«De los libros que me obligaron a leer apenas recuerdo nada.

En cambio, de los que elegí leer, lo recuerdo prácticamente todo».

Nassim Taleb en su obra Antifrágil (2012)


 

Seguro que tienes alguna cuenta pendiente de cerrar. «Antes de morirme me queda por hacer esto, esto y esto». 

Enterrar el hacha de guerra con ese amigo con el que te enfadaste por una chorrada, visitar el lugar mágico que viste en aquella película y que te removió las entrañas o montarte en una canoa y pasarte el día bajando el río Sella riendo, bebiendo y dándote varios chapuzones.

Yo también tengo tachuelas por clavar. Algún día recorreré el camino de Santiago desde Roncesvalles en bicicleta sin asistencia. Sé que va a ser una de las experiencias de mi vida, deteniéndome en pueblos medievales que apenas han cambiado en los últimos 800 años, hablando  con gente de un montón de nacionalidades y divisar la gloriosa llegada a Santiago desde el monte do Gozo.

 

En el ámbito del estudio tenía un par de asuntos por cumplir. El año pasado decidí resolverlo y tachar el «hecho». No quería alargarlo más.

El primero era entender de programación. Siempre me ha gustado crear algoritmos en Excel, bucear en bases de datos, automatizar procesos… pero no había tenido la oportunidad de sentarme tranquilamente a programar una página web. Quería saber qué hay detrás de una aplicación, así que me puse manos a la obra con un curso intensivo. Vi lenguajes como CSS o HTML, creados para el frontal (diseño web) y otros que dan funcionalidad a las aplicaciones – el back -, como Node, Python o Java.

En las primeras semanas del curso sentía como si la cabeza me fuera a explotar, no entendía absolutamente nada y me era imposible seguir el ritmo del profesor. Tenía ansiedad, no podía dormir por las noches… me sentía absolutamente superado. De hecho, tuve un conato de abandono, me presenté en la escuela y dije que no podía más.

Por suerte me convencieron para continuar, fui enganchándome al ritmo de la clase y le cogí el tranquillo. A la hora de presentar los proyectos finales, mi página web diseñada para eventos deportivos salió elegida como la mejor de todas. Fue un esfuerzo de locos, pero mereció la pena.

 

La segunda espinita que tenía pendiente de sacarme era intentar aprobar el CFA

Mira que siempre he sido un renegado de la titulitis. Creo que una certificación te puede ayudar a conseguir un puesto de trabajo, pero no valida capacidades necesarias para triunfar como la creación de un producto, la expresión de una idea o la venta. ¿Cuántas celebridades y millonarios abandonaron la universidad o ni siquiera pasaron por ella?

El caso es que la presión del entorno me pudo. Reconozco haberme dejado llevar.

En todos los trabajos por los que he pasado varios compañeros se presentaron al CFA y les he visto estudiarlo desde cero súper motivados. En Linkedin cada convocatoria genera expectación para comprobar quién aprobó y quién se quedó en el intento. Hasta el otro día vi que en la portada de un libro el autor se autodenominaba como CFA (me pareció bastante pedante).

 

El caso es que me propuse aprobarlo. O para bien o para mal, pero pretendía ir con todo hasta el final. No quería mirar atrás dentro de 10 años y decir:

«Vaya, al final ni lo intenté. ¿Podría haberlo conseguido o era imposible?«

Si te ha picado el gusanillo del CFA y te estás planteando afrontar este reto, sigue leyendo. Lo que te voy a contar es de tu interés.

 

Qué es esto del CFA

Los artículos que encontrarás en una búsqueda rápida de Google siguen la misma línea: que si quienes es un selecto grupo de élite de economistas, te hablan de los sueldazos que cobran en América quienes sacan la certificación (por encima de los $200.000), te dicen que saldrás súper preparado para realizar análisis financieros…

Bla, bla, bla.

El CFA simplemente es un examen con contenido económico-financiero. Punto.

 

Sigamos desmontando mentiras. ¿Sacarse el CFA se puede considerar exclusivo? Pues depende.

Desde luego por el dinero no lo es. ¿O consideras que invertir los 800€ que cuesta la matrícula es una ruina? Poco más hay que gastarse, ya que los apuntes de Kaplan, donde está el contenido resumido, se pueden descargar gratis.

Económicamente no es un esfuerzo, se mire por donde se mire.

 

Otra cosa es un MBA en la escuela de finanzas Top, que te cuesta 60.000€, o más. Ahí estás pagando por una exclusividad y una red de contactos a los que no accederías de ningún otro modo. Muchos estudiantes de MBA tienen que pedir un crédito a varios años vista para afrontarlo.

No me compares gastarte lo que te cuesta la entrada para un buen piso con lo que te cuesta una televisión de medio pelo, no fastidies.

No me compares intentar mejorar condiciones laborales con quitarle un extra al coche. No hay excusas. Se mire por donde se mire.

 

Y ahora vamos con la dificultad. Mi opinión es la siguiente:

Cualquiera se puede sacar el CFA.

Como has leído. Repito por si no ha quedado claro.

 

Cualquiera se puede sacar el CFA

 

Da igual que vengas de estudiar historia, que hayas estado dando la vuelta al mundo de mochilero ganándote la vida haciendo malabares en semáforos o que estés a punto de jubilarte. Si lo preparas con ganas, te organizas y le dedicas tiempo, lo puedes aprobar.

¿Es fácil? Claro que no lo es, requiere muchas horas de preparación. Pero no es una tarea imposible.

Lo que no esperes es ir a probar suerte y a ver si se te aparece la virgen respondiendo las preguntas. En el CFA no existen los milagros.

 

Conozco amigos que se han presentado estando mal preparados y otros bien preparados. Los que iban mal preparados y fueron a ver si sonaba la flauta.. todos han suspendido. No conozco a nadie que lo sacara de chiripa.

En cambio de los que iban bien preparados, algunos lo han superado y otros no lo han conseguido.

Eso sí, quienes habían metido horas por un tubo.. esos lo aprobaron todos.

 

Una dosis de realidad sobre cuál es la mejor edad para preparar el CFA

Olvídate de estar gestionando fondos de inversión para Morgan Stanley al día siguiente de sacar el CFA. Esto no funciona así. La vida no funciona así.

