
Te voy a hacer una confesión. De todos los artículos publicados en el blog – y ya son más de 60 – el de hoy es el que más ilusión me ha hecho sentir en todas las fases del mismo: pensándolo, preparándolo, en el desplazamiento a la sede, recopilando el material y, por último, escribiéndolo.
Conozco Darwinex desde que empezaron siendo cuatro gatos, como ellos mismos reconocen. Son tantos años utilizando su plataforma que me la sé de memoria. He invertido en otros Darwins, tengo los míos propios y he logrado gestionar dinero de terceros al situarme en los primeros puestos de los ránkings. También sé lo que es cobrar los deseados «performance fees«.
Este enganche a la marca azul viene de un problema con el que muchos traders nos hemos encontrado alguna vez: cuando llega algún amigo o familiar y nos pide que «le movamos unos ahorrillos».
Prácticamente tenía ensayada la respuesta de esa conversación. Siempre comentaba que me encantaría, pero que no podía hacerlo. Para cumplir los requesitos legales necesitaba una estructura que cuesta decenas de miles de euros mantenerla. Al mes.
Darwinex vino a resolver este conflicto. Esta gente ha conseguido que cualquier pringadete pueda estar moviendo millones teniendo en su cuenta poco más que mil euros.
Un trader con talento ya no necesita hipotecar a su familia para montar un vehículo de gestión o un padrino a quien devolver los favores prestados. No, no. Esa época pasó a mejor vida.
Ya no es una lucha desigual donde solamente unos pocos poderosos pueden acceder a ciertos privilegios. David contra Goliath es historia.
Darwinex ha llegado para quedarse y en el artículo de hoy vas a poder conocerles en profundidad. ¿Cuánto tiempo llevan operando? ¿Quiénes son los hermanos Colón? ¿Por qué continúan creciendo cuando ya son más de 60 empleados?
El primer contacto con Ignacio Colón
Conozco a Ignacio desde 2021, cuando escribí «Cómo Triunfar en Darwinex para gestionar millones de euros y sacar un sueldo». Este post se ha convertido en uno de los referentes de la web, situándose entre los 5 más vistos.
No sólo la acogida fue buena entre los lectores del blog, sino que tengo constancia de haber llegado más lejos. Tecleando en el buscador de Google «Ganar Dinero Darwinex» lo encontrarás posicionado en el top 3.
Antes de publicarlo pedí al departamento de atención al cliente una revisión para evitar fallos. Fue el propio Ignacio, responsable de sección, con más de 10 empleados a su cargo, quien se encargó de la verificación y enviarme algunas correcciones, ya que no todos los datos estaban actualizados.
Esa actitud dice mucho de la compañía. En otras empresas que he conocido los jefes pierden la perspectiva del suelo que están pisando, y esto siempre termina mal. Aquí no, en todo momento saben dónde están posicionados. La opinión de cualquier cliente es tomada en cuenta.
Viendo el éxito del artículo en la comunidad inversora solicité a Ignacio una entrevista. Revisar los datos está muy bien, pero quería mostrar la faceta personal de la organización. Conocer de primera mano a sus fundadores.
La semilla ya estaba enterrada. Era el turno de regarla y hacerla crecer.
Dirigiéndome a la sede de Darwinex
Podría haber sido una tarde más de primavera paseando por los alrededores del Retiro. Son lugares a los que nunca te cansas de acudir, de moda perenne. Un sitio de paz dentro de la locura que es Madrid.
Sin embargo hoy no era un día para deleitarme con los edificios históricos, tomar un pincho en La Maruca o echar una cabezada en el césped perfectamente recortado del Retiro. Era una jornada especial. Llevaba varios meses esperando este momento.
Después de aparcar en la calle Velázquez me dirijo hacia la Puerta de Alcalá bajando por Juan Bravo. A pesar de los rumores de crisis en los telediarios, restaurantes a izquierda y derecha siguen a tope, con varios hombres de negocios entrando y saliendo atropelladamente.
Cruzo la majestuosa Serrano y me dirijo al punto de encuentro en la calle Recoletos. Para quien disfruta acudiendo al centro de la capital la ubicación no puede ser más idónea. A un paso de la Castellana.
