Cuando eres un recién llegado al mundo de la bolsa lo más normal es que te asalten decenas de dudas. Aparecen un montón de términos nuevos, programas informáticos que desconocías y opciones de inversión que ni te habías planteado. En definitiva, te sientes perdido y no saber por dónde tirar.

Es lo habitual cuando emprendes un nuevo camino en cualquier ámbito. Lo que hace especialmente delicado a los mercados financieros es que tienes tu dinero en juego. Si no espabilas y tomas decisiones rápido bien encaminadas te está esperando El cementerio de traders a la vuelta de la esquina para engrosar el registro de visitantes.

Una de los dilemas más comunes que se te plantean en estos primeros pasos es decidir el activo con el que trabajar. La variedad de productos es muy amplia dentro del abanico ofrecido por los brokers.

Cada uno tiene unas características particulares, por lo que necesitas estar preparado para elegir el que más te convenga según tu capital, disponibilidad horaria y aversión al riesgo.

En el artículo de hoy hago un repaso por el activo más tradicional, sencillo y que existe para el trader minorista. Empezamos:

Trading con Acciones: descubre los costes asociados a una compra y que no te sorprendan

Seguramente tus padres, abuelos o algún conocido en algún momento de su vida hayan tenido acciones de las clásicas como Santander, BBVA o Telefónica. En muchos casos las grandes compañías pagaban a sus empleados parte del bonus y del salario en acciones, por lo que el uso de ellas está bastante normalizado entre nosotros.

Es la opción más tradicional, pero ni mucho menos la que menos riesgo conlleva . Y si no te lo crees puedes preguntar a cualquier accionista de Telefónica o Santander, compañías que en los últimos 15 años han perdido cerca del 80% de su valor.

Ahora es cuando te pregunto: ¿sabes qué es esto de una acción? Me parece conveniente dejarlo claro antes de seguir avanzando.

Una acción es una porción de una compañía. La suma del valor de todas las acciones de la empresa es el Capital Social.

Es decir, que si compras una acción de Apple instantáneamente te conviertes en socio de la empresa.

Como accionista tienes derecho a participar en los beneficios cuando ésta reparta dividendos y a decidir sobre el devenir de la compañía. Eso sí, todo dependerá de tu porcentaje en propiedad. Si solo tienes un puñado de acciones del Banco Santander tu poder de decisión es prácticamente nulo, ya que la empresa cuenta con millones de títulos repartidos por el mundo.

Por el otro lado, si controlas más del 50% (es válido con el 50,01%) siempre vas a tener la última palabra de lo que suceda en ella. A todos los efectos eres el propietario.

La liquidez y su relación con las acciones

Vamos con las peculiaridades de las acciones y cómo puede afectar a tu estilo de trading.

Si lo comparamos con los futuros sobre índices, materias primas o las divisas, las acciones es uno de los activos que menos liquidez tiene. Es decir: es donde menos operadores hay intercambiando contratos.

Estoy hablando por norma general. Si negocias un gigante como Apple la liquidez será altísima, mucho más que un futuro del Nikkei del mercado japonés.

¿Qué implicaciones tiene esta característica? La liquidez repercute directamente en el coste de cada transacción, como ya te comenté AQUÍ. Una liquidez baja supone que, al haber pocas órdenes en el mercado el spread bid-offer esté más alejado. Cuando abres una operación empiezas perdiendo más dinero que si el activo fuera muy líquido.

Diferencias de liquidez en Spread

El segundo inconveniente tiene que ver con las comisiones que el bróker repercute a los operadores. A continuación te las enumero para descubrir todo lo que implica hacer una compra bursátil.

1. La Comisión del banco

En primer lugar, para adquirir cualquier producto financiero debes hacerlo a través de un bróker. Si todavía no sabes lo que es y en qué se diferencia del trader visita este artículo donde te lo explico.

Por norma general todos los bancos cuentan con su propio bróker, donde funcionan como intermediarios entre el cliente y el mercado.

La comisión del bróker ronda el 0,2% si operas en tu mismo país, en este caso España. Ahora bien, si quieres dar el salto y operar en mercados internacionales como Estados Unidos o Alemania, se aproximará al 1%, dependiendo del nominal. Cuanto más volumen envíes, menor será la comisión relativa.

