunque sí es poco probable. Sabiendo el terreno que estás pisando, vamos a soñar con un futuro de bonanza.

No pierdas atención, que ya viene lo bueno.

 

Millonario Mayweather
Venga, vas a ganar tanto dinero que ni siquiera tendrás el suficiente tiempo para gastarlo. Como le pasa al bueno de Floyd Mayweather

 

Lo que te hace falta para forrarte con la bolsa

Antes de nombrar los pasos a seguir para hincharte a ganar dinero quiero aclarar un par de cositas. La primera es que vas a necesitar un sistema de trading, con sus reglas para entrar y salir del mercado. Lo que vas a hacer con ese sistema te lo voy a decir ahora mismo.

Si lo de tener un plan te suena a chino, es mejor que pares de leer aquí mismo. Dedica el tiempo a buscar una estrategia que te funcione, que case con tu estilo de vida y con tu manera de enfrentarte al mercado. Y si montarla desde cero te parece imposible, puedes echar un vistazo al curso de trading de esta academia, en el que trabajarías con el sistema de Reversión a la Media.

El segundo apunte es que no te voy a decir que metas dinero en el activo XXX y que mires dentro de 27 años a qué precio cotiza. El golpe de suerte ya lo tuvieron quienes compraron Bitcoin a cuatro perras, y se lo han encontrado por encima de $100.000. Así que oye, bien por ellos y a darles la enhorabuena, pero esa no es tu guerra.

Habiendo dicho estos apuntes, vamos con lo que nos atañe: ganar muchísimo dinero haciendo operaciones con regularidad.

 

Paso 1 para hacerse millonario con el Trading: Reinvertir TODAS las ganancias

Me refiero a crear la famosa bola de nieve para que, una vez haya cogido velocidad, sea imparable.

Y aquí llega lo más complicado: para ser millonario no puedes retirar ni un euro de tu cuenta. De nada te vale ganar 60.000€ si tienes un agujero en el bolsillo. Gastarte 50.000€ en ese flamante BMW nuevo con el que presumir delante de tus amigotes no te llevará a ningún sitio.

Se trata de posponer el placer actual esperando un beneficio futuro mucho mayor.

 

Quizás me dices que no te servirá de nada tener dinero con 70 años, cuando ya no puedas disfrutarlo. Que prefieres gastarlo hoy. Y me parece bien oye, son tus prioridades y hay que respetarlas.

Pero luego no vayas llorando diciendo que pudiste ser millonario, pero por culpa de no se qué fue imposible. Y claro, ahora te  ves apurado porque no te alcanza a final de mes. No amigo, no, tomaste la decisión que tenías que tomar y apechuga con ella.

Quien algo quiere algo le cuesta. Y si para ser millonario tienes que comer macarrones con atún todos los días, olvidarte de las vacaciones por una temporada bastante larga, o vivir en un cuchitril de mala muerte, que así sea. Luego, cuando te llegue la jubilación, veremos dónde está cada uno.

La bola de nieve cuesta mucho crearla, pero una vez que está en marcha, nada la puede detener

 

Paso 2 para hacerse millonario con el Trading: SUBIR EL VOLUMEN

Tuve muchísima suerte de trabajar 5 años junto a Juan, el mejor trader que he conocido jamás. Este fenómeno tenía un olfato impresionante, se olía el siguiente movimiento del precio mucho antes de que sucediera. Si tuviera que nombrar a alguien superdotado para el trading, sin lugar a dudas lo mencionaría a él.

Rara vez le vi fallar una operación, y si se equivocaba conseguía apañárselas para salir perdiendo lo mínimo. Cuanto todos ganábamos, él ganaba el doble. Y cuando naufragábamos él salía a flote sin mayor dificultad.

Por talento, hace muchos años que Juan podría estar nadando en una piscina repleta de billetes y dándose los mayores lujos de este mundo. Pero no lo consiguió, ni lo conseguirá jamás. ¿Y sabes por qué?

