De todos los artículos publicados en el blog – y ya son más de 90 – este es el único que ha sido como estar en la noche de Reyes Magos. Lo digo por la ilusión que ha supuesto pensarlo, prepararlo, ir a las oficinas de Darwinex, recopilar el material, escucharlo en casa tranquilamente y finalmente escribirlo.

Conozco Darwinex desde que empezaron siendo cuatro gatos, como ellos mismos reconocen. Son tantos años utilizando su plataforma que me la sé de memoria. He invertido en otros Darwins, tengo los míos propios y he logrado gestionar dinero de terceros al situarme en los primeros puestos de los ránkings, llegando a cobrar las comisiones de éxito.

Por si no les conoces, Darwinex vino para resolver un gran conflicto que tenían la mayoría de traders, a quienes les era imposible gestionar dinero de otros, ya que en España – y en la mayoría de países de la OCDE – es ilegal. Da igual que un amigo te haya pedido que se lo muevas, ni siquiera tu propia familia. Si tocas algo que no es tuyo, estás quebrantando la ley.

 

Gracias a Darwinex un trader con talento ya no necesita hipotecar su vida para montar un fondo de inversión. Ni tiene que pedirle un favor a un padrino, sabiendo que deberá devolvérselo más adelante de alguna otra manera. Ni mendigar un puesto en algún banco de inversión, ni nada por el estilo.

Ya no es una lucha desigual donde solamente unos pocos poderosos podían acceder a ciertos privilegios. David contra Goliath en la industria de gestión de activos ha pasado a mejor vida.

Esta gente ha conseguido que cualquier trader con talento pueda estar moviendo millones de euros desde cualquier lugar del mundo, a coste cero. ¿Demasiado bueno para ser cierto? Un poco más adelante descubrirás cómo lo han hecho posible.

 

El primer contacto con Ignacio Colón fue una sorpresa que no me esperaba

Cuando escribí mi primer artículo sobre Darwinex contacté con la compañía para pedirles permiso. Había mucha información sensible y no quería meter la pata. Mejor ir con pies de plomo.

Pensaba que me recibiría un e-mail genérico sin firma, como hacen en la mayoría de empresas. Cuál fue mi asombro cuando vi que Ignacio Colón me respondía. Él, que tiene más de 10 empleados a su cargo, fue quien me mandó el artículo de vuelta con algunas correcciones, ya que no todos los datos estaban actualizados.

Este gesto dice mucho de ellos. En otras sitios he conocido jefes que pierden la perspectiva del suelo que están pisando, y esto siempre termina mal. Aquí no, se encargan de vigilar hasta el mínimo detalle para que todo salga bien.

 

Aquel artículo («Cómo Triunfar en Darwinex para gestionar millones de euros y sacar un sueldo») pasó a ser uno de los más leídos del blog, se coló en el Top-3. Viendo que el tema interesaba le solicité a Ignacio una entrevista.

Revisar los datos numéricos está muy bien, pero quería mostrar la faceta más personal de la empresa. Pensé que conociendo de primera mano a los fundadores quien lo leyera les pondría cara y se sentiría identificado con su propósito. Son ellos mismos quienes van a responder las preguntas que cualquier Darwinex-fan tiene en la cabeza.

¿Hacia dónde se dirige esta startup que ya tiene 60 empleados? ¿Tiene techo la rueda de inversión que ahora mismo parece imparable? ¿Qué significan sus avatares tan característicos?

 

Dirigiéndome a la sede de Darwinex como un niño con zapatos nuevos

Podría haber sido una tarde más de primavera paseando por los alrededores del Retiro, un barrio que nunca pasará de moda. Pero en esta ocasión no iba a deleitarme mirando los edificios históricos, ni me echaría una cabezada en el césped de este majestuoso parque. Llevaba esperando este momento varios meses, te diría que incluso años.