Te hablo de mercados que dan relativas facilidades a los inversores. Cuanto mas exótico sea el país donde has puesto la diana, por ejemplo India o Argentina, más te costará adquirir una de sus acciones.

2. El Canon de bolsa

Las acciones cotizan en un mercado organizado al que debes acudir para enviar una orden. Existe una barrera de entrada, que es como el peaje de Merca-Madrid. Si quieres entrar para adquirir producto debes pagar. Este canon está en torno al 0,20% para acciones nacionales, disparándose por encima del 1% en operativa fuera de nuestras fronteras.

Cada país o zona económica tiene sus propios mercados. Te muestro los más destacados. Seguro que varios te suenan.

  • En España tenemos BME (Bolsas y Mercados Españoles).
  • La bolsa alemana que permite negociación electrónica se llama XETRA (Exchange Electronic Trading)
  • En Francia EuroNext, antes conocido como bolsa de París.
  • Los valores de bolsa británica cotizan en el LSE, London Stock Exchange.
  • En Estados Unidos los tres principales mercados son el son el NYSE (New York Stock Exchange), el NASDAQ (National Association of Securities Dealers Automated Quotation) y el AMEX (American Stock Exchange)

Este fee está destinado a sostener la estructura del mercado, asegurar que no haya problemas con las contrapartidas de las órdenes y proveer de ciber-seguridad informática a todos los agentes involucrados.

Una pequeña parte va directamente al mantenimiento y amortización de los bonitos edificios de la bolsa que siempre salen en los telediarios. El de Madrid está en pleno paseo del Prado. A este le guardo un cariño especial porque fue donde celebramos la fiesta de graduación en el Máster de Banca y Finanzas, poco antes de comenzar mi andadura en los mercados.

La más conocida e las edificaciones bursátiles probablemente sea el NYSE, ubicado en el corazón financiero de Manhattan: Wall Street. En sus exteriores se encuentra el famoso Toro de bronce empujando el mercado hacia arriba. El símbolo de la escalada alcista en las acciones americanas.

 

3. Comisión de custodia

La seguridad que te brinda el banco por guardar los títulos en su «caja fuerte» particular también tiene precio: cerca del 0,20% anual.

Dependiendo de la entidad financiera este importe será mayor o menor.

4. La Tasa Tobin

Como en España el contexto económico es plácido y de crecimiento sostenido (ironía), el gobierno decidió introducir una tasa adicional a la larga lista de costes que ya existen por operar en acciones.

Es la famosa Tasa Tobin, uno de los muchos experimentos socio-comunistas que han fracasado en tantos otros países. Sin ir más lejos, en Suecia tuvieron que eliminarla porque la liquidez de su mercado se había desplomado el 90%. La mayoría de operadores habían migrado sus inversiones a la bolsa de Londres.

Otras naciones hispano-hablantes como Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, México, Perú, Venezuela también la han implantado con el mismo resultado: desastre absoluto. Los inversores salen despavoridos con subidas de impuestos. No solo eso, sino que el efecto recaudatorio ha sido negativo: se recauda menos con la tasa que sin ella.

Se establece el 0.20% sobre el nominal sólo para valores españoles que superen la capitalización bursátil de 1.000 millones de euros (€). Es decir, todas las compañías del Ibex35 y 26 del continuo: MasMovil, Inmobiliaria colonial, Bolsas y Mercados Españoles, Mediaset, Técnicas Reunidas, Gestamp, Parques Reunidos, Applus, Logista, Zardoya Otis, Prosegur, Unicaja Banco, Liberbank, Fluidra, Ebro Foods, Euskaltel, Faes Farma, Catalana Occidente, CAF, Vidrala, Aedas, Metrovacesa, Prisa, FCC, Corporación Financiera Alba, NH Hoteles, Laboratorios Farma Rovi y Amrest Hodings.

El tributo recae sobre un total de 61 compañías cotizadas.

5. Comisiones Adicionales (teléfono u oficina)

Siguen existiendo cientos de inversores chapados a la antigua que reniegan de la operativa electrónica y que prefieren cerrar sus movimientos por teléfono o yendo presencialmente a la oficina.

