Hace un tiempo que decidí cambiar el formato de Linkedin. Estaba saturado de ver perfiles idénticos uno detrás de otro en los que la gente describe un montón de tareas que nadie comprende y que suenan súper aburridas. Pensé que se podía hacer mucho más atractivo que poner una lista vacía, como si fueras a la compra y tuvieras que llenar el carro con las 7 cosas que te ha pedido tu pareja.

Lo que hice fue contar los trabajos en los que he estado, los proyectos en los que he participado y la educación que he recibido de una manera diferente. En lugar de contar que en OSTC me dediqué a comprar y vender futuros, pongo que aluciné al llegar a aquella sala de trading en Madrid y que al principio estaba de pizzero por las noches hasta que conseguí el puesto de trabajo; en lugar de poner que estudié ADE, cuento que desde pequeño me llamaba la atención acumular dinero y las inversiones porque arrastraba a mis primos a tirarnos toda la tarde jugando al Monopoly; en vez de decir que tuve varios años de ciclista al más alto nivel, digo que me siento mucho más unido con antiguos compañeros ciclistas con quienes he pasado todo tipo de penurias a cientos de kilómetros de casa, que con compañeros de oficina con quienes he convivido varios años. ¿No cambia la película a contarlo de una manera o de otra?

Con las definiciones de conceptos pasa lo mismo. Si por mi fuera, borraría el diccionario de aspectos técnicos y diseñaría uno nuevo sólo con ejemplos, porque cuando te quieres enterar de lo que significa una palabra y la buscas, es imposible entenderla. Muchas veces tienes que leer y releer hasta que crees que te has enterado de algo, como sucede con el Contrato de Futuros:

«Un Contrato de Futuros es un acuerdo entre dos partes en el que se comprometen a comprar y vender una cantidad específica de un activo particular a un precio determinado en una fecha futura»

Como no quiero torturarte con esta farragosa definición te voy a contar el significado del contrato de futuros con un lenguaje más de andar por casa. Te presento a Pepito, un productor de naranjas que las vende en su finca de Valencia. También a Manolito, un vecino de Pepito que de vez en cuando se las compra.

Manolito le ha hecho un pedido especial a Pepito: quiere comprar 100 kilos de naranjas, pero no hoy, los quiere en 3 meses, el 1 de enero. Le pregunta a Pepito si puede entregárselas en 3 meses y Pepito le dice que sí. Cuando llega el día Pepito le da las naranjas a cambio de los 300 euros que habían acordado.

Este es un caso de contrato de futuros exitoso, pero podrías hacerlo a tu medida como te plazca. Donde pone naranjas puedes poner barriles de petróleo, millones de dólares en divisas o acciones del Banco Santander. Hasta aquí todo bien, ¿cierto?

 

Ahora vamos a complicarlo un poco. ¿Qué pasaría si llega Manolito con los 300 kilos de naranjas el 1 de enero y Pepito no quiere pagar? ¿O Manolito no se presenta con la mercancía?

Que hay un problema porque una de las dos partes está incumpliendo el contrato. Cuando estrecharse las manos no es suficiente hay que buscar alternativas, ya que o bien Manolito sigue necesitando las naranjas, o bien Pepito necesita venderlas porque sino se van a poner malas.

Esto mismo te podría suceder con un sencillo contrato de futuros sobre el petróleo. No puedes guardar en el garaje 1.000 barriles de petróleo, por mucho que el señor de Repsol vaya a tu casa a entregártelos. Tendrás que recurrir al protagonista de hoy: el Rollover cuando el contrato de futuros llegue a vencimiento.

 

Lo que en realidad significa un contrato de futuros y cómo los especuladores nos aprovechamos de su función original

Antes de meternos en harina te quiero recuerdar que los contratos de futuros no se crearon para que tú y yo especuláramos en el petróleo, en el arroz o en el futuro del Euro-Dólar como podemos hacer ahora en cualquier plataforma de trading. No, no nacieron para eso. Los traders entramos tratando de rapiñar unos euros porque a día de hoy son súper eficientes, debido a que tantísima gente llegó a estos mercados.

Los contratos de futuros nacieron para establecer reglas de juego en el comercio de mercancías. Hay evidencias de que ya existían hace más de 5.000 años. Como para creernos que somos los más listos de la clase y que hemos descubierto la pólvora.

