Hace poco el Foro Económico Mundial mencionaba en un informe cuáles eran las dos habilidades más importantes para emprendedores y altos ejecutivos.

No se referían a las típicas cualidades por las que te van a preguntar en una entrevista de trabajo, como saber programar en Python, trabajar en equipo ni tener montones de títulos universitarios o certificaciones.

Lo que el foro de Davos mencionaba como indispensable para dirigir una gran empresa o ser el fundador del próximo Facebook era resolver problemas y tener pensamiento crítico.

 

Mira que estos organismos supranacionales no me gustan nada (tampoco los nacionales). Cuanto más grandes son, más poder aglutinan y más peligrosos se vuelven contra la libertad individual.

Pero en el apunte que hacían los señores de Davos tenían toda la razón.

En este artículo vas a trabajar la segunda cualidad: el pensamiento crítico. De las informaciones que te llegan por ahí hay que preguntarse todo, absolutamente todo. Estas reflexiones las vengo haciendo desde hace bastante tiempo en el blog:

 

 

 

 

Bien, pues hoy vamos a darle una vuelta a uno de esos conceptos tan manoseados en el trading. Todos los analistas, formadores y académicos lo dan por válido, y precisamente por ello hay que cuestionarlo.

Es la regla de gestión monetaria por excelencia: te dicen que no deberías perder más del 2% en ninguna entrada, cuando es mentira. Claro que puedes perder más de eso y retirar ganancias del bróker.

Así que si estás preparado para destapar otra de las grandes falacias de este mundillo sigue leyendo.

 

La realidad de los Stops Loss

Es muy gracioso leer en redes sociales cuando alguien celebra que le ha saltado un Stop, diciendo que es bueno para practicar la operativa en contextos adversos, o para demostrarse a uno mismo cómo superar una mala racha.

No, las cosas no son así. A todos nos gusta ganar dinero. Ningún Stop es motivo de celebración.

Cuando stopeas significa que te has equivocado, que tu análisis no era correcto. Esperabas sumar unos euros a tu bolsillo y, en lugar de eso, los tienes que poner encima de la mesa para dárselos a otro. Como para no estar cabreado.

 

¿De los Stops se aprende? Claro que se aprende, por pura obligación. Para no seguir tropezando con la misma piedra.

Cada Stop te hace más sabio, es cierto. Pero el objetivo del trader no es stopear para aprender. El trader lo que quiere es aprender cuanto antes para stopear lo menos posible. Ningún stop le da placer, que no te cuenten milongas.

Hasta aquí espero que estés de acuerdo conmigo. Porque sino, mal vamos.

Así deberías estar después de un Stop

Que los Stops van a saltar está más claro. Aunque tengas tu sistema trilladísimo después de muchísimos años estudiando el mercado, tarde o temprano vendrán a recordarte que no eres invencible, y que si te relajas en cualquier momento vas a quedar fuera de juego.

¿Todos los Stops son iguales? Ni muchísimo menos.

Sobre los 3 motivos más habituales por los que te puede saltar un Stop tienes este artículo:

 

La falacia del 2% como pérdida máxima sin tener en cuenta todos los factores

Hay dos factores que hasta ahora no te he mencionado, pero que son los que realmente te van a decir cuánto puedes perder como máximo en cada trade.

El primer factor es la Esperanza Matemática

Es el número de veces que cierras con beneficios. Si tienes un 80% de ganadoras (aproximadamente), entonces puedes permitirte Stops amplios, porque te los van a tocar muy pocas veces.

Si solamente ganas un 20% de las ocasiones entonces es mejor no emocionarte con el Stop, porque en una mala racha será el final.

El segundo factor es el ratio Rentabilidad / Riesgo

Me refiero a lo que arriesgas VS lo que ganas. Si tu Profit está en 10€ y el Stop está en 20€, el ratio es 1:2. Si ganas 10 y pierdes 30, el ratio es 1:3.

Sencillo, ¿verdad?