La entrada del portal 19 es clásica, sin estridencias. Se nota que estamos en el barrio Salamanca y el buen gusto de sus arquitectos. Adivino una elegante fachada oculta por los andamios. Le vendrá bien el lavado de imagen que terminará en un futuro no muy lejano.
Nada más entrar algo llama poderosamente la atención: la cristalera donde aparecen los negocios del edificio. ¡Darwinex ya acapara cuatro de las ocho plantas! Da la sensación de que dentro de poco lo llamarán «Edificio Darwinex-Colón», en honor a quien paga el 50% de los alquileres. Imponente.
Tras cruzar el rellano me encuentro con Ignacio, quien me recibe afectuosamente. Es un hombre que me cae especialmente bien y de quien todo el mundo que conozco habla maravillas. Además tiene un pasado curioso, lo descubriremos más adelante.
Nos acomodamos en la cuarta planta dispuestos a charlar. Tenemos por delante una interesante tarde en las oficinas de Darwinex.
Conociendo a los hermanos Colón. Unos maños afincados en Madrid
Antes de entrar en materia con la entrevista te voy a contar quiénes son los tres hermanos Colón. Sí, has leído bien, son tres: Juan, Javi e Ignacio.
Son de Zaragoza, Zaragoza. Con padres y abuelos de la capital aragonesa.
Hace ya más de 30 años que la familia se mudó a Madrid arrastrados por su padre, quien trabajaba de ingeniero. En la capital de España se han establecido y se han casado, formando cada uno su familia. Me da a mi en la nariz que de ahí ya no se mueven.
Los viajes al norte cada vez son menos frecuentes, dado el incremento de compromisos.
Juan y Javi pusieron las primeras piedras de Darwinex, mientras que Ignacio se une poco después, cuando el negocio apenas contaba con dos años de vida.
En nuestra reunión echamos de menos a Juan, pero su presencia ha sido imposible. Se encuentra fuera de Madrid de manera habitual.
Se mudó a Londres como consultor de Oliver Wayman, participando en proyectos estratégicos sobre optimización bancaria para los bancos más prestigiosos de Europa.
La presencia de Javi tampoco estaba clara hasta última hora por sus múltiples compromisos. La vida de estos hombres es una auténtica montaña rusa.
Por suerte está sentado en la mesa. Dispuesto a contarnos el largo camino recorrido hasta llegar donde se encuentran.
Revisa el reloj y me pide que no nos alarguemos más de 30 minutos. Insiste en que le avise cuando llegue la hora, ya que justo después tiene otra importante reunión.
Lo primero que hago es reconocer a Javi el mérito que tienen. Me considero fan de su compañía y así se lo hago saber. Recibe el halago y lo agradece con sinceridad. Me agradece haber acudido para conocer más a fondo los entresijos de la empresa que él mismo ha fundado.
Nos ponemos a la obra. Vamos con la conversación mantenida en la sede de Darwinex.
El radical cambio de rumbo de Javi Colón. De ingeniero jefe en el circuito de Fórmula 1 en Valencia a sentar las bases de Darwinex
Kike. A un repartidor de Glovo le encargan llevar unas pizzas aquí, en el 19 de Recoletos. Mira la dirección de entrega y pone «Darwinex». Al llegar se encuentra confundido, no sabe en cuál de las 4 plantas entregar el pedido.
¿Cómo le explicarías lo que hay aquí montado?
Javi. Es el cúmulo de muchos años. Vinimos a la sexta planta de este edificio y fuimos incorporando nuevas oficinas conforme a hemos ido creciendo, con tal de no salir de este entorno privilegiado. Queríamos ofrecer el mejor ambiente a los empleados.
Es el trabajo de muchos años siguiendo una visión muy clara.
Kike. Háblame de esa visión.
Javi. Queremos conseguir que cualquier trader con pocos recursos tenga la posibilidad de montar un fondo. Poder dedicarse a la gestión de activos sin necesidad de estar regulado.
Hemos montado un mercado para poner en contacto a inversores con traders. Si son capaces de generar rentabilidad podrán sacar ingresos extras de su operativa. Actualmente el performance fee es un 15%.