 

Juan nunca se atrevió a dar el salto aumentando el volumen. Casi siempre ganaba lo mismo y operaba con el mismo número de contratos. Le costaba una barbaridad salirse de lo que estaba acostumbrado a hacer.

Si conseguía 500€ con 2 o 3 contratos, daba el día por bueno y adiós muy buenas. Apagaba las pantallas, se iba al gimnasio o a dar un paseo y regresaba el día siguiente. Sabía que a ese ritmo las cuentas le salían a final de año, y que le daba para vivir mucho mejor que todos sus amigos y familiares, y con eso le sobraba.

Alguna vez se propuso incrementar el volumen, pero en cuanto el precio se le iba un poco a la contra los nervios le jugaban una mala pasada y cerraba mal las posiciones. Cuando se salía de su zona de confort la máquina de hacer dinero desaparecía, ya no era el mismo trader talentoso, racional y templado. Era incapaz de ir más allá.

 

Juan no pasará a la historia por entrar en la lista Forbes, a pesar de ser un superdotado para la bolsa y ser mucho más inteligente que algunos de los que aparecen en esta lista. Nunca llegó a poner a funcionar el archiconocido «interés compuesto» a su favor. Y esa, amigo, es la única manera de forrarte con la bolsa.

Ganar, sí. Pero también utilizar las ganancias que no has retirado para subir el volumen y ganar cada vez más.

Ganar, guardar y subir. Si tu sistema funciona pero no eres capaz de dar el siguiente paso porque te tiembla la mano cuando hay que arriesgar un poco más de lo habitual, lo siento pero lo de ser millonario no es para ti.

 

La persona más rica del mundo, Warren Buffet, generó la mayor parte de su fortuna cuando ya tenía más de 70 años. Siempre reinvirtió todas sus ganancias en lugar de comprarse Lamborghinis. No le tembló la mano porque confiaba en su método.

 

Y para terminar este apartado vamos a echar unos números muy rápido sobre supuesto bastante optimista. Empiezas con 20.000€ y en cada trade sacas un 30% de rentabilidad. Y no retiras los beneficios, reinviertes todo en la siguiente operación.

Después de solamente 15 operaciones llega la magia… ¡Has llegado al millón de euros! Ya estarías dentro del selecto club de los millonarios.

Repito, con solo 15 operaciones ganando el 30% en cada una, algo que no es tan difícil de conseguir ¿cierto? Ya ves que no estás tan lejos de alcanzar tu objetivo…

Crecimiento Exponencial Cuenta Trading

Crecimiento exponencial de una cuenta de trading debido al interés compuesto 

 

Paso 3 para hacerse millonario con el Trading: SABER PARAR después de una buena racha

Bien, has hecho todo lo que se supone que tienes que hacer. Tu sistema funciona y echas de tripas corazón: no retiras ni un euro de lo que vas ganando. Además, te atreves a subir el volumen arriesgando lo que habías acumulado previamente.

Tienes claro que es el único camino para para pegarte la vidorra que te quieres pegar dentro de unos años. Pero todavía te falta un pasoen unos años la vida a todo tren y sabes que es la única manera de conseguirlo. Las bases ya están asentadas, el pelotazo llegará en cualquier momento.

El último paso para subir al Olimpo de los traders te lo voy a explicar contándote de nuevo una historia, de cuando estuve trabajando de vendedor para un bróker (sí, era el pesado que te llama a la hora de comer diciéndote que ganarás no se cuántos miles de euros si inviertes en XXX).

 

Allí vi de primera mano las barbaridades que hacían los clientes, y es que la gran mayoría duraban menos una bolsa de caramelos a la puerta de un colegio. Sólo muy de tarde en tarde aparecía alguno que asaltaba la banca.

Recuerdo un cliente que empezó con 30.000€ y se acercó al medio millón. Acertaba todas y cada una de las trades, reinvertía los beneficios y subía el volumen. Eso sí, en cada operación se jugaba todo, siempre estaba al filo de la navaja.

Ahora te pregunto, ¿cómo crees que gestionó este éxito? ¿Crees que supo parar cuando alcanzó su objetivo o siguió arriesgando todo una y otra vez?

