«El Principito llegó a un planeta habitado por un bebedor. Fue una visita breve, pero sumió al principio en una gran melancolía.
– ¿Qué haces ahí? – preguntó al bebedor, a quien encontró instalado en silencio, ante una colección de botellas vacías y una colección de botellas llenas.
– Bebo – respondió el bebedor, con aire lúgubre.
– ¿Por qué bebes? Preguntóle el principito.
– Para olvidar – respondió el bebedor.
– ¿Para olvidar el qué? Inquirió el principio, que ya le compadecía.
– Para olvidar que tengo vergüenza – confesó el bebedor, bajando la cabeza.
– ¿Vergüenza de qué? indagó el principito, que deseaba socorrerle.
– ¡Vergüenza de beber! – terminó el bebedor, que se encerró definitivamente en el silencio.
Y el principito se alejó, perplejo.
Fragmento de «El Principito», de Antoine de Saint-Exupéry.
La ilustración también fue creada por el autor.

Antoine de Saint-Exupéry, además de escritor, fue un reconocido piloto de aviones. Su obra maestra, El Principito, está inspirada en el accidente que tuvo en el desierto del Sahara, mientras intentaba batir el récord de tiempo volando entre París y Saigón (Sur África), y así embolsarse el premio de 150.000 francos asignado a quien lograra dicha hazaña. Después de 19 horas de trayecto declaró aterrizaje de emergencia, y pasó 3 días deshidratado en medio del desierto, sufriendo alucinaciones visuales y auditivas; hasta que un beduino en camello le rescató al cuarto día, cuando estaba a punto de morir.
Antoine de Saint-Exupéry vivió en Nueva York durante los primeros años de la Segunda Guerra Mundial, pero pidió regresar para combatir la ocupación alemana junto a la resistencia francesa. Finalmente fue destinado a las islas de Córcega y Cerdeña, siendo con 44 años uno de los hombres más viejos en servicio. El 31 de julio de 1944 Saint-Exupéry despegó en una misión de reconocimiento sobre los movimientos de las tropas alemanas en el valle del Ródano, pero no regresó jamás.
Lo más probable es que su avión fuera derribado por alguna batería antiaérea germana, pero tampoco es descartable un posible suicidio, ya que Charles de Gaulle, el presidente de la República Francesa, le había acusado oficialmente de traidor a su patria, favoreciendo a Alemania; en un libro que fue publicado en 1942 y prohibido en 1943 (lo cual fue devastador para el escritor). Su pulsera de identificación fue encontrada por un pescador 54 años después de su muerte, en 1998. En esta reliquia también está grabado el nombre de su esposa y el de sus editores, junto a la dirección de éstosen Nueva York.
La primera vez que me contactó Juan, antes de entrar en la Granja de Traders™, me preguntó cómo funcionaba la parte práctica, la de hacer operaciones en directo. Lo que más le inquietaba era saber cuántas trades se podían hacer a la semana. Me dijo que él no tenía mucho tiempo para estar mirando los gráficos, y estaba preocupado porque, en uno de los reportes de operativa que había visto publicados, aparecían más de 60 trades en solo un mes.
Ni siquiera recordaba aquel informe, así que abrí el enlace para comprobar con mis propios ojos lo que Juan me estaba diciendo, ¡y era cierto! Madre mía, supongo que todos hemos pasado por una época oscura, como cuando éramos adolescentes y los chicos llevábamos puesta aquella tenebrosa chaqueta de la marca Spider y nos peinábamos el pelo pincho. Ah, y las chicas también tenían lo suyo, que calaban unas botas horrendas llamadas Art y llevaban unos pantalones de campana horrorosos, con los que iban recogiendo la porquería del suelo.
En lo que se refiere al trading, no me cuesta reconocer que mi época más oscura ha sido cuando hice Scalping. Bueno, también guardo en mi armario varios cadáveres de Robots de trading automáticos que compré en sitios web de dudosa fiabilidad. Aunque, si tengo que elegir entre una u otra, te diría que la época del Scalping fue la peor.
El Scalping, a diferencia de lo que mucha gente cree (porque algunos gurús se encargan de equivocarles), no es un sistema de trading ni nada por el estilo. El Scalping es la temporalidad en la que aplicas el Sistema, es muy diferente una cosa de la otra. Lo vemos poco liosa, así que no te cortes si tienes que mirarla otra vez, o mejor, lo vemos con un ejemplo.
Por ejemplo, la estrategia de Reversión a la Media, la que aprendes en el programa formativo de esta Academia la Granja de Traders™ en esta academia, tiene sus reglas de entrada, su gestión monetaria y su forma de tomar el beneficio y poner el Stop Loss. Es una estrategia, como puede haber tantas otras. Y no es ni mejor ni peor que otra.