Te va a servir para posicionarte por encima de quienes no lo tienen. Si optas a un puesto de trabajo y la decisión está entre tú y otro, puede que te elijan por haber sacado la certificación, eso no te lo niego. El CFA sólo te va a sumar, nunca te va a restar.

Es una inversión en ti mismo, en tu futuro. ¿Puede haber algo mejor en lo que dedicar el tiempo? Warren Buffet ya lo dijo en su día:

 

«El mejor momento para invertir es hoy.
El otro mejor momento fue ayer»

 

Por lo tanto, si estás dudando entre hacerlo o no, cuanto antes te lances a la piscina, mejor. Una cosa menos que te habrás quitado de encima.

Esta filosofía la sigue cada vez más gente joven. Mientras todavía están estudiando la carrera se meten de lleno en el CFA. Están en la dinámica de hacer exámenes sin tener apenas obligaciones, por lo que es la mejor época.

Me parece una decisión inteligente. Es una etapa de tu vida en la que el esfuerzo extra marginal que hagas te compensará. Ya que estudias la carrera a tiempo completo, te cuesta muy poco estudiar a la vez otra cosa.

 

Luego empiezas a trabajar y la cosa cambia. Entre semana rascas horas de donde no las hay, le quitas tiempo a tu pareja y tienes que olvidarte del ocio los fines de semana.

Yo lo hice con 32 años y podía considerarme de los «viejos» comparándome con el resto de chavales que vi en el centro examinador. Miraba a mi alrededor y les veía a todos unos niños, debían estar por los veinti pocos. Me hizo reflexionar, ya que quizás tendría que haberme puesto con ello antes.

Pero por otro lado, sé que con 20 años no tenía la cabeza amueblada como para afrontar ese reto. Estaba viviendo una realidad paralela en el Erasmus, conociendo un montón de gente nueva y viajando por Europa. En lo último en lo que que estaba pensando era en encerrarme 6 meses para conseguir una certificación financiera.

 

A cada uno le llega su momento cuando le tiene que llegar. A mí me llegó pasados los 30, a otro le puede llegar con 50 y a otro prácticamente de adolescente.

¿Significa que si estás en la cuarentena ya es tarde? No, no quiero decir eso. Lo puedes conseguir, como lo puede conseguir un universitario.

Lo que te quiero decir es que si tienes la fortuna estar leyendo este post con menos de 25 años ponte las pilas ya mismo y aprovecha el tiempo. Perderlo en emborracharte o ir a las aulas a pasear los libros no te va a servir de nada. Prepararte el CFA sí te va a ayudar.

 

Mi Opinión sobre el examen del CFA

Empecé a estudiar pensando que el examen iba a ser diferente a lo que ya había visto tantas y tantas veces. Venía bastante quemado del sistema educativo – siento que la carrera no me sirvió para nada, con un nivel incluso más bajo que el bachiller – y el máster en finanzas fue el mismo perro pero con distinto collar. Esperaba darle la vuelta con el CFA.

Quería creer que me ayudaría a ser mejor profesional. Pensaba que conseguiría nuevas habilidades para el trading, tendría un enfoque de largo plazo diferente, entendería cómo trabajan los grandes gestores… En definitiva, me quedaría con buen sabor de boca, con la sensación de que ha servido para algo.

Pero no sucedió, fue más de lo mismo. Te metes la pechada a estudiar, memorizas un montón de contenido y después vomitas lo aprendido durante 4 horas. Se acabó, no hay más misterio.

 

Han pasado 3 meses y te digo que habré olvidado el 80% del contenido. No me da ninguna vergüenza admitirlo, es la verdad.

De todo lo que he visto, sólo se salvan algunos apartados. Por ejemplo, recuerdo que en la parte de los ciclos económicos decían que lo ideal para reducir la inflación es subir los tipos de interés.

Es justo lo que están aplicando ahora mismo los bancos centrales. Cuando han visto que el grifo del dinero gratis en realidad no era gratis y nos hemos encontrado con una inflación de dos dígitos, han cortado por lo sano. Es decir, subiendo los tipos de interés, la misma solución que da el CFA.

 

Respecto a cómo aplicarlo en tu carrera

Ni vas a ser mejor gestor de fondos, ni mejor trader, ni mejor líder de equipos gracias al CFA. Ahora bien, se te abrirán puertas. Donde antes ni siquiera te recibían ahora te mirarán con otros ojos.

Hay gente que guarda los apuntes en un hueco privilegiado de su biblioteca, eso no lo entiendo. Yo guardo libros que me han tenido en vela más de una noche esperando el desenlace, que me han hecho reír o llorar. O libros de los que he aprendido lecciones muy valiosas.

Llámame infantil, pero Harry Potter sí merece un hueco en mi biblioteca, los apuntes del CFA no. Tampoco te digo que los tires a la basura, eso sería absurdo. Lo más lógico es almacenarlos en PDF y tenerlos de consulta, para cuando necesites revisar algún concepto.

 

El examen es íntegramente en inglés, pero el Idioma no tiene por qué ser un impedimento. Puedes ponerle remedio

Estamos hablando de una certificación internacional, por lo que tanto los apuntes como los exámenes están en inglés. Esto puede dar un poco de miedo, sobre todo si no es tu lengua materna. ¿Cómo puedes afrontarlo?

A ver, es imprescindible defenderte, pero no es para tanto. No hace falta haber vivido 10 años en Inglaterra ni ser bilingüe perfecto. Pero si no tienes ni papa de inglés, ponte las pilas porque no lo vas a sacar ni de lejos.

Por recursos al alcance de tu mano no será: puedes ver series o películas subtituladas, hacer intercambios lingüísticos en tu ciudad con estudiantes Erasmus o irte una temporada al extranjero a trabajar. Lo importante es ponerte al día y tener un nivel medio.

 

Una vez lo tengas, verás que es mucho más fácil de lo que parecía. No utilizan vocabulario complejo y suelen expresarse con los mismos verbos y estructuras sintácticas. Las expresiones terminan haciéndose familiares.

De vez en cuando aparece alguna palabra que te descuadra, de las que no sabes ni por dónde te está pegando el aire. En esos casos haces una pausa, la buscas en el traductor de google y listo.