Aparqué en la calle Velázquez y bajé por Juan Bravo, dirección a la Puerta de Alcalá. Los alarmistas hablaban de crisis, en los telediarios siempre ves noticias negativas y si te subes a un taxi parece que el fin del mundo está cerca. La realidad es bien diferente, ya que los restaurantes a izquierda y derecha de esta calle estaban a tope, y tuve que esquivar a varios hombres de negocios que salían atropelladamente.

Crucé la farandulera calle Serrano y me dirigí al punto de encuentro en la calle Recoletos. Para quien disfruta acudiendo al centro de la capital la ubicación no puede ser más idónea. Está a un paso de la Castellana.

El 19 de la calle Recoletos está copado por oficinas de Darwinex

El portal 19 es clásico de mármol, sin estridencias, se nota que quien lo diseñó tenía buen gusto. Unos andamios ocultan lo que debería ser una elegante fachada. Pienso que le vendrá bien el lavado de imagen que terminará en un futuro no muy lejano.

Nada más entrar me llama poderosamente la atención la cristalera donde aparecen los negocios del edificio. ¡Darwinex ya acapara cuatro de las ocho plantas! Da la sensación de que dentro de poco lo llamarán «Edificio Darwinex-Colón», en honor a quien paga el 50% de los alquileres.

Toco la puerta del bajo y me recibe afectuosamente Ignacio, un hombre que me cae especialmente bien y de quien todo el mundo que conozco habla maravillas. Además tiene un pasado curioso, lo descubrirás más adelante. Subimos a la cuarta planta dispuestos a charlar, tenemos por delante una interesante tarde en las oficinas de Darwinex.

 

Conociendo a los tres hermanos Colón. Cada uno venía de un sitio diferente y se juntaron para hacer una mezcla explosiva

Juan, Javi e Ignacio Colón son de Zaragoza, Zaragoza (como se suele decir). Me refiero a que sus padres y abuelos son maños, aunque hace ya más de 30 años que la familia se mudó a Madrid arrastrados por su padre, quien trabajaba de ingeniero. Los tres ya han formado sus familias en la capital, y de ahí ya no les mueven.

Juan y Javi pusieron las primeras piedras de Darwinex, e Ignacio se unió a los dos años. En nuestra reunión echamos de menos a Juan, pero su presencia ha sido imposible.

Suele estar en Londres, donde se mudó hace más de 20 años como consultor de Oliver Wayman. Allí estuvo realizando proyectos estratégicos de optimización para los bancos más potentes de Europa.

 

La presencia de Javi tampoco ha estado clara hasta última hora por sus compromisos. La vida de estos hombres es una auténtica montaña rusa. Por suerte está sentado en la mesa, dispuesto a contarnos el largo camino recorrido hasta llegar donde se encuentran.

Eso sí, revisa el reloj y me pide que no nos alarguemos más de 30 minutos. Insiste en que le avise cuando llegue la hora, ya que justo después tiene otra importante reunión.

Lo primero que hago es reconocer a Javi que soy fan de su compañía por el tremendo mérito que tienen. Recibe el halago y lo agradece con sinceridad, ya que casi ningún periodista se ha acercado allí para conocer a fondo los entresijos de la empresa que él mismo ha fundado. Entonces nos ponemos manos a la obra.

 

El radical cambio de rumbo de Javi Colón. Pasó de ingeniero jefe en el circuito de Fórmula 1 en Valencia a montar desde cero Darwinex

Kike. A un repartidor le encargan traer unas pizzas aquí, a la oficina. Al llegar estará confundido, no sabrá en cuál de las 4 plantas debe entregar el pedido… ¿Cómo le explicarías lo que hay aquí montado?

Javi. Es el cúmulo de muchos años. Vinimos a la sexta planta de este edificio y fuimos incorporando nuevas oficinas conforme hemos ido creciendo, para no salir de este entorno privilegiado. Queríamos ofrecer el mejor ambiente a los empleados.

Es el trabajo de muchos años siguiendo una visión muy clara.

Háblame de esa visión.

Queremos conseguir que cualquier trader con pocos recursos tenga la posibilidad de montar un fondo. Que se pueda dedicar a la gestión de activos sin tener que estar regulado.

