El verano pasado volví a bucear en el Cabo de Gata. Estaba de vacaciones en la zona y me desvié unos kilometrillos. Lo típico, ya que el Pisuerga pasa por Valladolid vamos al jaleo.

El procedimiento antes de la inmersión siempre es el mismo: te embutes en el neopreno, preparas el equipo – alrededor de 15 kilos – y lo llevas a cuestas hasta la orilla del mar. Esto si el buceo comienza en la playa, claro. Pero en este caso había que adentrarse entre los acantilados, así que nos llevaron en barco.

El patrón era un cachondo. El típico que no para de contar anécdotas y chistes. La mayoría, verdes.

Como estábamos con el buen rollito en un momento le pregunté cuánto le había costado el barco. Me respondió a lo gallego, con una frase que se me quedó grabada:

«Mira niño, el propietario de un barco tiene dos grandes alegrías.

La primera es el día en que se lo compra.

La segunda llega el día que lo vende»

Nos encanta meternos en jardines innecesarios. Enseguida nos venimos arriba y pasa lo que pasa: hipotecas que te ahogan desde la segunda mensualidad, préstamos para pagar las vacaciones.. Luego llegan los disgustos.

En tu cabeza dibujas una imagen idílica demasiado rápido: pasarás todos los fines de semana navegando con los amigos, yendo a tomar el vermú al chiringuito de la playa, sacando atunes gigantes para cocinarlos en la parrilla.. Y lo mejor de todo: el vecino muriéndose de envidia.

Vas a ser el anfitrión perfecto en alta mar.

Luego, a la hora de pagar las facturas, llega el golpe de realidad. No contabas con que el mantenimiento puede costar más que el precio de compra, con la tasa de atraque, con que la mitad del año te va a hacer malo..

No han pasado ni unos meses y ya te has dado cuenta del fallo garrafal. En el segundo año estás tirándote de los pocos pelos que te quedan.

Algo parecido sucede con el Trading

La primera cuenta de 2, 3 o 5.000€ la abres porque te han contado que es muy fácil duplicarla en dos meses.

O que dedicándole un par de horas al día puedes pagar la universidad de tus hijos.

Pero la película cambia al lanzarte a la piscina. No esperabas que para sacarle dinero al mercado vas a necesitar dominar las tres ramas de las que ya te hablé en este post:

Así que para evitar la visita guiada a El Cementerio de Traders (tarde o temprano pagarás el ticket si no te lo tomas en serio desde ya mismo) hoy voy a profundizar en una de las buenas prácticas por la que todo novato debería pasar.

Se trata del Trading de mentira. En el que no te juegas los cuartos.

Apenas se habla de él así que es el momento de poner en valor lo que te puede aportar. Empezamos.

¿Qué es el Trading en simulado?

El primer punto es entender qué es esto de simular operaciones en una plataforma de bolsa.

¿Realmente puedo entrar y salir del mercado sin que los movimientos afecten a mi cuenta?

La respuesta es sí, puedes hacerlo. Tanto al trader como al bróker les interesa que exista esta opción de operativa «fingida».

Te cuento los motivos a continuación.

 

#1. Trading en simulado desde el lado del Bróker: la mejor estrategia para captar clientes

Es lo mismo que cuando entras al Corte Inglés y te dan a probar una muestra de colonia. O unos canapés en la sección de restaurante.

O mejor aún: tienen la Play Station 4 con el último juego de rallys a pantalla gigante. ¡Y además en un flamante asiento de piloto de carreras!

El trading en simulado es una prueba gratuita de producto. Una de las estrategias de Marketing más antiguas – y más fiables – que se conocen.

Algunos estudios demuestran que esta técnica incrementa las ventas más de un 30% respecto a quien no lo ofrece. Si es cierto sería de suspenso de negocios no hacerlo.

Es como si te pusieran un caramelo en la boca y cuando más lo estás disfrutando te lo retiran. Te quedarías con ganas de más, ¿verdad?