Si quieres saber más sobre sus orígenes te dejo el enlace al post en el que tienes un completo repaso a este instrumento financiero. Además, te cuento cómo un clan de una importante familia japonesa traicionó a sus aliados en la batalla más importante vivida en territorio nipón. No podríamos entender los futuros sin saber lo que ocurrió aquella madrugada de 1650 bañada de sangre:

 

Y ahora nos centramos en la parte especulativa, por la que has llegado hasta aquí. Mira, si quisieras comprar el Ibex35 porque crees que va a subir, la manera «perfecta» sería comprando todas las acciones que cotizan en el índice español, ponderando el peso de cada una de ellas. Es decir, en una cartera de 100.000€ tendrías que meter el 2,09% en Acciona (2.090€), el 10,5% asignarlo al Santander, el 9,9% a Inditex y así sucesivamente.

Operar así sería infumable, cometerías un montón de errores. ¿Cómo vas a lanzar 35 trades a la vez recalculando todo el rato cuánto tienes que asignar a cada acción sin equivocarte? Hay una manera infinitamente más sencilla de apostar por subidas o bajadas en la bolsa española: comprando un futuro sobre el Ibex35.

Y ojo porque aquí llega lo importante: entrar en un futuro sobre el Ibex35 significa que estás adquiriendo el derecho de tener todas las acciones del Ibex35 en el vencimiento. Si el contrato vence el día 21 de marzo, entonces el 21 de marzo es cuando te entregarán los títulos. Como el primer ejemplo de las naranjas.

 

Cada activo tiene sus propias normas de vencimiento

El precio cambia a cada instante, pero el vencimiento no. A las dos de la tarde el WTI puede estar cotizando en 78 dólares y a las 5 en 79. Pero si el vencimiento es el 30 de marzo, lo será hasta el final.

Hay vencimientos de todo tipo. Están los mensuales, como el Brent o el Gasoil, otros los tienen cada trimestre, como el Euro-Dólar o el Dow Jones, o cuatrimestrales como el del Gas Natural. No hay una regla fija, sino que depende del mercado en el que cotizan.

Te muestro la curva de futuros de la soja, un activo de lo más peculiar:


Expirys en los Futuros de la Soja. En verano son mensuales y el resto del año bi-mensuales

 

La «Cuádruple Hora Bruja» es el vencimiento de futuros más importante y a veces da pistas sobre lo que ocurrirá en el futuro

Es cierto que hay expirys de todo tipo, pero también es cierto que el vencimiento de futuros más importante lo marca la casa americana CME. El tercer viernes del último mes del trimestre vencen los futuros más importantes del mundo: las dos principales divisas – Euro-Dólar y Libra-Dólar -, los principales índices bursátiles – el Dow Jones, el Nasdaq y el S&P 500 – y el bono a 10 años americanos, el T-Note.

Por eso el tercer viernes de marzo, junio, septiembre y diciembre suelen ser días moviditos. El expiry sucede a mediodía, sobre las 2 de la tarde, y los mercados amanecen desde bien pronto nerviosos. Es muy probable que encuentres uno de esos movimientos raros, como si estuvieras en un festivo.

Bien, pues hay una leyenda asociada a este día tan importante de vencimientos, también llamado como la Cuádruple Hora Bruja. Te la cuento:

 

Si el activo presenta una fuerte tendencia alcista o bajista el día de la hora bruja, lo más probable es que en ese trimestre la dirección del precio sea la misma.

 

La primera vez que lo escuché me recordó a las témporas. En Cantabria siempre se ha dicho que es posible predecir el tiempo que va a hacer en toda una estación fijándote en cómo hace los cuatro días antes de empezarla. Estos cuatro días son las témporas.

Por ejemplo, si en las témporas de otoño hay un sol radiante, no guardes las gafas de sol porque te van a hacer falta hasta el invierno.

Estos trucos de pitoniso están muy bien, pero te reconozco que no creo en ellos, al menos no para jugarme el dinero en bolsa. Prefiero tener un sistema  con unas reglas claras de entrada y salida en lugar de adivinar el movimiento de todo un trimestre basándome en unas horas de cotización. Llámame raro.

Fechas de la cuádruple hora bruja en 2022

 

El bróker evita la entrega física en un contrato de futuros. Tranquilo, no te van a llevar 1.000 barriles de petróleo al garaje

A estas alturas ya sabes qué es un contrato de futuros, qué significa el expiry y cómo se mueve el precio, así que continuamos haciendo preguntas. ¿Qué pasa si compras un futuro del WTI con Interactive Brokers y lo llevas a vencimiento? 

Siguiendo las indicaciones al pie de la letra tendrías que pagar 1.000 barriles de petróleo al contado y tendrían que entregarte los 1.000 barriles. Esto  no les va a hacer mucha gracia a las autoridades de aduanas y tampoco creo que tengas espacio en el salón de casa. Así que mejor vamos a descartarlo.