A la hora de implementar la estrategia te planteas en qué temporalidad operarla. Podrá ser un horizonte temporal más pequeño, como puede ser el gráfico de 15 minutos; o un horizonte temporal más amplio, como sería el gráfico Semanal. En esta clasificación entra el Scalping, que es la operativa trabajando con velas de 2 minutos, 1 minuto o incluso inferiores, de unos pocos segundos.

Los diferentes horizontes temporales en los que un trader puede operar. El Scalping es el tipo de operativa más rápida que existe. Ya te imaginas los inconvenientes que acarrea…
Sabiendo esto, las pegas del Scalping están a la vista de cualquiera. En el gráfico de 1 minuto todo sucederá a cámara rápida, apenas tienes tiempo para reflexionar los motivos por los que te vas a jugar el dinero, que es justo lo contrario de lo que un buen trader debería hacer. Como diría Antonio Lobato, el presentador de la F1: «Si pestañean se lo pierden»
Y no sé tú, pero yo no he venido al trading para estar subiéndome por las paredes porque me he perdido una operación en velas de 30 segundos. Miento, lo estuve haciendo una época y salí tan escaldado, que date por seguro que no volveré a hacerlo.
Retomando la conversación con Juan, le respondía que lo de hacer 2 o 3 trades cada sesión había pasado a mejor vida, y que nunca más volvería por aquellos derroteros, y creo que eso fue el empujón definitivo para que comprara el curso. Ahora salen unas 10 operaciones al mes (algunos meses más, algunos meses menos, pero esa es la media). Y desde que di ese giro en la forma de entender el mercado, todos, tanto alumnos como profesor, hemos salido ganando.
A pesar de los inconvenientes, algunos consiguen sacar petróleo haciendo Scalping
Lo que es la vida, que poco después de hablar con Juan entró una alumna que se llamaba Laura. Después de hablar con ella, mis esquemas mentales sobre el Scalping se tambalearon. Laura es la única persona que he conocido que gana dinero operando en gráfico de un minuto.
Desde el principio Laura me dijo que estaba en la academia de paso. No venía para aprender el sistema de Reversión a la Media dedicando varias horas a la parte teórica, tampoco le interesaba seguir las señales durante meses para ir cogiendo confianza con el sistema, ni quería tener las tutorías uno a uno. Laura ya se dedicaba al trading, vive de ello, y está de vuelta de todo.
Me dijo que todos los años hacía un curso, y que este año «había tocado el tuyo». Simplemente le interesaba conocer la filosofía de la Reversión a la Media. Y ya que el Pisuerga pasa por Valladolid, aproveché esta sesión de introducción, la que tengo con todos los que entran en el curso, para saber cómo trabajaba ella.
Laura es de las pocas personas que se ha permitido el lujo de dejar su trabajo para dedicarse íntegramente a la bolsa, y ya sólo por eso tenía ganados todos mis respetos. Y no es una niña de papá, que si le sale mal la aventura del trading tiene 3 pisos alquilados en Madrid con los que se levanta 4.000€ al mes. No, no, Laura es una tía de lo más sencillo que te puedes echar a la cara.
Estaba cansada de ganar poco más de mil euros pasando 8 horas – como mínimo – en una oficina y puso lo que hay que ponerle para dar portazo y pasar a una época mejor. Ahora trabaja un par de horitas al día, viaja en temporada baja, que es cuando viajan los que son inteligentes, que lo de irse a Benidorm pagando 2.000€ por una semana de apartamento en Agosto para luchar por 3 metros cuadrados de arena en la playa, como que no. Y lo mejor es que tiene tiempo para cocinar tranquilamente, para caminar cuando le apetece o simplemente para sentarse en un banco y ver la vida pasar.
Lo que te voy a contar ahora es lo que ella misma me dijo, y esta vez no es una batallita mía, del creador de este sitio web. No te voy a decir cuál es su Setup, ni cuánto dinero tiene en la cuenta, ni cómo se llama su perro. Son recomendaciones genéricas de una mujer que vive de hacer Scalping, y que tú también podrás aplicar a tu operativa:
Regla #1 para que te vaya bien con el Scalping: Operar poco (o nada)
A ver, entiéndaseme, ya sé que sin hacer ninguna operación sería imposible ganarte la vida con el trading, que no quiero tomarte el pelo. Es como cuando dicen que la primera causa de los accidentes de tráfico es la velocidad. No me fastidies, es que un coche parado nunca se va a estrellar.
A lo que me refiero es que, a lo largo de todo el mes, Laura hace menos de 10 trades. La mayoría de días no hace nada de nada. Se los pasa de miranda.
Hay sesiones en las que, de un vistazo a los gráficos, ya sabe si el mercado está para sacar algo, o si no va a ser el día. Se asoma a la ventana, mira cómo está el patio y valora si le merece la pena quedarse. Si considera que puede hacer algo, se concentra a tope, y si no, cierra las pantallas y regresa el día siguiente.
Ojo, hay que ser súper disciplinado para estar mirando las velas de un minuto y no hacer nada, porque los precios se mueven a velocidad de vértigo. Cada dos por tres tienes la tentación de darle a la tecla.
