
La primera vez que hice una cobertura de riesgos no fue ni en la Universidad, ni en el Máster, ni en ningún trabajo. Fue en algo que no tiene nada que ver con las finanzas: trabajando con mi padre para eventos deportivos. Ocurrió al comprar equipos de cronometraje al otro lado del mundo.
Cuando dejó la bicicleta – fue profesional a finales de los 80 y principios de los 90 con el Teka y el Paternina – quiso seguir vinculado al mundo del ciclismo. Muchos ex-corredores pasaban a ser masajistas, mecánicos o directores, pero lo hizo con lo que mejor se le daba: la informática y la electrónica.
Entonces montó uno.es para crear las clasificaciones de las carreras con equipos de alta precisión.
A principios de los 2000 el negocio iba viento en popa y a toda vela, ya que había un montón de competiciones profesionales y apenas había competencia. Era una época donde la informática para muchos parecía brujería, así que el primero que llegaba se quedaba con todo el pastel.
Pero sucedió algo que lo cambió todo: llegó la crisis económica del 2008. La mayoría de eventos estaban sufragados íntegramente con dinero público y, casi de un día para otro, la financiación desapareció del mapa. Recuerdo tres ejemplos significativos:
- Vuelta Asturias y Vuelta a Murcia eran 5 días de carrera. Las recortaron a uno o dos.
- Euskal Bizikleta se fusionó con la Vuelta al País Vasco en 2008 para ahorrar costes.
- El Circuito Montañés – que eran 8 días, la carrera más grande que teníamos en Cantabria – desapareció en 2010 por la imposibilidad de cubrir el presupuesto.
Una Foto-Finish en ciclismo
Una época había terminado pero inmediatamente comenzó otra: surgió la revolución del deporte popular. En muchos pueblos nacieron eventos de atletismo y ciclismo, seguro que conoces alguno cerca de tu casa. Era la fiesta del deporte, ya que cualquiera podía participar, no solo unos pocos privilegiados que se dedicaban a la alta competición.
Este nuevo formato supuso un cambio en la forma de cronometrar. Con miles de atletas ya no importaba medir la milésima, lo que importaba era que todos aparecieran en la clasificación. Tocaba cambiar el negocio de arriba a abajo.
La primera tarea fue encontrar un nuevo proveedor de tecnología de cronometraje, que resultó estar en Australia. Una empresa comenzó a fabricar estos equipos diseñados para eventos masivos, de más de 1.000 participantes. El problema era que solamente se podían pagar en Dólares Australianos.
A ver, no era mucho dinero en juego, cada equipo costaba unos 20.000 dólares, pero pasaba bastante tiempo desde que se cerraba el precio hasta que hacíamos la transferencia. El material venía en barco y el dinero se enviaba una vez que lo recibíamos en Madrid (alguna vez fui a buscarlo a la terminal de carga en Barajas). Tardaban 2 meses como mínimo en hacer los 40.000kms que nos separaban.
Ahí fue cuando se me ocurrió juguetear con el tipo de cambio. Recuerdo que miraba el gráfico y si el Euro estaba muy fuerte cubría los 20.000 dólares con CFDs sobre el EUR-AUD para ahorrar unos eurillos en la compra. Así, en el momento del pago, ya teníamos asegurado un buen tipo de cambio.
Lo hacía con MetaTrader, una plataforma que sigo utilizando a día de hoy. Algunas veces acertábamos y otras nos equivocábamos, pero el resultado era lo de menos, doscientos euros arriba o abajo no me iban a hacer pobre ni rico. Lo importante fue que, sin siquiera saberlo en ese momento, era mi primera experiencia trabajando con riesgos financieros.
¿Qué es una cobertura de riesgos?
Este ejemplo tan básico que te acabo de contar sobre la compra de equipos de cronometraje en Australia lo puedes aplicar a cualquier importación o exportación. Da igual si estamos hablando de chatarra, bobinas de alambrón o, como lo que hice más adelante, barcos de Gasoil. La dinámica que subyace es la misma:
Una cobertura es un trade que reduce (o elimina) un riesgo financiero
Es una especie de seguro de riesgo, como el seguro del coche. Pagas un dinero por protegerte cuando vengan mal dadas, para el momento en que sufras un accidente. Con las coberturas financieras sucede lo mismo: buscan preservar el margen de la empresa.