Me pasó en varias ocasiones, y luego son las que más recuerdas porque te has parado a buscarlo con calma. Una de ellas fue «endowment«. Ni me imaginaba que pudiera ser una fundación sin ánimo de lucro.

 

En qué consiste el temario del CFA

Es cierto que aprobar es muy complicado, pero no por la dificultad de los conceptos. Yendo uno por uno son conceptos sencillos, sólo alguno que otro se atraganta y debes revisarlo con paciencia. Tardarás más o menos en pillarlo, pero ninguno es inasumible.

¿Te parece difícil saber que el Beneficio por Acción es el Beneficio Neto dividido entre el Número de Acciones? Pues es una pregunta del CFA.

El problema viene en la cantidad: hay más de 500 conceptos. Son 57 temas y en cada tema hay unos 10 conceptos desarrollados, las cuentas son fáciles de echar. Va a ser uno de los exámenes de tu vida, sino el que más, donde más contenido vas a tener que llevar aprendido.

 

Lo que vas a encontrar al abrir los apuntes

El CFA Institute es una institución americana así que ya te imaginas por dónde van a ir los tiros. No van a hablarte de las particularidades de la CNMV, de la historia económica de Europa o de los futuros de EUREX. Se estudia un contenido americano.

Esto a nadie le puede sorprender, ya que la mayoría de ciudadanos estadounidenses no ve más allá de su propio ombligo. Vete a Texas y pregunta dónde está España, te dirán que es una provincia de Méjico. Su filosofía es: o te adaptas tú a nosotros y estudias cómo trabajamos, o ni vengas, pero nosotros no vamos a mover un dedo por aprender cómo funcionáis.

Además no se quedan en generalidades, muchas veces se ve temario muy específico, como regulaciones del sector financiero americano o normas contables muy detalladas. También verás el uso del dólar constantemente, es la divisa de referencia. El resto de monedas como la libra, el euro o el yen, son periféricas y las mencionan de vez en cuando, como para hacer ver que existen.

 

Y luego está lo que, para mi, es la gran estafa del CFA.

Cuando se meten en cuestiones políticas u opiniones, vamos a llamarles… interpretables.

No me gustó nada que me metieran por los ojos las bondades del multiplicador fiscal. Es decir, que cuanto más gasta el estado – mediante impuestos, por supuesto – supuestamente más dinero disponible tenemos todos.

Que me traten de convencer de que los impuestos son buenos porque, de lo que me quitan, el gobierno por arte de magia va a hacer crecer la economía… pues mira, no lo compro. Recuerdo perfectamente una frase de Jorge, mi preparador:

 

«Puedes estar de acuerdo o no con estas ideas, pero es material de examen. Hay que estudiarlo y la respuesta correcta es ésta».

 

Tu objetivo no es debatir con ellos, es aprobar. También te digo que a veces sentía que se estaban riendo de mí a la cara. Con una pregunta cogí tal indignación que le hice un pantallazo y se la pasé a un amigo por Whatsapp.

La pregunta en cuestión decía: «¿Cuál de los siguientes grupos de interés saldrá más beneficiado del crecimiento de una compañía con resultados excelentes?»

¡Y la respuesta correcta es el Gobierno, porque va a recaudar más! Es decir, que te dejas la vida montando una empresa para que el socio tonto sea el que se lleva el premio. Tócate las narices, si es que ya ni se esconden.

La pregunta del CFA con la que me indigné

 

La puntilla está en los estándares éticos y los códigos de conducta del propio CFA. Casi un 20% de la puntuación se la lleva este módulo

Llegué a ver alguna pregunta pidiéndome los requisitos para usar el status de CFA. La respuesta correcta era la obligación de pagar una tasa anual. ¿Tú te crees que voy a ser mejor analista financiero por saber que debo pasar por caja una vez al año?

Hay otros aspectos decepcionantes, como cuando les da por meterte miedo. Te preguntan sobre las terribles consecuencias de publicar en internet preguntas del examen y la respuesta correcta en estos casos suele ser la más radical: o te van a expulsar de la institución, o te van a denunciar o te van a meter una multa, es difícil fallar. Yo creo que somos todos mayorcitos como para estar perdiendo el tiempo con estas cosas.

Bueno, después de este desahogo sobre las decepciones que esconde el CFA, y que nadie se atreve a contar por miedo a ser señalado, nos metemos de lleno en lo que más te interesa del post: la estrategia de estudio para tener una alta probabilidad de aprobar.

 

Éste es el tipo de examen que te vas a encontrar

El formato es tipo test con 3 posibles respuestas, y las incorrectas no restan. Como es lógico contestarás todas, aunque en alguna no tengas ni idea. Si no respondes te quedas sin la posibilidad de sumar.

Son 180 preguntas y el examen dura 4 horas y media (lo dividen en dos sesiones con un descanso entre medias). Por lo tanto, haciendo un cálculo lineal, tienes 90 segundos por cada cuestión.

¿Minuto y medio por pregunta es mucho tiempo o es poco? Pues depende. En algunas vas a necesitar 2, 3 o 5 minutos porque toca desarrollar complejos cálculos encadenando varias fórmulas, y en otras con 10 segundos puedes marcar la respuesta. O lo sabes o no lo sabes, pero no hay vuelta de hoja.

 

Si lo llevas bien preparado no hay problemas de tiempo. Contestas rápido a la mayoría, que son las rápidas, y pasas a la siguiente. Las difíciles las dejas para el final y haces lo que puedes hasta que suene la campana.

El problema viene cuando tienes el temario cogido con pinzas. Entonces las preguntas rápidas ya no son tan rápidas y vas a necesitar mucho más que 10 segundos para estar seguro de cuál es la respuesta correcta.

Llegarás al final con el agua al cuello sin la posibilidad de repasar ni extenderte en las preguntas largas. Es la diferencia entre ir bien preparado o ir al matadero.

 

Atención con los enunciados, juegan a engañarte

Una peculiaridad del CFA es que todas las preguntas son únicas. Nunca se han visto antes.

Por eso cuando estás haciendo tests no sirve de nada aprenderte de memoria los enunciados. Es un error: lo que tienes delante de tus narices no va a aparecer jamás.

Los tests sirven para validar el conocimiento. No encontrarás exactamente la misma cuestión, pero sí alguna muy parecida, con pequeños cambios.