Bien, pues combinando estos dos factores vas a calcular cuánto puedes dejarte en cada Stop es con la combinación de estos dos factores.

 

Lo vemos con un caso real: el Sistema de Reversión a la Media

Una de las cosas buenas que tiene el sistema que enseño en la academia es que se gana en muchas ocasiones. Muchas más de las que se pierde.

El porcentaje de éxito en un mes normal está en torno al 80%. Algunos meses incluso llega al 100%, ya que no hay que lamentar ninguna pérdida.

Sigo una filosofía de cazador. Entro muy poco, pero cuando disparo es porque lo estoy viendo muy claro. Lo de pegar tiros al aire, como que no.

 

Otra cosa que me di cuenta después de mucho tiempo con el sistema es que al Stop le tenía que dar cierta holgura. A veces el mercado te está dilatando y si lo has puesto ajustado, te van a sacar en el peor momento.

Los precios tienen que fluctuar, hay que darles margen. De apurar no se saca nada. Al final llega Muprhy con su ley y te ventilan la posición.

Por eso el ratio rentabilidad riesgo está en torno al 1:3.

 

En resumen: ganas muchas veces, pero cuando pierdes, pierdes más de lo que ganas

Sabiendo estos datos podemos echar cuentas. Y a la larga, salen positivas.

Lo vemos con un ejemplo, poniendo números sobre la mesa:

 

Ganamos en 4 operaciones en las que sumamos poco a poco, como hormiguitas. En la única perdedora el mercado nos da un toque de atención y restamos bastante más. Pero al final los resultados salen, que es lo importante.

Por lo tanto, ¿puedes perder más del 2% y ser rentable? Ya has comprobado que sí, siempre y cuando tu porcentaje de acierto esté acorde al ratio rentabilidad/riesgo.

Si no, estamos haciendo un pan con tortas.

 

Así me recuperé de una pérdida de más de 13.000€ y terminé ganando más de 100.000

Mira, aquel año tuve la peor operación que jamás he hecho y aún así pude cerrar el mejor año de mi carrera. Paradojas de la vida.

Era mi segundo año en el Prop Trading inglés. No era más que un novato de veinti pocos años recién llegado a la capital desde el pueblo. Flipaba con todo lo que ocurría a mi alrededor.

Te juro que era un sueño del que no quería despertar.

 

El primer año, en 2015, nos había ido bastante bien. Mucho mejor de lo esperado. Habíamos ganado bastante dinero.

Éramos un equipo joven con mucha ambición y claro, nos pensábamos que iba a ser coser y cantar. Si recién aterrizados ya echábamos chispas, a nada que cogiéramos un par de años de experiencia íbamos a estar bañados en billetes.

Lo que pasa es que estos pensamientos megalómanos suelen tener un brusco final. En un abrir y cerrar de ojos el mercado te da un sopapo de realidad y te pone en tu sitio.

 

Por aquel entonces sólo hacíamos trading en materias primas y tipos de interés, hasta que apareció un nuevo producto que despertó las inquietudes de todos: el FVS. Cotizaba la volatilidad europea.

Era un índice similar al VIX, el famoso índice del miedo americano, pero referenciado al EuroStoxx en lugar de al S&P 500. Con las bolsas subiendo tranquilamente, el FVS cae o se mantiene estable, mientras que en cuanto aparece miedo o alguna crisis, el FVS repunta al alza.

 

Empezamos entrando con poco volumen buscándole 50-100 euritos de Profit en cada operación. Como todo iba rodado enseguida empezamos a subir el lotaje. En un par de semanas ya estábamos haciendo Profits de 300-500€. No tardaron en llegar las operaciones rondando los 1.000€.

El problema es que estábamos construyendo un castillo de naipes. Apenas conocíamos el producto, no llevábamos ni un mes utilizándolo y nos creíamos los reyes del mambo, como si hubiéramos descubierto la piedra filosofal.