La mejor manera de darte ese empujoncito final antes del primer depósito es tantear la plataforma. Comprobar que no existe trampa ni cartón. Sentirte seguro con ella.

Y entonces sí, para dentro.

Las cuentas demo suelen ser válidas un tiempo limitado. Están funcionando uno, dos o tres meses antes de apagarse.

Es normal: no vas a estar probando el producto eternamente. En algún momento tiene que ser o sí o no.

O para delante o para atrás, pero no inmóvil.

Ahora bien, yo te recomiendo que este paso te lo tomes con calma.

Un poco más adelante te voy a contar cuánto tiempo pasé en simulado antes de jugarme el dinero en real. Te vas a sorprender.

 

#2. Trading en simulado desde el punto de vista del Trader: los experimentos con gaseosa

Los brokers no son hermanitas de la caridad. Ni tú lo eres. Ni yo.

Si te están ofreciendo un producto gratuito es porque les interesa que lo tengas entre tus manos.

Es tu decisión ser uno más del rebaño y pulirte lo que llevas en el bolsillo.. o pensar con claridad y poner esta valiosa herramienta en tu favor.

Despreciarla sería un error.

¿Acaso el cirujano se pone a operar a corazón abierto de primeras? ¿O un piloto de avión lleva su primer vuelo comercial en el tercer día de la escuela?

No, ambos han practicado cientos o miles de horas antes de entrar en acción.

Al igual que no te dieron el carnét de conducir nada más pisar la autoescuela.

Las estrategias hay que probarlas antes de implementarlas en real. Ya te hablé en este post de los peligros de entrar en una estrategia que no conoces, sólo porque la hayas leído en un libro o la hayas visto en la tele.

Si el vecino quiere tirarse por la ventana que se tire. Pero tú no tienes por qué ir detrás.

El truco para no aburrirte con el simulado

Hubo una frase que se me quedó grabada del libro de Paramés, «Invirtiendo a Largo Plazo».

Es cuando dice que todos tenemos una parte de ludópatas.

¿A quién no le gusta el riesgo?

El trading te lo da. La adrenalina corre por tu sangre en el momento que ves subir y bajar los euros en la cuenta. Suben las pulsaciones, se te dilatan las pupilas, no puedes dejar de mirar la pantalla..

Es una sensación adictiva.

Él argumenta que le viene muy bien ser gestor de fondos de inversión para quemar esta necesidad. Le da al cuerpo lo que necesita en su justa medida.

Me pareció brutal.

Mira, hay que ser realistas. Es muy difícil tomárselo enserio sabiendo que las operaciones están siendo de «mentira». No le prestas la misma atención.

Está muy bien entrenar, pero aquí has venido a jugar. No a calentar banquillo.

Así que te voy a proponer un plan esos momentos en que todavía estás probando una estrategia y no deberías arriesgar dinero real.

O quizás si.. pero solo un poquito.

Mi propuesta es la siguiente:

 

Llevar una décima parte del volumen

 

Es decir, que si de normal llevas 1 lote en el DAX, en el periodo de pruebas utiliza solamente 0,1.

Fácil, ¿verdad?

De esta manera tienes estas tres ventajas:

  1. Vas a sentir la adrenalina del mercado.
  2. Te lo vas a tomar enserio.
  3. Si te saltan varios Stops (que saltarán) no será un daño irreparable.

 

En las plataformas de CFD no hay ningún problema para dividir los lotes en microlotes. En todas puedes fraccionar.

Otro gallo canta si sólo operas futuros. Ahí los contratos son indivisibles. Flexibilidad cero.

Por ejemplo, un futuro del DAX son 25€ el punto. Es imposible cambiarlo. No hay vuelta de hoja.

 

La regla de los 3 meses

Vamos a suponer que eres el niño bueno perfecto que nunca ha roto un plato.