 

La dificultad radica en cómo están formuladas. El concepto es sencillo pero le meten trucos para confundirte como dobles negaciones o elegir la peor opción en lugar de la mejor. Lo vemos en un ejemplo:

«¿Cuál de las siguientes opciones es la PEOR estrategia si NO quieres reducir volatilidad en tu portfolio?»

  • Comprar Opciones Call
  • Comprar activo Risk-Free
  • Comprar Stocks Markets

 

He subrayado lo confuso. Saber cuál es la mejor estrategia para reducir volatilidad en una cartera es sencillo, pero han metido de por medio una doble negación que te deja confundido.

Lo fácil es equivocarse, tirar con lo primero que has leído – o lo que has creído leer – y llega el error.

Hay que acostumbrarse a estos líos y hacer muchos ejercicios de los que van a pillar. Dominarlos supone la delgada línea entre aprobar y suspender. El tiempo extra que te tomes en leer bien el enunciado marcará la diferencia.

 

¿Con cuánto se aprueba? Vas a necesitar más de un 5

Vamos a descubrir más sobre la nota mínima de corte.

Esto no funciona como el colegio donde cumplías con un 5 y podías sacar un suficiente, notable o sobresaliente. En el CFA o apruebas o suspendes. No hay más pamplinas.

Entonces te estarás preguntando qué tienes que hacer para superarlo. Te cuento:

 

El aprobado ronda el 70% de aciertos. Es decir, hay que responder bien 126 preguntas de las 180.

Si pensabas que al ser tipo test te lo iban a regalar y que haciéndolo a voleo puede que lo saques ya te anticipo que ni de coña. Con un 5 podría ser, pero llegar al 7 nunca es casualidad.

Lo podemos comprobar con el el bajo porcentaje de aprobados en los últimos años. ¡En las 4 convocatorias de 2021 la media de aprobados fue del 25%! En la que me presenté, en mayo de 2022, ni siquiera llegó al 40%: se quedó en un 38%.

 

Tabla con el porcentaje de aprobados en el CFA desde 2015

 

Cómo afrontar el CFA: mi estrategia de preparación para conseguir el aprobado

En este apartado quiero dejar clara una cosa: cualquier preparación es válida siempre y cuando ataque el objetivo de sacar un 70% de aciertos.

Olvídate de ideas románticas como saberte de memoria todo el contenido, esto no son las rimas de Bequer. El CFA sólo es un examen más y tu único objetivo es aprobarlo. El tiempo en esta vida es limitado así que toca optimizarlo y dejarse de derroches innecesarios.

Para ello debes seguir una estrategia.

 

Lo que te voy a contar fue el plan que yo seguí y que me funcionó. No te puedo contar el de otros porque lo desconozco.

Quizás a ti no te funcione copiarlo, puedas coger alguna idea para adaptarlo al tuyo o decidas replicarlo al completo y te funcione igual de bien que a mi.

Si estás decidido a presentarte la información que vas a encontrar ahora te va a servir de ayuda. Te dejo ya con los 7 puntos que me ayudaron a superar el CFA:

 

#1. Un curso de preparación para centrar el tiro

Seguro que has escuchado alguna vez eso de «El pobre lo paga dos veces». No puedo estar más de acuerdo.

Cuando rateas en aspectos importantes de la vida por ahorrarte cuatro duros y te piensas que lo puedes hacer tú solito, lo vas a terminar pagando caro.

Es como ponerte a arreglar el coche cuando se te estropea en lugar de llevarlo al mecánico. Entre que reconoces lo que le ocurre, buscas la manera de repararlo, o compras unas herramientas que sólo vas a usar una vez… no compensa.

 

Es mucho mejor centrar tus energías donde eres especialista para que otros te paguen por hacer bien tu trabajo, y pagar a otros para que te ayuden donde no tienes ni idea. Pues con el curso de preparación lo vi clarísimo.

Si un tío que ya ha hecho el CFA me va a decir cómo estudiarlo, me va a incidir en los puntos clave, me va a ahorrar tiempo seleccionando material…  sólo por el estrés que me está quitando de encima y la tranquilidad que me está aportando habrá merecido la pena.

Si el curso te ahorra 40 horas ya compensa el coste de oportunidad. Y si no, echa cuentas multiplicando por cuánto cobras por una semana de trabajo a tiempo completo.

 

Es un sector con mucha competencia, por lo que la calidad de los cursos es alta y los precios asumibles. No son productos caros, al menos no para el beneficio del que vas a disfrutar en el futuro.

Seguramente te surge un dilema: ¿es mejor ir a una academia presencial o hacerlo online? Conozco gente que prefiere ir físicamente a un sitio para que el profesor le suelte la parrafada delante de sus narices. Se sienten más seguros y creen que el conocimiento les entrará mejor.

Yo lo cogí 100% online para ahorrar tiempo en el vete y ven. Esa hora de ir y venir prefiero invertirla en bajar al gimnasio y meterle 40 minutos de caña dando golpes al saco de boxeo, que además de venir bien físicamente me va a despejar la cabeza.

 

# 2. Las tres vueltas al temario

La primera vuelta es la más lenta y la más dura, parece interminable. Reconozco que en ocasiones me he quedado dormido viendo los vídeos en esta fase. No era capaz de seguir el hilo.

Tenía que darle al pause y tirar para atrás porque era tal la cantidad de información que terminaba abrumado. Muchas cosas te van a sonar a chino. Pensarás: «¿para qué me he metido yo aquí?»

Da igual, no atajes, no empieces diciendo «esto no vale para nada, así que me lo salto». El cerebro está reteniendo la información. Aunque en ese momento no te das cuenta, el resultado lo verás más adelante.

 

En la segunda vuelta las piezas del puzzle comienzan a encajar.

Donde antes te quedabas en blanco ahora te haces una idea de por dónde van los tiros. Ya no cuesta tanto cogerlo y te centras en consolidar los conceptos difíciles.

Subes la intensidad de los tests y coges velocidad y soltura. La máquina ya ha echado a rodar.

 

En las últimas 6 semanas toca dar la tercera vuelta.

Ya vas haciendo los tests a ritmo ligero. En este punto te das cuenta que la mayoría de las preguntas o las sabes o no las sabes.

Te detienes para entender las que no dominas y haces las últimas anotaciones.