Es una de las pocas operaciones de trading que no pretende hacer profit. Su objetivo es defender el negocio frente a los atacantes externos. Construir una especie de muralla para que nadie pueda asaltar el castillo.
No tienen nada que ver las ganancias de la operación con la efectividad de la cobertura.
Atención a cómo identificar los riesgos, el primer paso para crear tu puesto de trabajo
Vale, la cobertura es la defensora de la fortaleza, se encarga de alejar riesgos financieros. Entonces la pregunta a responder es: ¿Cuándo existen estos riesgos?
Cuando movimientos en el precio de un activo – sea el que sea – impactan en el resultado. Por ejemplo, una mina que extrae oro siempre va a estar expuesta al precio del metal. Por la naturaleza del negocio no puede ser de otra manera.
Te paso a contar los dos tipos de riesgos que cualquier empresa sufre en sus carnes:
El Riesgo Comprador que asumen quienes venden un producto antes de terminarlo
Por ejemplo, le ocurre al promotor inmobiliario que ha vendido las casas sin haber empezado la construcción. Sabe cuánto va a ingresar, pero todavía no sabe cuánto va a gastarse para terminar el edificio. Imagínate que han pasado 6 meses hasta que arrancan la obra y cuando va a comprar la madera para los armarios de la cocina, se encuentra con que los precios han subido un 40%.
¿Va a llamar a los clientes para pedirles más dinero? Le van a mandar a paseo si lo hace. Incluso hasta le pueden denunciar.
No, tendrá que asumir recortes en el margen. Ganará menos en esa promoción, o se quedará sin ganar. Y todo por no haber seguido una política de riesgos.
El Riesgo de Venta de quienes almacenan Stock
Sucede en las gasolineras. Compran el Gasoil y lo guardan en el tanque pero no saben cuándo van a terminar de darle salida. Quizás en un festivo en plena operación salida lo vacían en un par de días, o quizás es una semana con poco tráfico y todavía no han repuesto producto.
Cuanto más tiempo tengan el Gasoil en el tanque más les va a perjudicar una bajada del barril. Su competidor, la gasolinera de enfrente, lo estará comprando más barato. Por lo tanto, podrá poner un precio de venta más ajustado.
Y quieras que no, a todos nos gusta ahorrarnos unos centimillos a la hora de repostar.
¿Te das cuenta de que cualquier empresa está corriendo estos riesgos? O bien de un lado o bien de otro, pero es prácticamente imposible quedarse al margen.
Fíjate, antes te contaba el caso de la pequeñita empresa que tiene mi padre, que se dedica a cronometrar eventos deportivos, la mayoría en Cantabria. ¡Quién le iba a decir que algún día iba a estar expuesto a la fluctuación del Dólar Australiano y que iba a necesitar cubrirse!
Aplica esta lógica a cualquier otro sector, verás que se abre ante tus ojos un amplísimo abanico de posibilidades. Venga, te sigo contando:
¿Cuándo se abren y se cierran las coberturas?
Poner en juego el dinero que tanto te ha costado conseguir no es una tontería, necesitas un plan. Sólo te atreves a tocarlo cuando en el mercado ha sucedido esto, esto y esto otro. Lo otro es ir al casino.
Es el a – b – c del trading. Disparas cuando tienes la presa a tiro. No gastas balas innecesarias en mitad del bosque para ahuyentar a los animales y regresar a casa con las manos vacías.
Sobre este aspecto tienes un post dedicado en exclusiva al SETUP:
El trading de coberturas está centrado en quitar de enmedio las amenazas, hasta aquí nada nuevo. Por lo tanto, para saber cuándo abrir una cobertura y cuándo cerrarla hay que fijarse en cuándo se produce la amenaza y cuándo deja de existir.