El sobre-coste si optas por este tipo de operativa se aproxima al 0.30% vía telefónica y 0.60% presencial.

Mucha atención con los gastos que se duplican

Lo que te he contado hasta ahora es cuánto cuesta cada operación de acciones desde un banco. Es el caso más típico y por el que optan la mayoría de los inversores.

Lo que quizás has pasado por alto es que para dar una trade por finalizada necesitas ejecutar dos transacciones: la compra y la venta. Tarde o temprano te desprenderás de tus valores, por lo que liquidarás la posición. Sobre la Venta también recaen parte de esos costes.

A excepción de la comisión de custodia, que es anual, y la Tasa Tobin, que solamente grava la compra de títulos, el resto se repercuten tanto en la entrada como en la salida del mercado.

De esta manera, para una operación normalita de acciones, con un nominal de 5.000€, el cuadro de costes quedaría de la siguiente manera:

 

¿Hay otras alternativas más baratas para hacer trading con acciones?

Puede que después de las noticias que te acabo de dar se te estén quitando las ganas de volver a operar con acciones, ya que estamos hablando que para una operación nacional la mordida está cerca del 2% y si decides comprar fuera de nuestras fronteras el coste se dispara al 5% de tu valor nominal.

Ahora bien, estamos suponiendo que eres un inversor clásico, de los que no quiere complicarse la vida y lo hace a través de su banco de confianza. En muchos casos es la forma más sencilla. Vas a la sucursal de toda la vida, pides que te abran una cuenta de valores, que te explicen cómo colocar órdenes y ya estás listo.

El problema es que muchas veces el propio gestor de la oficina no tiene el suficiente conocimiento bursátil como para guiarte. Te suelen remitir a la página web de la entidad sin poner mucho interés. En ocasiones sales de la oficina más perdido de lo que estabas.

No es ni mucho menos la única opción. Existen otras dos con las que puedes sentirte más cómodo, tu interlocutor sabrá bastante más del tema y, sobre todo, los costes se van a reducir exponencialmente. Vamos con ellas.

Los Brókers Especializados en acciones

Podríamos decir que el banco tipo de clientes minoristas como el Santander o el BBVA ofrecerá una amplia variedad de productos financieros al que tú quieras acceder, pero no va a ser especialista en ninguno de ellos.

Por un lado esto está muy bien porque sabes que tienes un seguro de vida al que acudir cuando necesites algo, pero por otro lado asumes que las comisiones de esta intermediación estarán lejos de ser las más competitivas, sino que estarán asociadas a los costes de estructura.

Si tu objetivo es profundizar en el trading de la mano de profesionales de los mercados donde realmente sientas con seguridad que van a entender tus necesidades debes acudir a compañías de nicho: brókers especializados en mercados bursátiles. Tres ejemplos de empresas serias y con un buen histórico dentro del sector son Interactive Brokers, Renta4 y GVC Gaesco.

Eso sí, ten en cuenta también que su poder de acción es limitado. No pueden actuar sobre la Tasa Tobin (impuesto del gobierno) ni sobre los cánones del mercado. Te reducen la comisión del bróker y la custodia, pero poco más.

Yo desde hace ya bastantes años tengo una cuenta en una de estas compañías. Desde mi punto de vista compensa salirse de la comodidad del banco: el coste de la operativa es considerablemente menor y la atención al cliente mejora con creces.

Derivados de las Acciones. Los CFDs

La otra opción consiste en utilizar otro instrumentos financiero diferente del contado: los derivados.

¿Qué es un derivado? Un activo cuyo valor depende del activo subyacente. En este caso el producto principal es la acción.

Existen distintos tipos de derivados, pero los que más comunes para el trader minorista son las opciones, los futuros y los cfds.

Las opciones funcionan como un seguro. Pagas una prima por ejercer un derecho de compra o venta a un precio futuro. Sólo lo ejercerás si te conviene y has acertado la dirección del precio, no es obligatorio. Si el mercado ha ido a la contra no hace falta que liquides la posición: pierdes la prima que desembolsaste al inicio y la opción expira.

La segunda manera son los futuros. El principal problema es la rigidez del producto: son contratos indivisibles equivalentes a un paquete de 100 acciones. No puedes entrar con 5, 15 o 20 acciones, el mínimo es 100.