Es el sueño desde que nacimos. No pararemos hasta verlo completado.
K. Vamos un poquito para atrás. Hace ya 11 años arranca Darwinex, pero no habías estudiado economía ni nada por el estilo.
Eres ingeniero de caminos, una de las carreras más duras, junto con medicina.
J. A un aeronáutico no le sentará bien que digas eso, podemos generar un buen debate, jeje.
Sí es durilla, o al menos en su momento lo era.
K. Estás 7 años en Dragados. En aquella época 2002-2008, un ingeniero de caminos debía ser como una estrella de rock.
J. (Ríe)
No, no. Ingenieros hay muchos. Es cierto que me pilló la época de bonanza en la construcción. Salías recién titulado y ya tenías trabajo en proyectos de ingeniería civil muy interesantes.
Tuve la suerte de estar en obras bastante importantes.
Pero la cabra tira al monte. Siempre me han gustado las matemáticas aplicadas: buscar puntos de mejora gracias a los números, sin necesidad de que sean muy avanzadas.
Ahí descubrí el trading, un mundo que encajaba muy bien con mi forma de ser.
Estás compitiendo contra otros y si eres bueno deberías ser capaz de batir al mercado. Eso me generaba mucho atractivo.
Con cabezonería y mucha confianza – siempre creía que podía hacerlo bien – me impliqué de lleno. Empecé cuando estaba en la carrera y con mis primeros ahorros trabajando di el salto a la operativa.
De estrella de rock nada. Un chaval como cualquier otro. Sintiéndome como un privilegiado.
K. ¿A través de quien empiezas al trading?
J. Fue mi padre quien me introdujo. Con 19 años me regaló un libro sobre bolsa.
Espero que no se atormente pero no recuerdo el nombre. Era un libro súper básico.
Mi padre siempre ha sido muy autodidacta y ha seguido de cerca los mercados y las inversiones. Vio que me podía interesar y me lo pasó.
Recuerdo que de chaval participé en un juego de bolsa. Noté que me molaba. La mayoría de compañeros pasaban del tema y yo estaba excesivamente motivado. Quería analizar las máximas acciones posibles para ganar aquella competición.
Pero la culpa la tiene mi padre. Quizás hubiera empezado de otra manera pero él fue quien me introdujo.
También te digo, no creo que en ningún momento se esperara que iba a terminar así.
K. ¿A qué se dedicaba vuestro padre?
J. Era ingeniero industrial. Siempre le ha gustado gestionar su patrimonio, saber dónde está invirtiendo. Esa forma de pensar nos ha ayudado mucho a todos los hermanos para aprender y formarnos.
K. Fuiste uno de los artífices del circuito de Fórmula 1 en Valencia. Eso tuvo que ser impresionante.
J. Realmente fue una de las motivaciones para irme. Yo iba a ser el jefe de obra y finalmente no lo fui. Veía que el sector iba a pasar un tiempo complicado. Al cancelarse esa obra dije, ¡me voy!
Decidí persiguir mi sueño.
K. ¿Se veía venir que la gallina de los huevos – la construcción – estaba terminándose?
J. Tenía la sensación estar siguiendo un camino que se me iba a quedar corto. El techo ya estaba cerca e iba a ser difícil seguir progresando.
Me llamaba la atención la bolsa, era joven y podía hacer un cambio de rumbo. Dije: esta es la mía.
Las timbas de póker como inspiración para construir la mejor plataforma de gestión de activos en Europa
K. Cómo pasamos de ingeniero de caminos, con tu empresa, tu buen sueldo, tu reputación.. ¿a crear Darwinex?
J. Se me junta la complejidad de montar un negocio de gestión de activos más la oportunidad de negocio que estoy viendo.
Pienso: a mi esto se me da bien y sólo soy un españolito don nadie.
¿Cuántos como yo puede haber en el mundo?
K. Viste el problema y quisiste aportar una solución.
J. Lo que no sabía es cuántos Javieres habría en el mundo.
Pero entendí que al igual que en el póker hay gente muy buena que ha desarrollado su formación y propio sistema, podría aplicarse a la bolsa.