Hemos montado un mercado para poner en contacto a inversores con traders. Si son capaces de generar rentabilidad podrán sacar ingresos extras de su operativa. Actualmente el performance fee es un 15%.

Es el sueño desde que empezamos. No pararemos hasta verlo completado.

 

Vamos un poquito atrás. Arrancaste Darwinex sin haber estudiado economía ni nada por el estilo. Eres ingeniero de caminos, una de las carreras más duras, junto con medicina.

A un aeronáutico no le sentará bien que digas eso. Podríamos generar un buen debate, jeje.

Sí es una carrera durilla, o al menos en su momento lo era.

Estuviste 7 años en Dragados. En aquella época 2002-2008, un ingeniero de caminos debía ser como una estrella de rock.

(Ríe)

Es cierto que me pilló la época de bonanza en la construcción. Salías recién titulado y ya tenías trabajo en buenos proyectos de ingeniería civil. Tuve la suerte de estar en obras bastante importantes.

De estrella de rock nada, siempre fui un chaval como cualquier otro. Sintiéndome como un privilegiado.

Fuiste uno de los artífices del circuito de Fórmula 1 en Valencia. Aquello tuvo que ser impresionante.

Realmente fue una de los motivos para irme. Yo iba a ser el jefe de obra y finalmente no lo fui. Veía que el sector iba a pasar un tiempo complicado, por lo que decidí salirme de un barco que se estaba hundiendo y perseguir mi sueño.

Tenía la sensación de estar siguiendo un camino que se me iba a quedar corto. El techo ya estaba cerca e iba a ser difícil seguir progresando.

Me llamaba la atención la bolsa, era joven y estaba a tiempo de cambiar el rumbo.

 

¿Cómo te dio por la bolsa?

Recuerdo que de chaval participé en un juego de bolsa y noté que me molaba. La mayoría de compañeros pasaban del tema y yo estaba súper motivado. Quería analizar las máximas acciones posibles para ganar aquella competición.

Me generaba mucho atractivo competir contra otros, y si eres bueno deberías ser capaz de batir al mercado. Con cabezonería y mucha confianza – siempre creía que podía hacerlo bien – me impliqué de lleno. Empecé cuando estaba en la carrera y con mis primeros ahorros trabajando di el salto a la operativa.

Siempre me ha gustado aplicar matemáticas para buscar puntos de mejora. No hace falta que sean integrales ni nada muy avanzado.

¿Tuviste alguien que te ayudara con el trading al principio?

Cuando tenía 19 años mi padre me regaló un libro muy básico de bolsa. Espero que no se atormente, pero no recuerdo el nombre. Él siempre ha sido muy autodidacta y ha seguido de cerca los mercados y las inversiones.

Quizás hubiera empezado de otra manera, fue mi padre quien me introdujo.

También te digo, no creo que en ningún momento se esperara que fuera a terminar así.

¿A qué se dedicaba vuestro padre?

Era ingeniero industrial. Siempre le ha gustado gestionar su patrimonio, saber dónde está invirtiendo.

Esa forma de pensar nos ha ayudado mucho a todos los hermanos para aprender y formarnos.

 

Las timbas de póker como inspiración para construir la mejor plataforma de gestión de activos en Europa

¿Cómo pasaste de ingeniero de caminos en una buena empresa, con un buen sueldo, con una reputación… a crear Darwinex?

Yo quería montar un negocio de gestión de activos, y se me juntó con que vi una oportunidad clarísima.

Mira, a mi esto se me daba bien y sólo era un españolito don nadie. ¿Cuántos como yo, o muchos mejores que yo, podía haber en el mundo?

Entonces me propuse reducir los impedimentos para atraer el talento. En el póker no hay limitaciones.

Explícate un poco más, por favor

En el póker hay gente muy buena que ha desarrollado su formación y su propio sistema. Esto podía aplicarse también a la bolsa.

Te digo una cosa, si tuviéramos en el trading a los mismo frikis que están haciendo póker, tendríamos muchísima más gente buena. Pero ese «frikismo» no llega a la inversión porque hay muchas barreras de entrada. Nosotros nos propusimos reducir estos impedimentos para atraer talento.

