«A día de hoy no tengo ni la más remota idea de qué coño cantaban aquellas dos italianas. Y lo cierto es que no quiero saberlo. Las cosas buenas no hace falta entenderlas.

Supongo que cantaban sobre algo tan hermoso que no puede ser expresado con palabras. Y precisamente por eso te hacía palpitar el corazón.

Os aseguro que esas voces te elevaban tan alto y tan lejos de lo que nadie, viviendo en un lugar tan gris, pudiera soñar. Fue como si un hermoso pájaro hubiese entrado en nuestra monótona jaula y hubiese disuelto aquellos muros. Y por unos breves instantes hasta el último hombre se sintió libre»

El personaje de Red – interpretado por Morgan Freeman – en Shawshank Redemption


 

Cuando hablamos de alguna gran empresa, de la última innovación tecnológica o del último petardazo en bolsa pensamos que debe haber algún americano detrás. Nos acordamos de las historias de éxito que nos han contado en tantas películas, que no puede ser de otra manera. Por algo el sueño americano se llama americano, hace 300 años empezaron a construirse esta fama.

En Europa muchísima gente estaba cansada de la nobleza europea, de los privilegios de clase y de los altísimos impuestos que se pagaban. Era prácticamente imposible progresar y cumplir tus sueños, mientras que en América todo estaba por hacer, se podían comenzar ilusionantes proyectos. Por ello cientos de miles de inmigrantes hicieron las maletas hacia la tierra prometida.

Crearon este magnífico clima de prosperidad dándoles la oportunidad de crecer. Estaremos todos de acuerdo en que eliminar barreras es la mejor manera de atraer personas brillantes a tu tierra. Pero no es oro todo lo que reluce, ahora llega el palito.

 

Los americanos saben vender como nadie. Pero por mucho que en las películas parezca que son los precursores del capitalismo, la realidad es que en Estados Unidos no han inventado nada. Lectores americanos: no me matéis, sabéis que es verdad.

El capitalismo, el libre mercado o el comercio ya existían desde hace millones de años y América apenas tiene 300 años de historia.

Hay una cosa en lo que sí han sido unos genios: conociendo las reglas del juego han sacado el máximo partido que se podía sacar. Estaban ahí al alcance de cualquiera, y en apenas 3 siglos han pasado de la nada más miserable a convertirse en la mayor potencia económica mundial. Nos han pasado por la izquierda y por la derecha, era imposible sacar más con lo que había.

 

El personaje de hoy tuvo el mérito de hacerse un hueco entre los grandes de la historia económica sin haber nacido en el país de los 48 estados. Y lo que es más difícil, es originario de su país archienemigo: Rusia. Extraño pero cierto, un soviético que vivió en lo peor de la dictadura comunista llegó a convertirse en una celebridad de las finanzas.

Fue un hombre criado en el seno de una humilde familia de campesinos, educado bajo la estricta disciplina rusa y asesinado a manos de sus propios camaradas sin ni siquiera llegar a los 50 años. Muy pocos se han atrevido a llevar la contraria a sangrientos dictadores por defender unos principios en los que él creía. Comportarse así le acarreó la peor de las consecuencias: lo pagó con su vida.

El héroe economista que se merece un espacio en el blog es Nikolai Kondratiev

 

Nikolai Dimitriev Kondratieff (1892 – 1938), el economista ruso que desafió el régimen comunista y que tuvo el peor de los finales

Analizando las estadísticas, el éxito de Kontratieff fue un absoluto milagro. Tenía todos los condicionantes para haber sido un campesino sin salir del pueblo en toda su vida, ya que nació en la pequeña aldea llamada Galuevskaya, a unos 500 kms al nordeste de Moscú. Y, sin embargo, consiguió triunfar teniendo todo en su contra.

Desde muy joven destacó por su habilidad con las matemáticas y su interés por las finanzas. Sus maestros vieron potencial en él, le recomendaron para cursar estudios superiores y fue así como consiguió entrar en la universidad de St Petersburgo. Allí estaría tutelado por el economista ruso-ucraniano Mijail Tugan-Baranovsky.

En cuanto terminó los estudios escaló rápidamente en la sociedad rusa, haciéndose hueco entre los poderosos. Con solamente 25 años consiguió su primer cargo de importancia en el gobierno. Fue nombrado Subsecretario de Alimentos en el gobierno provisional de Kerenski, en 1917.

Aquí nació Kondratiev

Poco después, en 1920, fundó el «Instituto de Investigación de la Coyuntura en Moscú». Allí aglutinó a un grupo de reputados economistas rusos, con quienes trabajó centrándose en el estudio de dos sectores estratégicos: la agricultura y la industria. Fue director hasta 1928, cuando abandonó el cargo por estar en desacuerdo con las políticas impuestas desde arriba.

Fueron años de actividad frenética, ya que también era uno de los pesos pesados del entramado comunista. Esto le requería llevar una vida política activa, siempre estando disponible a las órdenes del partido. Además de acudir a los mítines o visitar las regiones recónditas participó en el primer Plan de Planificación soviético y apoyó la Nueva Política Económica.