 

Y ya como extra hice un repaso los dos últimos días. Fue el remate final.

Di un vistazo al temario muy por encima. Aquí ya no hay tiempo de anotar nada. El 99% del trabajo estaba hecho.

Me centré en pillar 4 o 5 conceptos que hasta el momento me habían costado bastante y los llevé machacados al examen. Estaba convencido que alguno entraría, como así fue.

 

La importancia de las anotaciones

Cuando estás metido en un módulo y hay algo que no te cuadra te recomiendo apuntarlo. Más adelante lo mirarás y te parecerá una chorrada, pero si anotas algo es porque en ese momento te ha llamado la atención.

Mi recomendación es en una primera vuelta de ejercicios hacer TODAS las anotaciones en cosas que no entiendas.

Así luego cuando lo repases tu «yo» del pasado te estará diciéndo: «oye, presta atención aquí».

 

#3. Ejercicios, ejercicios y ejercicios

Después de ver la teoría de un módulo sólo hay una cosa que hacer: resolver preguntas. Pero no hay que ponerse a hacer tests a lo loco.

No consiste en hacer 300 preguntas del tirón, comprobar rápido si la respuesta es correcta o errónea y seguir a la siguiente. Eso no sirve para nada porque no has repasado el error de las incorrectas. Y como se aprende es revisando el temario.

Muchas preguntas las habrás acertado y no sabrás ni por qué. Por pura suerte, ya que tienes un 33% de probabilidades de acierto. Si no las revisas te estás haciendo trampas al solitario.

 

Con un set de 20-30 preguntas al día bien revisadas avanzas infinitamente más que haciendo 150 deprisa y corriendo.

Si no tienes ni idea de la respuesta, en lugar de marcar una al azar vas a los apuntes y lo buscas. Te detienes el tiempo que haga falta hasta que encuentres la solución.

Si has fallado, vas a los apuntes y buscas por qué está mal. Te detienes el tiempo que haga falta hasta que lo entiendas.

 

Por último te digo un truquito de creación propia que me vino genial.

Resolvía los tests en un Excel y a la derecha creé una fila donde escribía una explicación de la respuesta. Así luego me era mucho más fácil revisar y retenía mejor la información.

Ésta es la plantilla en la que hice cientos de anotaciones:

Así me estructuré las anotaciones de los tests, con un Excel

 

#4. Una planificación realista de 400 horas

Según el propio CFA Institute necesitas 300 horas de estudio para aprobar el nivel 1. Pero a mi eso se me hace poco. Llegarías muy justo al examen.

Seamos un poco amarrateguis. Como es mejor ir sobrado para evitar sustos, vamos a ponerle un 20% adicional: 360 horas de estudio.

Aseguremos un poco más. Vamos a meterle 40 horitas extra: se nos van a las 400. Y así lo dejamos.

 

Llámame loco pero prefiero meter 400 horas y saber que estoy listo, que hacer 300 horas e ir justo, suspender y volver a meter 300 horas al año siguiente para volver a ir justo. En total has invertido 600 horas y quizás suspendes las dos veces, en lugar de meter 400 horas una vez y asegurarte el aprobado.

Prefiero hacer un esfuerzo mayor y superarlo a la primera. No tener que repetirlo y entrar en un bucle tortuoso del que nunca sales.

También te digo, no esperes enchufarte las 400 horas en los últimos dos meses porque vas listo, hay que planificarse bien. Sabiendo cuánto tiempo hace falta estar hincando codos te propongo un programa realista de 8 meses y 2 semanas dividido en 3 etapas. Está pensado para ir de menos a más y terminar a tope:

 

– Primeros 6 meses de acumular horas

El inicio es relajado pero constante. La idea aquí es ser la tortuga y no la liebre.

Lo importante es no quemarte. No te va a servir de nada empezar a tope durmiendo 4 horas, si luego vas a estar reventado todo el día. Además, ese esfuerzo extra lo vas a pagar en las semanas finales, no vas a estar lúcido.

Por eso el primer semestre te propongo 5 días de trabajo y 2 libres:

  • Entre semana estudiar hora y media al día, 4 días a la semana.  Descansas uno (la gente se suele tomar el viernes de respiro).
  • El fin de semana metes 4 horas en una sesión. Eliges o sábado o domingo.

 

– En los últimos 2 meses toca apretar. La meta está cerca

Lo que en ciclismo serían los últimos 40 kms de etapa. Sólo queda una hora de carrera, así que debes estar con mil ojos a los movimientos de los rivales si quieres luchar por la victoria.

En esta fase descansas solamente un día. El fin de semana, como lo tienes más libre, tienes que aprovecharlo para sumar 8 horas:

  • Entre semana 2 horas, 4 días a la semana. Incrementas media horita diaria respecto a la etapa anterior.
  • El fin de semana 4 horas el sábado y otras 4 el domingo. Ya no puedes permitirte el lujo de descansar uno de los dos días. Hay que renunciar a muchos planes.

 

– La última Semana es el Sprint Final

Divisas el banderín rojo que marca 1 kilómetro para la línea de meta. Aquí no queda otra que apretar, apretar y apretar hasta cruzar el arco de meta. Te estás jugando el todo por el todo.

Si trabajas cógete una semana de vacaciones. La vas a necesitar para cumplir mi propuesta de meter:

  • 8 horas al día durante 6 días

Y a la séptima jornada descanso, como dice la Biblia. El día antes casi mejor que te lo tomes libre. Vas a necesitar un respiro mental.

 

En el siguiente cuadro resumo la planificación:

 

Tres puntos clave para cumplir la programación

Para empezar, hay que quitarse de hacer cosas.

No puedes ir a la clase de bachata los martes, el partido de pádel del miércoles, a yoga los jueves, a crossfit 3 veces, terminar de trabajar a las 8 de la tarde o llevar a los niños a 5 extraescolares y esperarles a la salida sin hacer nada.

Todo no se puede. Así que elige.

 

El segundo aspecto: dedica tiempo de calidad, no cantidad.

¿De verdad no puedes sacar hora y media al día para estudiar? Si estás en esa onda mejor deja de leer aquí.

Ahora, las dos horas tienen que ser dos horas dedicadas. Si miras el Whatsapp cada 15 segundos o te pones a leer el Marca, estás tirando a la basura tu futuro. De eso no sacas nada.