Te digo una cosa. Si tuviéramos a los mismo frikis que están haciendo póker en el trading, tendríamos mucha gente buena. Pero ese «frikismo» no llega a la inversión. Las barreras de entrada son mucho más grandes.
Nosotros nos propusimos reducir estos impedimentos para atraer talento. En el póker no hay limitaciones.
Entonces fui a buscar capital y entra mi hermano mayor, que trabajaba en iniciativas de Fintech.
Se lo presenta a sus socios y apostaron por el negocio en junio de 2011.
Lo creamos en marzo de 2012 con la incorporación de Miguel, el CTO.
K. ¿Qué gestionabas?
J. Operaba con futuros, sobre todo el Euro-Dólar. Era prácticamente el único que se podía utilizar, el resto era meterse en jaleos de divisas exóticas como el Yen.
De hecho Darwinex inicialmente nace como un bróker de Forex. Era la manera ideal de llegar al talento.
Yo mismo soy trader de Forex.
Luego descubrí los CFDs, el mejor mejor para comenzar. Son imbatibles
K. ¿A qué te refieres?
En futuros piden márgenes enormes. Eso te limita al intradía, es imposible llevar posiciones Overnight.
En cambio con los CFDs puedes fraccionar los contratos. Eso te permite jugar con el lotaje y el time-frame. Puedes introducir estrategias Swing o de largo plazo.
K. Javi, ¿el mercado es como el póker?
Ves las cartas que hay sobre la mesa, en este caso el gráfico, y tomas decisiones en base a una probabilidad.
J. Sí. La diferencia del póker es que tiene un componente intuitivo muy grande. No es sólo manos y estadística.
El trader algorítmico se echará las manos a la cabeza al decir esto, pero yo soy trader manual. Y para ello hace falta intuición.
Hay personas que la adquirimos y otros no. Es imposible trasladárselo a otro. Sólo lo da la experiencia.
A pesar de lo perfeccionista que soy – el motor de riesgo de Darwinex que yo mismo he diseñado son puros cálculos estadísticos – creo que el trading es más que números.
Mira, después de ver a un tío 16 manos seguidas llega un punto en que te juegas el cuello si te está engañando o no.
Eso es lo que detecta un ganador.
Por ejemplo sucedió en el COVID. Llega una volatilidad tremenda y las matemáticas te están diciendo que bajes el apalancamiento, que el contexto de mercado ha cambiado.
En cambio la intuición te dice que te mantengas firme, que va a haber un giro, como finalmente sucedió.
Son dos aspectos igual de importantes, a pesar de que los algorítmicos pidan mi cabeza.
K. ¿Son dos características que se complementan el una a la otra?
J. Sí pero quiero dejar claro que es una intuición basada en la experiencia.
No me refiero a mirar la luna y a ver qué nos están queriendo decir los astros. Hay muchos años detrás.
Un viaje al pasado lleno de incertidumbres y satisfacciones
K. Damos un salto adelante. Han pasado ya 10 años desde marzo de 2012 cuando montáis Darwinex.
¿En qué piensas cuando miras atrás, todo este camino que has andado?
J. Son muchas emociones enfrentadas.
Las positivas son las que predominan. Estar todavía aquí persiguiendo mi sueño es impagable.
También te digo, ha habido momentos muy complicados de los que prefiero no acordarme.
Conseguir lo que hemos conseguido en un entorno tan regulado y donde hace falta tanto capital para crecer me hace sentir muy orgulloso.
Miro más para adelante que para atrás. Estamos lanzando nuevos proyectos en los que tengo mucha esperanza. Me siento como un niño, con la misma ilusión con la que comencé.
Sobre todo con mucha más experiencia y apoyo. Ver que hay un equipo montado y que el engranaje funciona sólo es la pera.
Ha costado mucho llegar hasta aquí, pero ha merecido la pena.
K. ¿Qué le dirías al Javi del pasado? ¿Al Javi de hace 10 años?
J. Le diría que ha hecho bien en dar ese giro a su vida. Que debe seguir su corazón.
Luego te vas al hoyo con la espinita de no haber hecho lo que querías.