Kondratiev era uno de los pocos rusos que tenía permitido salir al extranjero. Su posición le permitía acudir a eventos internacionales, tanto en Estados Unidos como en Gran Bretaña. Las estancias en estos foros le hicieron darse cuenta de que la política rusa era muy mejorable, en contra de lo que la propaganda se encargaba de difundir por todo el país.

 

Entonces empezó a mostrarse contrario a las políticas rusas. No estaba de acuerdo con las expropiaciones masivas, ni con la industrialización estatal y tampoco con la economía planificada por el Estado. Tener a un crítico entre sus filas no gustó nada a una cúpula que solamente buscaba tener una población cada vez más empobrecida, sumisa y controlada.

Para más inri, según sus investigaciones el capitalismo no se extinguiría después de la gran depresión de 1929. Dijo que resurgiría más fuerte tras la  crisis americana que provocó el crack bursátil. Esto enfureció aún más a Stalin, quien anunciaba a bombo y platillo año tras año el inminente colapso del modelo americano.

Nikolai Kondratiev fue arrestado en la primavera de 1930, acusado de ser dirigente de un inexistente Partido de Trabajadores Campesinos. Fue deportado a Siberia sin tener ningún juicio de por medio. De la noche a la mañana fue declarado enemigo del pueblo ruso.

 

A pesar de la humillación que supuso despojarle de todos sus logros, apartarle de su familia y robarle su identidad, consiguió alargar sus investigaciones unos años más estando recluido en el monasterio del Salvador, en Súzdal. Al poco de recaer en aquella prisión cayó gravemente enfermo, la vida en la Siberia de los años 30 era extremadamente dura, con temperaturas frecuentes por debajo de los -20 grados. Conseguir medicinas o la atención de un médico eran auténticas odiseas, y menos disponibles iban a estar siendo un apestado del régimen.

La compasión no era una peculiaridad de Stalin, y su gobierno lo condenó a muerte, el castigo máximo por traición. Como sus ideas molestaban decidieron quitárselo de enmedio, asustando a quien se le pudiera ocurrir seguir sus pasos. A Kondratiev le fusilaron en un polígono industrial a las afueras de Moscú.

Como tantos otros genios, las investigaciones de Kondratiev cobraron relevancia fuera de las fronteras rusas una vez muerto. Joseph Schumpeter, un ex-ministro de finanzas en Austria, se encargó de difundir su obra en occidente. Gracias a Schumpeter su obra no queda en el olvido y los ciclos económicos de largo plazo hoy en día se denominan los Ciclos Kondratiev.

 

El ciclo de Kondratiev nos hace ver la economía con una perspectiva muy amplia, alejados de las inmediateces actuales

Kondratiev desarrolló su teoría sobre el ciclo económico largo apoyándose en los datos recopilados por el Instituto de Investigación de la Coyuntura, la organización que fundó y dirigió durante casi una década.

Es importante recalcar que está basado en datos empíricos. No buscaba razones para explicarlos, simplemente confirmó la existencia de unos ciclos macroeconómicos autorregulados sin intervención estatal. Lo hizo siguiendo una metodología científica, aportando rigurosas pruebas.

Lo que diferencia esta teoría de los ciclos es la duración. Es una herramienta muy potente para saber qué suelo estamos pisando, ya que muchas veces nos pensamos que el mundo se acaba con los 5 minutos de volatilidad que ocurren después del dato de empleo USA. Los inversores de largo plazo son quienes más partido pueden sacar a su teoría, aportando tranquilidad en el estress del corto plazo.

 

Kondratiev dijo que cada ciclo tiene una duración media de 54 años, aunque el rango puede oscilar una década arriba o abajo. Es decir, habrá ciclos de cuarenta y pocos años y otros se irán a los 60 y largos.

En todos ellos hay un punto de inflexión a partir del cual la actividad económica y las condiciones de vida van cuesta abajo. Empiezan mirando hacia arriba para después torcerse. Así ha funcionado el mercado toda la vida y así seguirá funcionando, ya te lo conté en este artículo:

Otro apartado relevante es que cada ciclo está capitaneado por una innovación tecnológica. Kondratiev distinguió estos tres ciclos largos:

  • El primero empezó en 1773 hasta 1848, con la máquina de vapor como impulsora del comercio.

 

  • Desde 1848 hasta 1896 aparece una nueva onda, asociada a la expansión de ferrocarril por todo el mundo.

 

  • El último arranca en 1896 y terminaría en 1945 (posterior a su muerte). La producción en masa industrial y el descubrimiento de la electricidad y su uso como fuente de energía fueron los dos exponentes.

 

Hay analistas modernos que datan un ciclo posterior a 1945, con la electrónica como impulsora del cambio. El último ciclo, en el que nos encontramos actualmente, ya te imaginarás por qué viene motivado. Exacto: por el auge del Internet y la velocidad en el traspaso de la información.

 

Las 4 estaciones del ciclo Kondratiev, como si de un año metereológico se tratara

  • La Primavera es una fase de crecimiento inflacionario. Arranca desde una depresión y cuando peor están las cosas es cuando se crea riqueza y se ahorra. La acumulación de capital propiciará las inversiones futuras, gracias a las cuales se extraerán rentas.