Mira, mientras me preparaba el CFA estuve trabajando a tiempo completo en horario de oficina en el centro de Madrid, hice un viaje a Bélgica con mis amigos a disputar el Tour de Flandes, me escapé 10 días a la Vuelta a Turquía de ciclismo… Vamos, no paré quieto.

Ahora bien, el ordenador siempre me acompañaba y me las apañaba para sacar tiempo. Mientras mis compis estaban de cervezas los viernes yo me iba a casa a estudiar, cuando curraba fuera en lugar de salir de cachondeo me encerraba en la habitación del hotel, o hasta en los viajes en coche pedía que otro condujera para sacar los apuntes.

 

El último aspecto es tener margen para imprevistos

Con mi propuesta de 8 meses y una semana deberías llegar sobrado sin hacer grandes sacrificios, simplemente optimizando el tiempo. Para ser todavía más conservador vamos a meter una semana adicional. Es decir: 8 meses y 2 semanas. ¡Casi como un embarazo!

Así puedes coger la gripe y estar 7 días fuera de combate sin estar agobiado. O si te sale un viaje irrechazable puedes hacerlo, o si a alguien de la familia le pasa algo estás disponible… Con esa semana de margen irás desahogado.

Y ya para terminar: si te pilla Navidad de por medio no seas lelo y tómate una semana libre. Nunca sabes cuándo será la próxima vez que celebres las fiestas con tus padres, tus hijos o tus abuelos. Es uno de los momentos mágicos del año, no lo cambies por los libros.

 

#5. La convocatoria de mayo es la clave

Aquí voy a tocar un aspecto que no he encontrado en ningún sitio. Me refiero a la convocatoria idónea a la que acudir. Desde mi punto de vista apuntarse a la de mayo es la mejor por una cuestión de ritmos vitales.

La preparación empieza en octubre o como muy tarde noviembre, abarcará todo el invierno y parte de la primavera. Recuerda que cuando salgas de trabajar irás directamente a la biblioteca o te encerrarás en casa 2 horitas. Y hacerlo en invierno cuesta menos.

En esa época a las 5 de la tarde ya es de noche, a nadie le apetece estar en una terraza congelándose. Ni dar un paseo por la playa cuando el sol ya se ha escondido. No te estás perdiendo nada por estar hincando codos con lo que aprieta el frío fuera.

 

En cambio, si te presentas a la convocatoria de noviembre debes empezar a estudiar en abril / mayo y continuar todo el verano, junio julio y agosto. Sólo de pensarlo se me cae el mundo a los pies. Cambiar el baño de la tarde en el Sardinero o salir en bicicleta los fines de semana con un sol radiante por estar los apuntes del CFA bufff… no lo veo.

Además, una vez salgas de la paliza del examen tendrás que darte un premio. Aunque sólo sea salir a tomar el sol sin mayores preocupaciones y quitar el blanco quirófano de la piel. En noviembre ya me dirás tú qué puedes celebrar.

Si por fuerza de causa mayor no puedes elegir vale, haces el esfuerzo de sacrificar el verano. Pero pudiendo escoger entre encerrarte cuando hace calor o encerrarte cuando hace frío, no hay color.

 

#6. Los Mock Exams no son definitivos

Últimamente se ha puesto de moda una preparación basada en hacer exámenes de prueba.  A mi me parece un error y te voy a contar por qué. Pero antes te recuerdo lo primero que te dije al principio: sólo te estoy contando lo que a mí me funcionó para aprobar.

Los exámenes de prueba me los tomé como un complemento cuando ya había dado dos vueltas al temario. Primero había pasado por miles de preguntas revisándolas una por una en las que repasaba los conceptos. El test iba después de estudiar, no antes.

De hecho, pequé de hacer pocos exámenes. Seguí la recomendación del CFA Institute e hice solamente dos «mock» estas fechas:

 

  • Un mes antes del examen

Saqué un 5 raspado. Era el primer intento y te reconozco que esperaba un resultado más alto. Me sentí decepcionado con el resultado.

Echando la vista atrás fue lo mejor que me pudo suceder. Si hubiera sacado un 8 me hubiera relajado. Hubiera confiado en lo bien que lo llevaba y no hubiera apretado como lo hice.

El 5 me hizo espabilar. Me di cuenta de que no iba tan sobrado como pensaba y solamente quedaban 30 días. Tenía que ponerme las pilas.

 

  • Dos semanas antes del examen

Fue un fracaso absoluto: saqué un 5,5. Esas dos semanas le había metido bastante caña y ver una nota que no me daba ni de lejos para el aprobado me hizo dudar sobre toda la preparación. Me vine bastante abajo.

Seguí concentrado a tope para afrontar la recta final, con la duda sobrevolando por haber tenido unos resultados tan malos en los exámenes de prueba.

Y luego resultó que en el examen estuve bastante por encima del 7. Cumplí el objetivo con creces.

 

¿Cómo fue que aprobé sobrado si los simulacros de examen habían sido una ruina?

Mira, creo que el cerebro distingue cuándo te estás jugando algo gordo de cuándo no. Por muchas ganas que le pongas, el examen es el examen y el simulacro es el simulacro.

Es como la diferencia entre entrenar o competir. Eso se me quedó grabado de cuando era ciclista.

En los entrenamientos podías hacer tests en alguna subida apretando a tope hasta tu máximo. Pero luego llegaba el día de la carrera y marcabas unos valores de esfuerzo a los que nunca habías llegado. Ese puntito extra solamente salía a relucir en esos momentos de agonía extrema, cuando te estabas jugando la victoria.

 

El Mock Exam sirve para entrar en ambiente de examen. Practicas las horas, te distribuyes el tiempo por cada pregunta, entiendes el formato para evitar sorpresas…

Pero el resultado no es definitivo. No te desanimes si no sacas una gran nota.

Casi que mejor: espabilarás.

 

#7. Descartar el 10% del contenido, lo más difícil

Cierro la estrategia con otro apartado que nadie cuenta: es inviable abarcar todo el temario.

Al CFA no vas a por la matrícula de honor, no existen rankings. Sólo hay aprobados y suspensos. Tu objetivo es estar en el primer grupo optimizando el recurso más valioso del que dispones: el tiempo.