Lo haces todo bien y vas quemando etapas. No tienes ninguna necesidad de darle a la tecla desde el inicio.

No eres como Paramés (el mejor gestor de fondos que ha parido España).

Vale, entonces te estarás preguntando.. ¿cuándo dejo atrás el simulado?

¿Cómo se que estoy listo para saltar a real?

O si me has hecho caso y vas con mucho menos lotaje del que podrías llevar, ¿cuándo doy el salto?

La prueba del algodón es conseguir 3 meses consecutivos en positivo.

Mira, el mercado no va a desaparecer mañana. Esa última oportunidad que acabas de divisar no es el trade del siglo, no.

La semana que viene habrá más. O el mes que viene.

Por eso es importante ir sin prisas. Un sistema va a generar operaciones positivas siempre. A veces más, a veces menos.. Pero la feria vuelve a abrir un día tras otro.

La cuestión es si tu has aguantado el tirón inicial para seguir acudiendo a comerciar.

Si por el contrario, vas picando de sistema en sistema cansándote cada quince días estarás tirando tus ahorros sin sentido a la basura.

 

Así hacía Market Replay en mis viajes en tren desde Madrid a Santander

Lo habitual es abrir una demo y hacer trading en directo.

Pero hay otra opción: replicar una sesión que ya ha terminado.

Es lo que estuve haciendo durante una temporada. En la época tenebrosa en la que solamente hacía Scalping de 2 a 4 de la tarde.

Entonces claro, no podía estar encima siempre, ya que tenía un trabajo de oficina. Tenía que encontrar alguna manera de seguir practicando esas horas en las que se mueve la chicha. Donde estaba especializado.

Fue lo que conseguí con el Market Replay.

La tarde de los viernes solían ser 4 horas perdidas. Cogía el tren en Chamartín rumbo al norte. Salía a las 7 de la tarde y llegaba a las 11 de la noche.

A ver, esto que te voy a contar es un poco friki, pero en lugar de ponerme una peli o leer algún libro, me ponía una sesión de trading.

En el trayecto me daba para repetir dos jornadas de dos horitas. Lo hacía como si se estuviera moviendo en directo.

Cuando veía un Setup le enchufaba. Esperaba pacientemente, colocaba el TP, el SL y a esperar.

No te estoy contando una anécdota de alguien desconocido, no. Te estoy contando cómo lo hice yo mismo.

 

La experiencia más bestia con el simulado fue cuando estuve 4 meses sin tocar un duro para conseguir entrar en un Prop Trading inglés

A pesar de hacer ADE y un Máster en Finanzas en una prestigiosa escuela de negocios sabía que no estaba preparado para el mundo real.

Al menos el mundo en el que yo quería estar: el de mercados financieros.

Me había encerrado un año en casa para estudiar sobre bolsa. Estuve leyendo libros, viendo vídeos.. devoraba todo lo que caía en mis manos.

Cuando sentí que podía aportar más que 4 títulos devaluados envié decenas de e-mails a compañías del sector en toda España y en el extranjero hasta que sonó bingo: había llegado una  respuesta de una empresa inglesa emplazándome a una entrevista en el centro de Madrid.

No tardé ni dos días en abandonar mi querida Santander y mudarme a la capital.

Asalté a mi primo, que ya vivía allí, y me quedé en una pequeña habitación que tenía libre en su piso de La Elipa. Fui un «Okupa» a la fuerza.

Pero no iba a ser tan sencillo empezar a gestionar dinero. No.

Nos iban a poner a prueba de lo lindo.

Si quería entrar las condiciones eran éstas: tenía que pasar 4 meses yendo todos los días a la oficina haciendo trading en simulado. En una salita adyacente.

Aun así el puesto no estaba asegurado. Empezábamos 10 el trading lab y sólo había sitio para 3.

Comenzaban los juegos del hambre

Entré en dinámica de trabajo. Miraba al otro lado de la pecera y sabía que quería estar en el otro lado costara lo que costara. Sólo nos separaba una fina lámina de cristal.