Esto supone un riesgo que muy pocos pueden o quieren permitirse. El capital para tener una cartera de acciones con futuros segura, estable y con un DrawDown limitado empezaría a partir de los 100.000€. Si no cuentas con esa cantidad, mejor ni te plantees los futuros como alternativa a las acciones.

El último producto financiero, y el que además es mi favorito, son los CFDs.

Los prefiero por las siguientes razones:

  1. Puedes fraccionar los contratos tanto como quieras.
  2. Permite apalancamiento
  3. La mayoría de plataformas de trading en CFDs son gratuitas y el coste de transacción es mínimo. 

Los CFDs los utilizamos todos los días en la Academia de Trading en la sesión diaria de trabajo. Por su flexibilidad y bajo coste ganan la partida al resto.

La falacia de la seguridad en el trading con acciones

Uno de los grandes mitos sobre la especulación es el riesgo que conlleva hacer trading en el corto plazo. En los debates financieros siempre se antepone la inversión de acciones en el largo plazo como un estilo mucho más seguro frente a otros productos complejos como los derivados o Swing Trading.

El argumento recae principalmente sobre los «blue chips»: los pesos pesados de los índices. Teóricamente deberían ser las compañías que tiran del carro, ya que cuentan con una salud financiera estable. La práctica dista bastante de estos supuestos.

Para que te hagas una idea, tres de los blue chips punteros del Ibex35, (BBVA, Santander y Telefónica) están cotizando a niveles del año 1.997. Y estamos en 2020. Los dos bancos necesitarían duplicarse sólo para recuperar los niveles de 2015, mientras que Telefónica tiene que multiplicarse por 4 para no perder valor en los últimos 5 años.

 

Para ir finiquitando este argumento en contra del trading de corto plazo y a favor de las grandes compañías cotizadas, está bien saber que hay fondos de inversión centrados en sociedades gigantes con pérdidas latentes de hasta el -70% desde su creación.

Imagínate que depositas tus ahorros en uno de estos fondos y en apenas 2 o 3 años resulta que el trabajo de toda tu vida se ha esfumado en un abrir y cerrar de ojos. Por más que te dijeran que se trataba de empresas sólidas y con crecimiento en el largo plazo.

En cualquier tipo de trading puedes perder absolutamente todo. Quien diga lo contrario o lo hace por ignorancia o con malas intenciones. No importa que sea scalping rabioso de futuros o inversión en acciones potentes para el largo plazo. Si las decisiones que tomas son erróneas y la gestión monetaria no ayuda estarás condenado.

Conclusión para la operativa con acciones: el Largo Plazo es la única vía rentable

Antes de terminar quiero que sepas que no todo es malo en la operativa con acciones. Tomando buenas decisiones fundamentadas en análisis firmes, invirtiendo en compañías rentables (no en empresas zombis) y, sobre todo, eligiendo un buen momento de compra, duplicar o triplicar tu dinero es factible. Lo han hecho miles de accionistas a la largo de la historia y seguirá ocurriendo. Tú puedes ser uno más.

Ahora bien, hacer trading intradía plazo con acciones es ir directamente al matadero. Las comisiones se van a comer todo tu beneficio. Fíjate que sólo para alcanzar el BreakEven tienes que ganar más del 1,5% en acciones nacionales, mientras que en internacionales de partida te encuentras con que debes remontar el -4%.

Si tu operativa consiste en mantener posiciones en el largo plazo y hacer un puñado de operaciones al año, las acciones serán tu activo ideal.

En mi Curso de Trading te enseño a analizar el mercado y especular con cualquier producto. No sólo te hablo de acciones, sino también divisas, índices, materias primas y renta fija. Podrás analizar el activo que prefieras, siempre y cuando cotice en el mercado. Eso sí, te anticipo que prefiero trabajar en los que cuentan con mayor liquidez, haciendo la operativa más barata y segura.

No quiero despedirme de este post sin que me des tu opinión sobre este activo financiero tan peculiar. ¿Utilizas las acciones en tu día a día? ¿Qué tal experiencia has tenido en este tipo de trading? ¿Sabías los costes asociados a la operativa con acciones? Espero tu comentario.

Un fuerte abrazo

Enrique Mazón

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