No tiene sentido seguir cubriéndote si nada te puede hacer daño.
Los tres escenarios en los que ya no hay moros en la costa son los siguientes:
#1. El Stock del almacén ya se ha vendido
La gasolinera de la que te hablaba antes ha dado salida al producto y se queda con el tanque vacío.
Ya no hay peligro de bajada de precios. Como si estalla la tercera guerra mundial, al gasolinero no le afecta.
Así hasta que recarga combustible y la rueda empieza de nuevo a girar.
#2. Cuando compras el producto que ya habías vendido
En el caso del promotor inmobiliario, el riesgo se desvanece al adquirir los materiales de construcción.
Ya puede subir o bajar lo que quiera la madera, el hierro o el aluminio.
No le afecta.
#3. Cuando el evento importante ha pasado.
A veces interesa reducir el riesgo en eventos especiales, como el dato de empleo USA el primer viernes de mes a las 14:30.
Puede haber un latigazo de volatilidad y es imposible predecir la dirección, así que refuerzas tus defensas hasta que termine la tempestad y llegue la calma.
Un par de horitas después del evento, cuando el mercado está mucho más calmado, es cuando puedes bajar la guardia.
Así puedes convertirte en el «salvador» dentro de una empresa
Por unos instantes ponte en la piel del responsable financiero de una cafetera. Te dedicas a comprar el café de Colombia, procesarlo y se lo vendes a los supermercados empaquetado.
Te viene un chaval recién salido de la escuela de negocios, quiere contarte los peligros del mercado actual y cómo puedes protegerte frente a ellos. También te plasma con números lo que podría ocurrir en el peor escenario si continúas saltando sin red.
Pero no le haces ni caso. Dices que las coberturas no valen para nada. Nunca ha habido ningún problema en la empresa porque el precio del café siempre se ha mantenido estable.
«Toda la vida se ha hecho así y ha funcionado. No voy a cambiar nada.»
Ese año por casualidad la fluctuación del azúcar juega a tu favor. Tienes suerte, la empresa va a ganar varios miles de euros extra con los que nadie contaba.
En la cena de Navidad serás el héroe de la fiesta. Todos te darán la palmadita en la espalda. Incluso muchos se interesarán por saber cómo lo has hecho.
También pillarás un buen bonus. Regresarás a casa con el bolsillo mucho más lleno de lo que esperabas. Tu familia te adorará.
Pero, ¿qué ocurre si el mercado en lugar de ir a favor, va en contra? Y no sólo eso, sino que por culpa de la jugarreta que te han hecho los precios vas a tener que presentar pérdidas a cierre. Algo no tan descabellado, porque los márgenes hoy en día están súper ajustados.
No habrá excusas que valgan frente a la directiva. Tenías que haber previsto todos los escenarios y no lo has hecho. Ellos no se pueden permitir perder un año por culpa de tu incompetencia: en un abrir y cerrar de ojos estarás en la calle.
Pasarás a ser el apestado, todos los que antes te dedicaban buenas palabras ahora no querrán saber nada de ti. Al llegar a casa tendrás un agobio de tres pares de narices, ya que te será imposible continuar pagando el colegio privado de los críos. Y cuando intentes encontrar trabajo en otro sitio a ver cómo explicas que en tu anterior compañía estuvieron a punto de echar la persiana por tu culpa.
Este escenario que te acabo de relatar no me lo estoy inventando. Ha ocurrido, ocurre y seguirá ocurriendo. Sólo tienes que bucear un poco en los estados financieros que publican las empresas y te darás cuenta de la realidad.
Y si no me crees, fíjate un minuto en la cuenta de resultados de este importante grupo industrial cotizado español.
Presta atención a la fila «Diferencias de cambio»
Resultados de un grupo industrial cotizado. Atención a las pérdidas que presentan en el tipo de cambio
En el año 2019 perdieron 6 millones, en 2021 2 millones, pero es que lo de 2020 es escandaloso: ¡¡26 millones de pérdidas por el tipo de cambio!!