 

Entonces pasó lo que tenía que pasar. A finales de enero el FVS comenzó una tendencia bajista. Esta vez el movimiento era diferente. No era a lo que estábamos acostumbrados.

Como siempre veíamos el color verde en las pantallas – no habíamos cerrado ninguna operación en negativo – continuamos añadiendo posición los dos primeros días de caídas. El riesgo empezaba a ser inasumible.

Las alarmas saltaron en el centro de control que la compañía tenía en la sede de Inglaterra. No se explicaban por qué teníamos tanto riesgo abierto en un producto del que ni siquiera habían oído hablar. Después de chequear los registros se dieron cuenta de que no llevábamos ni un mes trabajando con el FVS.

 

Al tercer día nos dieron una instrucción clara: no podéis seguir comprando. Hay que salir de ahí

Esperábamos un rebote para aligerar la mochila a cuestas, pero no llegaba. No quería subir. Estábamos atrapados en una pesadilla de la que no podíamos despertar.

En el quinto día, exactamente el 3 de febrero de 2016, solté la mitad de la posición. Me dejé 5.000€ por el camino. Fue la primera bofetada en toda la cara.

Entonces el FVS entonces se tomó un respiro, estuvo un tiempo descansando. Parecía que se iba a animar a subir, pero no era más que una ilusión.

Continuó cayendo hasta que el 23 de febrero tuve que decir basta. Había tirado 13.000€ a la basura en menos de un mes.

 

Algún compañero siguió empeñado en mantener las compras, hasta que llegó el desplome final. Era la puntilla antes del giro. De haber mantenido la posición hubiera perdido más de 50.000€, en lo que seguramente hubiera supuesto un despido fulminante y el final de mi carrera como trader.

Ese día aprendí que no puedes ir a lo loco sin Stops esperando que el precio desarrolle el movimiento que te conviene: la leche puede ser de categoría, con consecuencias catastróficas. Fue una cura de humildad brutal y desde entonces no me ha vuelto a suceder.

Al escribir este artículo me dio curiosidad por saber el resultado de aquel mes de febrero, así que abrí los Excels de aquella época en los que guardo todos los registros. Cual fue mi sorpresa cuando vi que lo terminé en verde por los pelos:

Resultados de Febrero de 2016 en los distintos activos que tradeaba por aquel entonces

Después de la catástrofe en el FVS me centré en las materias primas. Eran la vaca lechera de aquellos años. No sólo salvé el mes, sino que 2016 fue un grandísimo ejercicio.

Por algunos momentos podías apretar el acelerador sin miedo a equivocarte. Daba igual el volumen que metieras: ibas a ganar dinero sí o sí. La cuestión a resolver era cuánto.

Hubo meses en los que hice más de 30.000€, y al cierre de 2016 la cuenta sumaba más de 130.000€. Me tomé diciembre de vacaciones, ni siquiera hice trading. Daba la temporada por buena antes de tiempo.

 

Pero esa es otra historia que te contaré en otro post. Como también te digo que durante 2017 y 2018 las pasé canutas y todo estuvo punto de irse al carajo de nuevo. Todos estos éxitos y fracasos a la espalda son cicatrices de guerra que me han ido convirtiendo en un trader mucho más precavido.

Por eso monté esta página web, recordando al chaval que era cuando comencé en este negocio. Hubiera pagado varios miles de euros porque alguien con experiencia fuera mi guía por este camino que a veces es tan complicado.

Además, me hubiera salido infinitamente más barato que aprender a base de estas grandes pérdidas. Tú lo tienes a golpe de click:

 

Swing Trading en Directo a tu Whatsapp

 

Antes de terminar me gustaría que participaras contando tu experiencia:

¿Cuál ha sido la mayor pérdida que has tenido en bolsa?

¿Alguna vez te has metido con un producto financiero que ni siquiera conocías?

Te leo en los comentarios.

Un fuerte abrazo y muy buen trading… arriesgando más del 2% 😉

Enrique Mazón

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