Tampoco iba a ser posible, nunca vas a llegar a ese extremo porque la plataforma de trading se encarga de evitarlo. Los contratos de futuros están pensados para que los grandes operadores hagan sus coberturas y cierren grandes tratos, no para que un pringadete se ponga a comprar onzas de oro desde su bajo roñoso en Singapur. El bróker se encarga de marcar límites estableciendo una fecha límite de negociación: el Last-Trading-Day (LTD)

 

El ROLLOVER de los futuros. Así desplazas tus posiciones en el tiempo

Si ha llegado el Last Trading Day y mantienes el futuro abierto el bróker te lo cerrará en el setlte sin contemplaciones. Esto no sucede de sorpresa, sino que te habrán enviado varios avisos los días antes. Lo que no van a permitir es el jaleo que supone llevarlo a vencimiento.

«Vale Kike, pero creo que el Euro-Dólar va a subir, ¿Cómo hago para mantener la posición abierta? Todavía no ha llegado a mi objetivo alcista.»

Entonces tienes que rolar el futuro, pasándolo al siguiente vencimiento. Es tan sencillo como cerrar el contrato de marzo y abrir el de junio. Hay dos maneras de ejecutarlo:

 

El Rollover a Mano y los problemas que conlleva

Con hacer un par de clicks es suficiente. Quitas el contrato que termina, abres el nuevo y arreglado. Es la opción ideal si llevas un contratillo o dos y no quieres complicarte la vida.

Los grandes operadores no pueden hacerlo así porque les puede salir muy cara la broma. Pasarán unos segundos – es imposible hacerlo al instante, que somos humanos – y para un rollover de 200 contratos, si el precio se desliza un par de ticks serán varios miles de euros de pérdida. Esto al jefe no le va a hacer nada de gracia.

Ellos tendrán que hacerlo de una manera más profesional, Rollando con el Spread.

 

El Rollover con el Spread

Si no sabes muy bien qué es un Spread te recomiendo que eches un vistazo a esta guía sobre el trading de Spreads, donde encontrarás una completa explicación.

Es mi técnica de Rollover favorita, la más purista. Te quitas de riesgos tontos y no tienes que estar como el Doctor Octopus, con varias manos puestas a la vez en el teclado haciendo clicks frenéticos pensando que algo va a salir mal. La gracia es que sólo pones una orden, la del Spread, y te olvidas de problemas.

El Spread es un producto financiero sin identidad propia. Lo que hace es juntar varios activos para hacer operaciones cruzadas (vender en uno y comprar en el otro). Por ejemplo, una venta en el Spread Jun-Dec del Dow Jones significa que estás vendiendo el contrato de Junio y comprando el de Diciembre.

 

No existen los riesgos de precio que te comentaba en el apartado anterior. Es una operación ejecutada por una máquina, muchísimo más rápida que el ojo del ser humano. La realiza ipso-facto.

Si alguna vez te ves en la necesidad de hacer un Rollover de varios futuros ni te lo pienses, el Spread es tu única opción para asegurarte el éxito.

El Rollover con el Spread es como meter el coche al túnel de lavado. Entra sucio, metes las moneditas y tras un par de minutos sale limpio y reluciente. En esta tabla puedes ver su funcionamiento:

Rollover de un futuro vencimiento Septiembre con el Spread 3 meses. Empieza con Septiembre comprado y después de ejecutar el Spread, sale con Diciembre comprado

 

La única variable a la que puedes sacar partido con los futuros

Si has llegado hasta aquí te felicito porque ya sabes mucho más sobre el funcionamiento de los futuros que la gran mayoría. Y no me refiero a gente que no tiene ni el bachillerato. Te digo sin miedo a equivocarme que muchos profesionales del sector financiero no saben hacer un Rollover con un Spread y tú hoy sí sabes hacerlo.

También sabes que casi todas las características del futuro son inamovibles: ni el subyacente, ni el multiplicador ni el expiry pueden cambiar. Sólo hay una variable que se mueve: el precio. Y aquí es donde tú puedes entrar a jugar.

¿Cómo puedes aprovechar los movimientos del precio para llenar un poco más tu bolsillo? Estudiando el mercado, sabiendo cuáles son los patrones que se repiten y teniendo claras las zonas en las que tienes una alta probabilidad de ganar dinero. Es lo que vemos en mi curso de trading y lo trabajamos juntos durante 6 meses, en este enlace:

 

6 meses de programa formativo siguiendo la Estrategia de Reversión a la Media con tutorías y operativa en directo

 

Ahora me gustaría saber tu opinión sobre los contratos de futuros:

¿Cuál es el futuro que más utilizas?

¿Alguna vez has hecho un Rollover?

¿Sabías qué implicaba la entrega física del subyacente?

Un fuerte abrazo y muy buen trading de futuros 😉

Enrique Mazón

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