 

  • El Verano destaca por la estanflación: los precios suben y los sueldos bajan. La producción se resiente, ya no es capaz de continuar al mismo ritmo que en la fase anterior. El verano termina con una grave recesión.

 

  • En el Otoño el crecimiento es relativamente bajo. En lugar de sustentarse en la innovación y las inversiones, el crecimiento está impulsado por el consumo, lo que genera un rápido aumento de la deuda. Este camino no tiene ningún futuro, la burbuja termina explotando y entramos en la siguiente fase.

 

  • El Invierno es un período de grandes ajustes. «Winter is coming», que dirían en juego de tronos. La recesión se lleva por delante las industrias que más estaban sufriendo y hay un reajuste natural en la economía. Los fuertes salen más fuertes y los débiles desaparecen, como la vida misma.

 

Las conclusiones que nos deja el ciclo de Kondratiev

Es triste ver cómo la mayoría de veces las decisiones económicas que se toman en un país están politizadas, y en lugar de aplicar lo que funciona, nos encontramos con ideologías que hacen aguas por todos los lados. Nos quieren hacer creer que las buenas intenciones son suficientes, cuando no es así. El empirismo brilla por su ausencia.

Lo podemos ver con el ejemplo claro del comunismo: nos pueden decir que es la releche y que será la salvación de nuestras almas porque los más pobres serán ayudados y nadie se quedará atrás. Pero no hace falta más que dar una vuelta por Cuba o Venezuela para ver cuál es la realidad, tierras ricas y en cambio el salario de un maestro apenas son 7 dólares… ¡al mes!. Ojalá nadie tuviera que estar tan desesperado para escapar de su propio país a pie con solamente una mochila a cuesta, qué final tan triste.

Lo cierto es que el tiempo acaba poniendo a cada uno en su lugar, y esto es la evolución pura y dura. De hecho, nosotros mismos somos el vivo ejemplo de ello. Estamos aquí porque durante millones y millones de años la naturaleza ha desechado lo débil y conservado lo fuerte.

 

Los ciclos de Kondratiev ponen de manifiesto estos comportamiento tan naturales. Un grupo de personas – la sociedad – prueba una manera de hacer las cosas. La única manera de saber si funciona o no funciona es dejar que el tiempo muestre los resultados.

Si a todos nos ha facilitado la vida, habremos conseguido una evolución. Por ejemplo, la electricidad fue un gran avance, ahora se nos haría imposible vivir sin ella. ¿Te imaginas estar en una casa sin microondas o sin televisor?

En cambio, cuando las cosas se tuercen siempre lo hacen poco a poco hasta que es irreversible y llega el colapso. Pedir créditos para pagar las pensiones de un país siempre será una mala decisión y sólo nos daremos cuenta cuando no quede un duro en la cuenta y ya no haya marcha atrás. Entonces nos daremos cuenta del error cometido y construiremos un nuevo modelo.

 

Kondratiev los llamó ciclos autorregulados y tenía toda la razón. Se pueden poner parches para tratar de hacer las cosas a tu manera, pero la evolución siempre vence. El gran acierto de Kondratiev fue cuantificar la duración de estos ciclos económicos con una perspectiva de largo plazo, siendo una gran ayuda en estos tiempos que corren en los que esperamos recompensas instantáneas.

La inmediatez está de moda, muy pocos paran a detenerse en la repercusión de sus actos. La gente se pone nerviosa si no recibe «likes» 5 minutos después de subir la foto. Nunca ha habido tanta ansiedad entre la población joven y adulta. Pregúntate por qué.

Qué decirte de los negocios, donde el 80% no superan los dos años. La gente se piensa que montar una empresa es coser y cantar y que los clientes van a llegar al día siguiente de abrir por su cara bonita.

 

En cambio el bueno de Nikolai Kondratiev llegó para recordarnos que las cosas buenas llevan su tiempo descubrirlas. Nos dijo cosas básicas – pero olvidadas – como que un ciclo al completo puede llevar toda una vida. Y que las malas decisiones caerán por su propio peso tarde o temprano.

Quiero pensar que mi Curso de Trading es parte del legado de este valioso ruso que defendió sus ideas hasta la muerte. El motivo es que preferí  escapar de la visión de corto plazo, ofreciéndote un producto de usar y tirar. Por eso la estancia mínima en la Academia es de 6 meses.

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Antes de terminar me gustaría que me dejaras tu opinión en un comentario:

¿En qué parte del ciclo largo crees que se encuentra la economía europea, en la primavera, el verano, el otoño o el invierno?

¿Hubieras defendido tus ideas a pesar de estar amenazado, como hizo Kondratiev?

¿Crees que 50 años son suficientes para validar una política económica?

Un fuerte abrazo y buen trading de ciclos 😉

Enrique Mazón

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Comentarios:

Un comentario en “KONDRATIEV: el ruso al que mataron sus compatriotas por defender la Teoría del CICLO LARGO


Rocío
8 de junio de 2022

Artículo escrito claro y conciso, prosa bien estructurada y lo mejor: contenido interesante que consigue captar la atención y mantenerla

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