Recuerda que se aprueba con un 7. Sería absurdo llevar preparado el 70% del temario, ya que con un par de fallos estarías fuera.

 

Pero si llevas el 90% del temario al dedillo es muy difícil suspender.

Ponte que fallas el 20% de las preguntas de lo que sabes. La nota final sería un 7,2 (80% de aciertos sobre 90% del contenido. 0,8 x 9 = 7,2)

Las cuentas salen. Y eso es lo único que importa.

 

¿Y qué te quitas? Descarta lo más difícil para ti.

Yo descarté varios puntos de estadística, los que no me entraban ni con calzador. Sentía que para aprenderlos iba a necesitar muchísimas horas, así que pasé de ellos. Las partes que requieren mucho menos esfuerzo me las sabía a pies juntillas.

No tiene ningún sentido tirarle a todo y creer que te van a dar una matrícula de honor, porque no va a ser así. Es muchísimo mejor aprender las partes sencillas que perder energías valiosas en los puntos de dificultad extrema. No pasa nada por dejar un 10% sin tocar si el resto lo llevas bien.

 

La estrategia de Examen

Quiero que te marches del post con un buen sabor de boca, así que te voy a dejar este jugoso bonus sobre tu día D.

En la mayoría de centros preparadores del CFA solamente se centran en el temario, en hacer preguntas, en los resúmenes… pero casi ninguno dedica la importancia que se merece a cómo afrontar las 4 horazas y media del examen.

No consiste sólo en sentarse a vomitar lo aprendido. Cuantos más cabos sueltos lleves atados más tranquilo estarás y las fuerzas estarán centradas en lo único que importa: contestar bien a las preguntas.

 

#1. Cuadernos y folios por un tubo

Alegan cuestiones de seguridad para darte dos raquíticos folios al entrar a la sala, el problema es que con el primer ejercicio largo ya te los habrás fundido. No te cortes en pedir más y más folios, tantos como necesites. Estás en tu derecho.

Escribir en papel las fórmulas y los desarrollos de los problemas me ayuda a interiorizar los conceptos y a saber que lo estoy haciendo bien. Durante la preparación consumí dos cuadernos enteros solamente con anotaciones y resolviendo ejercicios.

En el examen yo era el pesado que pedía folio tras folio. No sé la de veces que llamé a la chica para que me diera más, pero no me dio ninguna vergüenza. Ellos son quienes deberían sentirla, no el alumno.

 

#2. Una primera vuelta asegurando respuestas fáciles

Lo ideal es quitarse de en medio primero las preguntas que te sabes si o sí. Las que tienes clara la respuesta en 5 segundos.

En la aplicación del examen hay una herramienta para marcar las dudosas con una banderita. Marcas las que tienes dudas, así luego es fácil volver a ellas sin tener que estar rebuscando.

Ejemplo de test en el CFA

 

#3. Contestar a todo

Como ya vimos antes, las respuestas negativas no restan. Pregunta que no contestas, te quedas sin la posibilidad de sumar. No tiene ningún sentido dejarlas en blanco.

 

#4. Las preguntas imposibles se responden a voleo

No sirve de nada atascarse 5 minutos en una pregunta que no sabes. El conocimiento no te va a llegar por arte de magia en ese preciso momento.

Recuerda que de media solamente tienes 90 segundos. Estarás quitando tiempo de otras preguntas en las que te hará falta para desarrollar fórmulas.

Si no tienes ni idea de la respuesta, marcas una opción al azar y a por la siguiente.

 

#5. Leer los enunciados con calma

Antes te he contado que van a jugar a engañarte con las dobles negaciones y las cuestiones enrevesadas. Si picas el anzuelo estás perdido.

La única manera de hacerlo bien es no precipitarse. Perder unos segunditos en entender qué te están pidiendo es crucial.

Y si tienes que leer la pregunta dos o tres veces hasta tener claro lo que te están pidiendo, la lees dos o tres veces.

 

#6. Dejar ética para el final

Es el módulo más denso con diferencia. Sólo en leer la pregunta y entenderla puedes tirarte entre uno y dos minutos. Te pongo un ejemplo para que veas a lo que me refiero:

Te cuentan la historia de una tal Selma Brown, gestora de carteras. Uno de sus clientes, dueño de una cadena de gimnasios, le ofrece a Selma usar el gimnasio gratis si consigue sacarle una rentabilidad superior al 2% por encima del SP-500. Ella informa de esta propuesta a su supervisor.

Además luego te hablan de Arnold Turney, que trabaja para la misma empresa. Dice que le han elegido para ser consejero de la empresa Omega y que le van a pagar por acudir a los consejos de administración.

Nos preguntan si estos comportamientos violan los Estándares de Conducta del CFA o si no lo hacen.

 

¿Cuánto has tardado solamente en leer el enunciado? Procesar la información y valorar la respuesta correcta también lleva lo suyo. Necesitas tiempo para tener una respuesta sólida.

Es muy fácil que se te haga bola y atascarte con tanto lío de datos, nombres, puestos de trabajo y dilemas éticos.

Prefiero tener el grueso del examen terminado para afrontar ética con tranquilidad. Así vas con menos carga mental, sin la ansiedad que te causa tener que salir corriendo a responder el resto de preguntas. Esa liberación te dará un puntito extra.

 

La importancia de estar centrado visualizando tu objetivo

Antes de concluir te voy a contar unos pequeños truquillos que me ayudaron a sacarme la certificación. Así que te voy a revelar un pequeño secreto: entre diciembre de 2021 y mayo de 2022 no escribí ningún artículo de este blog. Ni uno.

Me planifiqué para quitarme esa tarea durante la época de estudio. Desde el momento en que tomé la decisión de lanzarme a por el CFA me puse a adelantar trabajo para tener 6 meses «sabáticos». Lo hice escribiendo el doble o el triple de artículos que habitualmente, y así, una vez a la semana sólo tenía que darle a publicar el post que ya tenía guardado.

Es decir, que la planificación para el CFA empieza mucho antes de sentarte delante de los apuntes. Si quieres tener posibilidades de éxito, debes aligerar la mochila con la que cargas.

 

Por otro lado, fui super estricto con los horarios de trabajo. En épocas normales nunca me ha importado meter horas de más en la oficina, o coger el teléfono a las 8 o 9 de la noche y resolver algún problema. Lo veía como algo normal.