Entonces fui a buscar capital y entró mi hermano mayor, que lanzaba Startups financieras-tecnológicas, las conocidas Fintech. Se lo presentó a sus socios y apostaron por el negocio en junio de 2011. En marzo de 2012 se firmaron las escrituras de constitución.

Javi, ¿el mercado es como el póker?

Si. Ves las cartas que hay sobre la mesa, en este caso el gráfico, y tomas decisiones en base a una probabilidad. La diferencia del póker es no son solo manos y números, el mercado tiene un componente intuitivo muy grande.

A pesar de lo perfeccionista que soy – el motor de riesgo de Darwinex que yo mismo he diseñado son puros cálculos estadísticos – te digo que hay algo más.

El trader algorítmico se echará las manos a la cabeza al decir esto, pero yo soy trader manual. Y para ello hace falta intuición. Eso sólo lo da la experiencia, es imposible trasladárselo a otro.

Mira, después de ver a un tío 16 manos seguidas llega un punto en que te jugarías el cuello a si te está engañando o no. Eso es lo que detecta un ganador.

Por ejemplo sucedió en el COVID. Llegó una volatilidad tremenda y las matemáticas te decían que bajes el apalancamiento, que el contexto de mercado había cambiado. En cambio la intuición te dice que te mantengas firme, que va a haber un giro, como finalmente sucedió.

Son dos aspectos igual de importantes, a pesar de que los algorítmicos pidan mi cabeza.

 

¿Qué gestionabas al principio?

Operaba con futuros, sobre todo el Euro-Dólar. Era prácticamente el único que se podía utilizar. El resto era meterse en jaleos de divisas exóticas como el Yen o el peso Mexicano, y no compensaba.

De hecho Darwinex inicialmente nació como un bróker de Forex. Yo mismo soy trader de Forex. Era la manera ideal de llegar al talento.

Luego descubrí los CFDs, el mejor producto para comenzar. Son imbatibles

¿A qué te refieres?

En futuros piden márgenes enormes, por lo que es imposible dejar posiciones Overnight.

En cambio con los CFDs puedes fraccionar los contratos. Eso te permite un montón de posibilidades.

Puedes introducir estrategias Swing o de largo plazo, para no estar siempre con el intradía.

¿Son dos características que se complementan la una con la otra?

Sí, pero quiero dejar claro que es una intuición basada en la experiencia.

No me refiero a mirar la luna y a ver qué nos están queriendo decir los astros.

Hay muchos años detrás.

Javi Colón en primer plano, con su hermano Ignacio al fondo

 

Un viaje al pasado lleno de incertidumbres y satisfacciones

Ha pasado mucho tiempo desde que montasteis Darwinex en marzo de 2012. ¿En qué piensas cuando miras atrás y ves todo este camino que has andado?

Son muchas emociones enfrentadas. Las positivas son las que predominan. Estar todavía aquí persiguiendo mi sueño es impagable.

También te digo, algunos momentos de los que prefiero no acordarme han sido muy complicados. Conseguir lo que hemos conseguido en un entorno tan regulado y donde hace falta tanto dinero para crecer me hace sentir muy orgulloso. Ha costado mucho llegar hasta aquí, pero ha merecido la pena.

Miro más para adelante que para atrás. Estamos lanzando nuevos proyectos en los que tengo mucha esperanza. Me siento como un niño, con la misma ilusión con la que comencé, con la ventaja de tener mucha más experiencia y apoyo en el equipo que hemos montado y que ahora mismo funciona prácticamente solo.

¿Qué le dirías al Javi del pasado?

Le diría que ha hecho bien en dar ese giro a su vida. Que debe seguir su corazón. Yo no me voy a ir al hoyo con la espinita de no haber hecho lo que realmente quería hacer.

También le advertiría de ciertos riesgos de los que no era consciente. Ahora soy mucho más preciso tomando decisiones empresariales.