Eso a mi no me va a pasar.
También le advertiría de ciertos riesgos de los que no era consciente. Ahora soy mucho más preciso tomando decisiones empresariales.
Ojalá alguien como yo me hubiera apoyado hace 10 años. Una especie de mentor. Ese apoyo no lo tuve y ahora, mirando atrás, sí lo echo en falta.
Es experiencia derrochada a la que no tienen acceso los nuevos emprendedores.
Nos adentramos en el universo Darwinex y bajamos a la tierra algunos conceptos clave
K. ¿Qué le decimos a la gente lo que es un Darwin?
J. Es una estrategia de trading en la que cualquiera puede invertir.
Tú haces tus operaciones de compra / venta y Darwinex crea un producto financiero accesible a los inversores.
Igual que cotiza una acción. Si la compras a 100 y la vendes a 120 has ganado un 20%. Con el Darwin sucede lo mismo.
K. ¿En qué se diferencia ese índice de la operativa del gestor?
J. El Darwin replica el 100% las trades pero le aplica un motor de riesgo independiente.
Así los inversores tienen la certeza de tener el riesgo controlado en todo momento.
K. Yo soy el trader y alguien apuesta por mi. Quiere replicar mi operativa.
Ponte que me vuelvo loco y me pulo la cuenta, ¿Qué ocurre con el dinero del inversor?
J. El Darwin no va a replicar el lotaje que tú estés utilizando. Hace un ajuste interno.
Si tú palmas todo el Darwin perderá, pero perderá muchísimo menos.
Quizás pierde un 10 o un 15%. Tú puedes fundirte tu propio capital, pero no el de tu inversor.
K. En otros vehículos tradicionales de inversión, como los fondos o las Sicavs, si el gestor pierde un 50% tú también vas al hoyo y pierdes un 50%.
¿En cambio con el Darwin no?
J. Imagínate un fondo que mañana mete 10 millones en una acción de muy baja capitalización, dejando tus ahorros totalmente expuestos. El chicharro puede reventar en cualquier momento.
Sin embargo con el Darwin estarías protegido frente a las decisiones del gestor.
Aporta credibilidad.
El principal miedo del inversor es: «Oye, yo no conozco de nada a este tío. A ver qué va a pasar con mi dinero»
Nosotros no le invitamos a una charla a solas con el gestor tomándose un café para ponerle cara.
Lo que hacemos es garantizar que su track-record – el dato objetivo del que sí disponemos – va a seguir estable. No va a sufrir grandes variaciones.
Le das tranquilidad. Perder o ganar depende de la habilidad del trader, no de la gestión del riesgo.
Quitamos los sustos de la ecuación.
Unas cifras mareantes al alcance de muy pocos
Voy a hacer una pausa para contarte una verdad y seguimos con la entrevista.
Cuando Javi ha estado haciendo símiles entre el Trading y el Póker me daba la sensación que había estado husmeando mi curso. Justo en el módulo de trading automático utilizo el póker para asemejarlo a la operativa matemática.
También comento los inconvenientes de guiarse exclusivamente por la estadística, algo que no recomiendo nada. Hay más cosas en las que fijarse.
Por un lado encuentras el Robot de trading que utilizamos como referencia. Es como el mapa del tesoro: sabemos dónde está pero no sabemos cuántas trampas encontremos hasta llegar hasta él.
A la hora de trazar el camino otros factores entran en juego. También están comentados uno a uno.
Es por aquí, en este enlace:
Curso de Trading: el sistema de Reversión a la Media
Y ahora sí, te dejo con la segunda parte. En ella Javi nos enseña unos números mareantes, por los que cualquier fondo de inversión se pegaría de tortas.
También entra en juego Ignacio, el pequeño de los hermanos. Te sorprenderá cómo dejó a un lado su proyección en el mejor despacho de abogados de España para unirse a sus hermanos.
Además descubrimos otras de sus facetas ocultas con el Test de Academia de Trading. No hablamos de dinero ni de sexo, pero te sorprenderás con las respuestas.
Un fuerte abrazo
Enrique Mazón
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