Si consigues no tocar cuando no hay que tocar, estás trabajando competencias mucho más importantes que los apartados técnicos de la estrategia. Controlar la ansiedad, la avaricia y cultivar la paciencia te van a llevar mucho más lejos que cualquier otra cosa.
A ti lo único que te importa del mercado es salir de ahí con más euros en el bolsillo de los que entraste. Es decir, cuando entres, tienes que ir a ganar, no a ver qué pasa o a jugarte el dinero porque te aburres. Y para conseguirlo o te pones en modo cazador, u olvídate.
Regla #2 para que te vaya bien con el Scalping: Coloca varios filtros para entrar
Laura me dijo que le llamó la atención una cosa del curso, era el tema de los filtros. Cuando explico cómo entrar a mercado, dejo súper claro que tienen que darse 3 condiciones para arriesgar tu dinero. Y si esas 3 cosas no pasan, hay que estarse quieto sin hacer nada.
Aunque el sistema de Laura no se parece en nada a la Reversión a la Media, la base es la misma. Me dijo que ella también pone varios filtros, y es súper estricta con ellos. Por eso gana casi siempre que opera.
¿Serán casualidades de la vida, esto de que distintas personas que viven del trading te digan que los filtros son fundamentales para entrar a mercado? Pues oye, igual sí que son casualidades. O igual no.
Regla #3 para que te vaya bien con el Scalping: Un horario del que no te sales
Mira, los americanos se creen el centro del mundo… porque lo son. Estados Unidos es la primera potencia mundial en muchos aspectos como el económico o el militar. Tú sabrías ubicarles en un mapa con los ojos cerrados, pero si a un americano medio le preguntas dónde está España, se pensará que le estás hablando de una provincia de Méjico, porque les da igual.
Bien, pues en el trading no iba a ser menos, son ellos quienes concentran la atención del resto del mundo. El 80% del volumen en una sesión se negocia alrededor de la apertura y el cierre del mercado americano. Es decir, entre las 2 y las 4 de la tarde hora española (de 8 a 10 de la mañana hora USA)
En esos momentos los operadores asiáticos, europeos y americanos están colocando sus posiciones como locos.
Pues si en esa franja horaria está la chicha, es en ese momento cuando Laura se sienta delante de las pantallas y se pone manos a la obra. Ni antes ni después. Y lo que pase el resto del día ya no es asunto suyo.
- Si a las 2 de la mañana hay entrada, mala suerte, que es la hora de dormir.
- Si a las 8 de la noche hay entrada, mala suerte porque estará preparando la cena.
- Si a las 12 del mediodía hay entrada, mala suerte, que es la hora de estar dando un paseo.
Laura tiene perfectamente definido cuáles son los momentos de producir dinero y cuáles no. Es como si tuviera que estar a las 9 en la oficina, allí se planta como un clavo. Pero si la hora de salir es a las 5, no esperes verla por allí a las 8, que no va a estar.
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¿Entonces sí que puedo hacer Scalping? Pero al principio decías que este tipo de operativa rápida es una ruina…
A ver, haber, aber… para el carro. Hay una pequeña trampa que te he estado ocultando hasta ahora: no te he hablado de la fortaleza mental de Laura. Tiene una fuerza de voluntad privilegiada, al alcance de muy pocos.
Esto es como si lees un artículo titulado: «así puedes ser futbolista profesional metiendo goles por la escuadra». Y te cuento el caso de Messi, que las enchufa de todos los colores, te pongo sus mejores 5 goles en el Barcelona y con la selección y te digo: «Ves, sólo hay que darle con esta parte del pie, como este tío, y lo tienes hecho».
Pero claro, Messi sólo hay uno y nadie puede replicar sus cualidades. Como Laura sólo hay una. Y sus facultades son las que son, por eso es imposible replicarles.
Lo inteligente es coger la información valiosa y aplicarlo a tu estilo de trading, el que mejor se adapte a ti. ¿Y cuál es la información que merece la pena? Pues fijarte las rutinas que lleva Laura, las que puedes trasladar del Scalping a cualquier otro tipo de operativa, incluso hasta para la inversión de largo plazo a varios años vista.
No hace falta ser ningún genio para aplicar tres de las claves del éxito de Laura: llevar un horario, filtrar mucho las entradas, y operar poco. Fíjate que, en ningún caso te he dicho que el éxito de Laura está en seguir unas pautas súper complejas, ella no se fija en cómo el Ichimoku se cruza con la Media Móvil de diecisiete sesiones y media, no. Lo que le funcionan a Laura te puede funcionar a ti también, porque va a la raíz de los problemas, a lo más básico de todo.
Ya ves que incluso haciendo Scalping se puede ganar dinero siguiendo unas sencillos pautas. No pierdas el foco y céntrate en estas rutinas de lo más simple, porque inevitablemente llevan al éxito. Que nadie las va a seguir por ti 😉
Firmado por Enrique Bernardo Mazón Haya
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