Sin embargo, en esos meses cambié el chip. Si mi horario es hasta las 6, salgo a las 6 y no a las 8. Y el teléfono a partir de esa hora queda desconectado. Hemos estado más de 8 horas juntos para solucionar los problemas, así que no pasa nada por dejar algo para mañana, que no se acaba el mundo.

Hubiera sido imposible aprobar echando 10 horas diarias en la oficina o contestando al teléfono cada dos por tres, estando siempre disponible.

 

Respecto al lugar de estudio, tengo la suerte de vivir en un pequeño pueblo con la biblioteca a un paso de casa. Es uno de estos lugares que me encantan porque como no va casi nadie (muchas veces sólo estábamos la bibliotecaria y yo), puedes estar súper concentrado. Te recomiendo que para estudiar elijas tu propio lugar de paz.

Y ya por último, es muy importante comunicar tu objetivo a quienes te rodean. Debes hacerles saber que te has marcado un reto muy importante, pero que para cumplirlo solamente vas a tener libre un día a la semana. Los planes chulos tendrán que esperar.

Mi familia sabía que me estaba jugando algo gordo. Me apoyaron desde el principio y gracias a ellos conseguí sacarlo. Siempre se lo agradeceré.

 

El verdadero motivo para intentarlo

Mira, he sido un idealista durante demasiado tiempo. Creía que la manera de cambiar las cosas era enfrentarme a la gente, hacerles ver mi parecer y esperar que de alguna manera milagrosa mis ideas se impregnaran en su cabeza y tomaran acción.

De un tiempo a esta parte he decidido dejar de luchar contracorriente. Puedo estar más o menos de acuerdo con cómo funciona la sociedad, pero me he dado cuenta que no se puede ir en contra de la ola. La masa siempre te aplasta.

O vas con ellos, o te apartas y les dejas pasar. Pero no puedes pelear contra una fuerza un millón de veces superior a ti.

 

Mi ámbito de alcance es mi entorno más cercano y entiendo que la mejor manera de conseguir un mundo mejor es portándome bien con quienes quiero. No tengo ninguna duda de que el bien siempre triunfa sobre el mal.

¿Y por qué te cuento esto? Pues porque el CFA tiene muchos inconvenientes.

Hay un montón de temario que nunca vas a aplicar en la vida real, te meten por los ojos las bondades de los impuestos y hasta quieren convencerte de que el pensamiento colectivo está por encima de los derechos individuales. Por ese lado es decepcionante.

 

Pero hay que decir una realidad: a las grandes empresas les da confianza. Les gusta que el trabajador esté respaldado por ese título y, sobre todo, que se haya tomado la molestia de prepararlo como mínimo 6 meses.

Y ya sabemos lo que supone entrar en las compañías potentes: las condiciones de trabajo son mejores. Tienen sueldos más altos, más días de vacaciones, o beneficios como seguro médico o coche de empresa.

Así que oye, si el mundo valora el CFA, démosles el CFA. Estando arriba puedes hacer mucho más por los demás y aportar muchos más granitos de arena a la sociedad que siendo pobre.

 

Otro punto a favor es que no es una aldeanada. Quien es CFA lo es en Madrid, en Londres o en Singapur.

Es tu carta de presentación en los grandes hubs financieros. Si estás pensando dar el salto a otro país, con ese título bajo el brazo va a ser mucho más fácil.

Y para que lo veas más claro te voy a contar una historia de un antiguo compi de trabajo de OSTC, la compañía de trading inglesa en la que estuve 5 años.

 

En OSTC había traders de todo tipo. Había dos fueras de serie, que ganaban auténticas burradas. Esos cerraban el año con 6 ceros sin despeinarse.

Luego estábamos los del montón, que algunas veces ganábamos más, otras veces ganábamos menos, pero nos manteníamos. Con los beneficios nos daba para cubrir nuestro propio sueldo y de vez en cuando rascábamos bonus.

Y luego estaban los del vagón de cola. Esos eran los que no solían durar mucho, tarde o temprano la empresa les daba puerta. Después de verles en acción una temporada, sabías que la especulación y los mercados no era su sitio.

 

Pues uno de los traders, vamos a llamarle Fran, se sacó el nivel III del CFA cuando estaba en la empresa. No era ni de los fuera de serie, ni de los del montón, sino que Fran era de los traders que estaba en el vagón de cola. Todos sabíamos que no le quedaba mucho tiempo ahí.

A Fran no le llegaron a echar por los pelos, porque se fue él primero. A las pocas semanas de aprobar le contrató el BBVA en Suiza ganando un pastizal. ¡Multiplicó por 5 su sueldo!

Si él, que era un tío que no valía para trabajar en un departamento de Prop Trading, lo aprobó, no veo motivos para que tú no puedas intentarlo. Echándole ganas y teniendo claro dónde quieres estar de aquí a unos años es posible.

 

Quizás no es tu momento o no te interesa sacrificar esos 9 meses de preparación, y tampoco pasa nada, no estás en ese punto. Lo que está claro es que si has caído aquí es porque te interesan la bolsa y los mercados, y para mejorar tus resultados te puedo ayudar con mi Curso de trading.

No tendrás que torturarte con contenido en inglés, es en español. Tampoco consiste en ver una teoría aburrida que jamás vas a utilizar, sino que es material práctico que puedes usar desde el minuto uno.

Por último, debes saber que no te quedarás solo frente al mercado, sino que vamos a trabajar codo con codo 6 meses para que des el cambio que realmente necesitas. No el que necesita otro, no, el que necesitas tú. Aquí te dejo el enlace al Curso:

 

6 meses de Trading en directo y tutorías con el Sistema de Reversión a la Media

 

Antes de terminar me gustaría saber qué te parece el CFA, ¿crees que es una certificación que aporta valor, o estás cansado de tanta titulitis?

¿Te animarías a prepararlo por libre, o prefieres que te ayuden en una academia?

Un fuerte abrazo y muy buen trading. Con el CFA o sin el CFA 😉

Enrique Mazón

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Comentarios:

29 comentarios en “El método de estudio con el que aprobé el CFA nivel 1, la certificación con la que – en teoría – entras en la «élite de los economistas». A ti también te puede servir hacer la misma preparación que a mi me funcionó, o puedes coger alguna idea


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