Estoy seguro de que has elegido la respuesta correcta: este cliente no supo decir BASTA. Entonces, cuanto llegó una racha negativa – inevitablemente llegaría en algún momento – se quedó sin nada. Por querer más y más devolvió todo lo conseguido.

 

Por eso, para ser millonario en el trading también hay que marcarse un objetivo. Y cuando llegues, parar.

Y ojo, no creas que la avaricia solamente es un mal de quienes acaban de empezar en este mundillo, van de prepotentes y se creen los más listos del lugar. Qué va. A cualquiera le puede cazar.

En los años 80 hubo un Hedge Fund gestionado por varios premios Nobel que multiplicaron la rentabilidad del S&P 500 los primeros años (ganaban más del 30% anualmente), y terminaron quebrando, dejando un pufo de 5.000 millones de dólares. ¿Cómo pudieron estas mentes brillantes perpetrar tan descomuncal desfalco? Te dejo aquella historia de terror por aquí y terminamos:

 

 

La realidad de convertirte en millonario con el trading y un camino alternativo que te puede aportar mucha más tranquilidad

Al principio del post lanzaba la pregunta: ¿Es posible hacerte millonario con el trading? Me reafirmo en la respuesta: un rotundo SÍ.

Reconozco que estaría haciendo trampa si no lo acompaño de una segunda pregunta: ¿Cuánto es de fácil o difícil convertirse en millonario con el trading? La realidad es cruda: prácticamente imposible.

Si esperas unas palabras finales de ánimo y aliento para enviarte de cabeza a este reto no las vas a encontrar. Puedes dejarte años, miles de euros por el camino e incluso salud o deterioro familiar persiguiendo una utopía. De los millonarios que he conocido, ninguno lo era gracias al trading (de hecho, he visto bastantes más desastres causados por la bolsa que alegrías.)

 

En la tabla de arriba, en la que veías cómo alcanzar el millón de euros, hay una pequeña trampa: está planteada con un 100% de aciertos. Lo que no aparece es la cara B: en cada operación arriesgas todo lo ganado. Un error y adiós.

¿Qué ocurre si llevas 250.000€ acumulados y te los vuelas de un plumazo? ¿Te gustaría perder lo mismo que vale una casa sólo por perseguir un sueño?

Imagínate por un momento la cara de tonto que se te puede quedar y la sensación de abatimiento por haber tensado la cuerda demasiado y haberla roto por el lado más débil, que es tu lado. No es un estilo con el que me sienta cómodo, por diferentes motivos.

 

Me gusta saborear la recompensa después de un trabajo bien hecho, porque no sé cómo estaré a los 80 años, si es que sigo por aquí. Y mis nervios tampoco son de acero, no podría subir y bajar el volumen tan bruscamente como si nada. Por no hablar de que si pierdo un Mercedes con todos sus extras haciendo operaciones, creo que no podría mirar a mis hijos a los ojos nunca más.

Prefiero acostarme sabiendo que me daré algún caprichito cuando las cosas me vayan bien, que tendré una curva de beneficios más o menos estable, y que la seguridad de mi familia no está en juego. Salir a hombros de la plaza es muy bonito, pero si te coge el toro adiós muy buenas.  Esa es la filosofía que te vas a encontrar en el Curso de Trading.

El «Joga Bonito» déjaselo a otro. Tú estás para amarrar a lo Clemente, dando el valor que se merece a tener el dinero fresco en el bolsillo, haciendo retiradas periódicas. Te interesa ganar la liga, y para eso hay que ir partido a partido, siendo constante y teniendo un buen entrenador que esté encima tuyo:

 

Curso de 6 meses trabajando la Reversión a la Media con seguimiento 1 a 1 y operativa todas las semanas

 

Y recuerda que cuando llegues al objetivo deberías hacer una pausa para tomar perspectiva del suelo que estás pisando. Que nadie la va a hacer por ti 😉

El consejo de trading, por Enrique Mazón

 

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