Aquí no estamos hablando de variaciones en el precio del metal o el aluminio. El golpe vino por las divisas extranjeras. Seguramente por mantener posiciones en cuentas bancarias en Dólares.
Salvaron el ejercicio por los pelos, pero la castaña podría haber sido de espanto. ¿Por qué crees que ocurrió este desastre? Porque hubo alguien que no quiso (o no supo) protegerse a tiempo.
Calienta, que sales a jugar
En la tabla que te acabo de mostrar puedes ver el potencial de un gestor de riesgos. Son cuentas públicas que tardas 5 minutos en encontrar en Internet, ya que las compañías cotizadas están obligadas a mostrar sus resultados.
Esta empresa perdió más de 30 millones de euros por culpa del tipo de cambio en solamente 3 años.
¿No crees que les interesará tener a un tío en nómina cobrando 40.000 o 50.000 euros que les evite estos disgustos? Si le haces ver que su futuro pende de un hilo y que tú puedes darles estabilidad no te van a dejar marchar jamás.
Pero claro, no es tan fácil hacerse un hueco. Para eso hace falta pisar la calle, sentir cómo respira la gente a quienes quieres vender tu proyecto. Plantarte en los lugares donde necesitas ser escuchado sin ningún tipo de complejo y hacerles ver lo que puedes aportar.
De estar encerrado en casita quejándote porque no encuentras una oportunidad para trabajar no vas a sacar nada. Absolutamente nada.
Te he hablado de gasolineras, de promociones inmobiliarias, ¡pero puedes encontrar oportunidades en cualquier sector! Así que valor y al toro.
Antes de terminar te voy a contar un pequeño secreto
Mira, cuando empecé a comprar barcos de Gasoil me encontré un panorama de mucho cuidado. El equipo anterior había salido al completo y aquello lo habían dejado como un solar, no tenía ninguna referencia a la que seguir. Tenía que empezar todo desde cero.
Cuál fue mi sorpresa cuando me di cuenta de que los anteriores responsables de departamento no habían llevado ninguna político de riesgo. Imagínate lo que cambiaba comprar el barco un dólar más caro o más barato sobre 50 millones de litros. Era una barbaridad de dinero la que había en juego.
Entonces comencé a construir los modelos de riesgo y me di cuenta que mis superiores no tenían ni idea de lo que estaba haciendo. Al hablarles de las coberturas solamente les interesaba saber si eso daba dinero o si perdíamos, cuando no tiene nada que ver con el resultado. Estaban súper desorientados.
Así que si crees que no puedes conseguir tu objetivo porque no tienes un título universitario, o porque no tienes experiencia, o porque no eres familiar de no se quién… olvídate. Todo eso da igual. Hay directivos con más de 20 años de experiencia en multinacionales que no tienen ni idea y sólo les interesa una cosa: no perder el sillón.
Si consigues hacerle ver que tú eres su salvavidas, conseguirás un puesto para siempre.
Y para ello, hay que saber observar.
Con esta información que tienes en tus manos puedes hacer lo que quieras. Pretendía que le dieras una vuelta a tu manera de pensar y hacerte ver que hay muchas oportunidades ahí fuera, más allá de Linkedin o Infojobs.
Si todo lo que te acabo de contar no va contigo porque ya tienes un trabajo, o estás jubilado, o pasas de complicarte también me parece perfecto.
Pero si has llegado a este sitio web es porque tus resultados en bolsa no son los que esperabas cuando empezaste. Necesitas darle la vuelta a la tortilla y para ello te hace falta seguir una rutina y tener unas reglas claras de operativa. Entonces puedo ayudarte con mi curso de trading:
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Antes de terminar me gustaría saber tu opinión sobre el trading de coberturas,
¿Has hecho alguna vez una cobertura casera, como la que hice yo con los equipos de cronometraje comprados en Australia?
¿Sabías las millonadas que pierden algunas empresas por no cubrirse?
¿Te atreverías a plantarte en el despacho de un directivo para conseguir un trabajo?
Un fuerte abrazo y muy buen trading de coberturas 😉
Enrique Mazón