Ojalá hubiera tenido a alguien como yo hace 10 años, una especie de mentor. Ese apoyo no lo tuve y ahora, mirando atrás, sí lo echo en falta. Es experiencia derrochada a la que no tienen acceso los nuevos emprendedores.

 

Nos adentramos en el universo Darwinex y bajamos a la tierra algunos conceptos clave que son difíciles de entender

¿Qué le decimos a la gente lo que es un Darwin?

Es una estrategia en la que cualquiera puede invertir.

Tú compras y vendes y Darwinex crea un producto financiero para que los inversores puedan replicarte.

Es como tener una acción cotizando. Si la compras a 100 y la vendes a 120 has ganado un 20%. Con el Darwin sucede lo mismo.

¿En qué se diferencia ese índice de la operativa del gestor?

El Darwin replica el 100% las trades pero le aplica un motor de riesgo independiente.

Así los inversores tienen la certeza de tener el riesgo controlado en todo momento.

Yo soy el trader y alguien apuesta por mi, quiere replicar mi operativa. Ponte que me vuelvo loco y me pulo la cuenta, ¿Qué ocurre con el dinero del inversor?

El Darwin no va a replicar el lotaje, hace un ajuste interno.

Si tú palmas todo el Darwin perderá, pero perderá muchísimo menos. Quizás pierde un 10 o un 15%.

Tú puedes fundirte tu propio capital, pero no puedes perder todo el dinero del inversor.

 

En otros vehículos tradicionales de inversión, como los fondos o las Sicavs, si el gestor pierde un 80% tú vas detrás y pierdes también el 80%. ¿En cambio con el Darwin no?

Imagínate un fondo que mañana mete 10 millones en un chicharro súper volátil. En cualquier momento puede reventar y dirás adiós a tus ahorros. Con el Darwin esto no te puede pasar, estás protegido frente a las decisiones del gestor, que a veces son malas.

El principal miedo del inversor es: «Oye, yo no conozco de nada a este tío. A ver qué va a pasar con mi dinero»

Nosotros no le invitamos a una charla a solas con el gestor a tomar un café para ponerle cara. Lo que hacemos es garantizar que su track-record – el dato objetivo del que sí disponemos – va a seguir estable, para quitar sustos de la ecuación. Damos tranquilidad porque perder o ganar depende de la habilidad del trader, no de la gestión del riesgo.

 

Unas cifras mareantes al alcance de unos pocos privilegiados

Voy a hacer una pausa para contarte una verdad. Cuando Javi ha comentado los parecidos entre el trading y el póker me dio la sensación de que había estado husmeando en mi curso. Justo en el módulo de trading automático aparece la misma comparación que ha hecho él.

Es cierto que el mercado tiene una parte estadística muy fuerte. Para entender esta ciencia en el curso encontrarás un robot con el que analizarás todos los datos. Este robot te devuelve mascaditos los puntos de entrada, el Profit y el Stop para que tú sólo tengas que decidir dónde comprar y dónde vender.

Como también dijo Javi, la experiencia es un grado. Es imposible aprenderla viendo vídeos o leyendo manuales. Por eso el curso dura 6 meses, para que la adquieras y salgas ya rodado con unos mínimos asentados:

 

6 meses haciendo trading con el sistema de Reversión a la Media. Incluye operativa en directo y seguimiento uno a uno

 

Y ahora sí, te dejo con la segunda parte. En ella descubrirás unos números que ya son mareantes (no me quiero imaginar en el futuro). Muchos fondos de inversión se darían de tortas por estar en el lugar de Darwinex.

También conocerás a Ignacio, el pequeño de los hermanos. Te sorprenderá cómo dejó a un lado su proyección en el mejor despacho de abogados de España para unirse a un proyecto loco que no tenía ningún sustento.

Además descubrimos otras de sus facetas ocultas con el Test de Academia de Trading. No hablamos de dinero ni de sexo como hacen en otros programas, pero te sorprenderás con las respuestas.

 

Un fuerte abrazo y muy buen trading, con Darwinex 😉

Enrique Mazón

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