Tenía que dar lo mejor para entrar en aquella sala. Pasar al lado de los traders de verdad.

Reportaba diariamente al jefe de operaciones, dando minuciosas explicaciones sobre la toma de decisiones.

Trabajaba con la misma plataforma. En horario de 9 a 18. Un día tras otro.

Como no tenía sueldo y tampoco quería estar llamando a casa cada dos por tres pidiendo la paguita empecé a trabajar por las noches de repartidor en el Pizza Hut del barrio con una scooter de segunda mano que me costó 500€.

Recuerdo con mucho cariño aquellas noches frías de invierno – varias veces bajo cero – andando con la moto de arriba para abajo.

 

En las últimas semanas la tensión y la ansiedad por ser uno de los seleccionados crecía exponencialmente.

Todos pisábamos el acelerador para lograr el puesto. La competencia era voraz.

Hasta que llegó el día de la decisión final.

Estaba hecho un mar de dudas. ¿Sería uno de los seleccionados?

Fuimos entrando uno a uno a la sala con los managers.

En un lado estaba Chris, el jefe venido desde Gales. Nuestro Gareth Bale particular.

En el otro lado el manager español.

Llegó mi turno.

La suerte estaba echada.

 

«No entendimos por qué el día 27 compraste Euro-Dólar después del mal dato de empleo americano.

Ese error te costó caro. Ningún trader profesional  podría hacerlo. Supondría un despido fulminante.

No ha sido la única metedura de pata. Son varias veces las que te has equivocado.

Y por eso hemos dudado mucho contigo..

Pero vemos en ti potencial para mejorar y aprender de estos errores.

Enhorabuena. Estás dentro»

 

Fue uno de los días más felices de mi vida.

 

Pero no podía relajarme. Lo difícil no había hecho más que comenzar.

Debía demostrar que no se habían equivocado.

Imagínate, después de haber estado 4 meses haciendo operaciones en simulado tocaba pasar a la acción.

Tocar el botón ya no iba a ser una broma.

 

 

Recuerdo perfectamente cómo había dejado la plataforma preparada al detalle para hacer las primeras operaciones. Estuve configurándola un día entero.

Me invadía el miedo al saber que a partir de ahora se evaluaría mi rendimiento con números: viendo cuánto era capaz de sacar del mercado.

Estaba hecho un flan. Las manos me sudaban cuando cogía el ratón. No era capaz de tener el valor de pulsarlo para colocar órdenes de compra y venta.

Los tres primeros días fueron terribles. No daba pie con bola.

Por culpa de estos nervios cometí errores de principiante como equivocarme de activo o entrar directamente a mercado en lugar de dejar la orden pendiente de ejecución.

Pero luego todo eso pasó. Poco a poco me fui relajando, entrando en sintonía y cogiendo confianza con el sistema que hoy enseño en la academia.

Gracias a superar aquellos 4 meses en simulado este sitio web es una realidad. Y tú puedes aprender la misma estrategia que hacía en aquel Prop Trading inglés. Es pinchando en este enlace:

 

El Sistema de Trading de Reversión a la Media

 

En OSTC llegaron grandes años donde pude celebrar éxitos junto a mis compañeros, como en 2016 cuando cerré con un resultado de 6 cifras.

Pero esa batallita, junto muchas otras, te las contaré en otros posts.

Ahora me gustaría conocerte un poco más y que me hablases de ti y cómo te tomas el trading en Simulado.

¿Eres de los que no aguantan dos días en demo o tienes la disciplina suficiente como para ganar en simulado antes de pasar a real?

¿Tienes algún otro truco para no aburrirte con la demo?

¿Repites sesiones pasadas para encontrar oportunidades de trading?

Déjame un comentario contándome tus experiencias 😉

 

Un fuerte abrazo y buen trading en simulado

Enrique Mazón

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